Macron abre una fase de concertación social de su reforma de las pensiones

El presidente francés, Emmanuel Macron, llevará a cabo en los próximos meses un proceso de “debate” y “concertación” sobre su proyecto de reforma del sistema de pensiones, la más explosiva potencialmente de su mandato.

Desde la localidad de Bagnères de Bigorre, en los Pirineos, Macron dijo que el Gobierno se pronunciará sobre el contenido de la reforma a finales de este año o comienzos del próximo, una vez terminado el debate.

Eso viene a confirmar el escenario que se ha barajado en los últimos días, con la presentación de un proyecto de ley en diciembre o en enero y el comienzo del debate parlamentario después de las elecciones municipales de marzo.

El jefe del Estado explicó que el informe que presentó este jueves el comisario de la reforma de las pensiones, Jean-Paul Delevoye, ofrece “transparencia” y busca “reconstruir un contrato con la nación”.

Dijo que su Gobierno lo utilizará para la concertación social que se va a desarrollar durante “unos meses” para que se puedan examinar las consecuencias categoría por categoría.

Macron justificó la reforma porque “el sistema ahora es bastante injusto. Hay categorías que salen muy favorecidas (...). Hay otras que están muy desfavorecidas”. En cualquier caso, se cuidó de no culpar a nadie de esa situación: “es el resultado de décadas de estructuración de nuestro sistema actual”.

En cuanto al objetivo, reiteró que se trata de mantener un sistema de pensiones “por reparto, en el que los que trabajan financian las pensiones de los que están jubilados, pero que sea más justo, en particular para las mujeres y para los que han tenido carreras entrecortadas”.

El presidente hizo hincapié en que la reforma se aplicará de forma muy progresiva -“nos daremos varios años”- lo que significa que “no afectará a los jubilados actuales ni a los que están cerca de la jubilación”.

De acuerdo con Delevoye, si la ley se aprobara en 2020, el nuevo sistema entraría en vigor en 2025 y los primeros afectados serían los ciudadanos nacidos en 1963, pero sólo de forma parcial para ellos.

Sobre el contenido, Delevoye propone fijar inicialmente en 64 años la edad de jubilación que dé derecho a una pensión completa (ahora se sitúa entre los 62 y los 67 años, según los años acumulados de cotización).

Esa edad después evolucionaría, para tener en cuenta posibles aumentos de la esperanza de vida, pero también otros parámetros que influyan en el equilibrio financiero de las pensiones como el envejecimiento de la población.

El nuevo sistema por puntos supondrá que cada euro cotizado dará los mismos derechos de pensión al margen del régimen al que se pertenezca, y eso se traducirá en la eliminación de la mayor parte de las ventajas que tienen los regímenes especiales de los que se benefician los policías, algunos profesionales del personal sanitario o los trabajadores ferroviarios.

De esos colectivos se espera que vengan las mayores oposiciones. Varios sindicatos ya han anunciado su intención de organizar movilizaciones en septiembre, a la vuelta de las vacaciones.