Cines con aforo completo, pero salas de espera de ginecología sin acompañantes y con un asiento de distancia. Grupos de cincuenta amigos cenando en la misma mesa o en una discoteca, pero tutorías con profesores seguirán siendo de forma telemática.
Madrid “vuelve a la normalidad preCOVID”, dijo la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, este miércoles desde Nueva York, aunque eso no es del todo cierto. A partir del lunes entra en vigor la nueva normativa que elimina las restricciones de aforo para comercios y ocio en la capital. Pero mientras la vida social vuelve a los aforos al 100%, otros ámbitos seguirán sujetos a restricciones. El fin de las restricciones en restauración, comercios y empresas va a llegar a los colegios ni tampoco a los centros sanitarios donde la pandemia sigue estando muy presente para pacientes que deben seguir acudiendo solos a las consultas o directamente son atendidos por teléfono. Una situación que se da en otros puntos del país.
En la hostelería se eliminan todos los límites de aforo y de comensales por mesa a partir del lunes. Tanto dentro como fuera de los establecimientos, se suprime cualquier restricción de este tipo para todos los sectores de actividad económica o social siempre que se puedan mantener las medidas preventivas de higiene generales. En interiores, la mascarilla continúa siendo necesaria para mayores de 6 años, “siguiendo la normativa estatal”.
Se suprimen a su vez los aforos en los lugares de culto, celebraciones religiosas, instalaciones funerarias, establecimientos comerciales, bibliotecas, museos, cines, teatros, equipamientos culturales, espectáculos recreativos y culturales e instalaciones deportivas. El ocio nocturno, por su parte, retoma su actividad por completo con la apertura de las barras y la instalación de mesas altas para el consumo de pie. Se podrá bailar, aunque solo en exteriores.
Las buenas noticias también llegan a las residencias. Las visitas a los centros sociosanitarios vuelven a ser desde este lunes casi como eran antes de la pandemia, aunque seguirá se limitarán a dos personas por usuario. El Gobierno madrileño elimina las limitaciones de número y duración de las visitas que se habían establecido por la Covid-19. “La contención de la pandemia y la evolución positiva en estos centros con la administración de la tercera dosis” son los motivos Los más mayores volverán a poder tener contacto físico con sus familias tras más de año y medio prohibido. Seguirá, no obstante, la distancia social con otros residentes y el uso de mascarillas.
La salud, sin aforos pero sin acompañantes
La anunciada normalidad no llega a los centros sanitarios en Madrid: ni centros de salud ni hospitales. El fin de las restricciones que coincide con una reducción drástica de la incidencia acumulada y una vacunación de la población superior al 80%, contrasta con las limitaciones que aún se mantienen si un ciudadano madrileño debe asistir a un centro a ser atendido.
En la Atención Primaria siguen despachándose muchas consultas de manera telefónica y los aforos siguen estando limitados. La nueva normativa que entra en vigor este lunes no contempla ningún cambio en las restricciones para los centros sanitarios de la Comunidad de Madrid. A eso se añade el cierre de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria SUAP que llevan cerrados desde el inicio de la pandemia. Y ya van más de 500 días. En los hospitales las embarazadas siguen sin poder estar acompañadas en las ecografías por el otro progenitor. Tampoco se permiten acompañantes en las visitas médicas con especialistas.
Desde la Consejería de Sanidad que dirige Enrique Ruiz Escudero aseguran en que “la actividad presencial en los centros se ha ido normalizando desde el pasado mes de junio”. También que más del 60% de las consultas son de forma presencial.
La legislación vigente a este respecto, que data de 25 de junio, estipula que no se aplican limitaciones al aforo, mientras que en una Orden anterior, del 8 de mayo, se derivó la responsabilidad de implementar medidas concretas en la dirección de cada instalación sanitaria. Respecto a esto, fuentes de la Sanidad madrileña explican que “cada hospital, en función de su estructura, características, el perfil clínico de sus pacientes y el contexto epidemiológico, establece su política de visitas y acompañamiento de pacientes, tanto en hospitalización como en la asistencia ambulatoria”.
Se trata de una situación que podría cambiar a lo largo de la semana en curso. El viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Antonio Zapatero, lo explicaba este viernes en una entrevista en Telemadrid: “Estamos trabajando y sacaremos normativa que intente unificar ese régimen de visitas y acompañamiento”, siguiendo con la caída de las restricciones en otros ámbitos. Zapatero defendía esta posible nueva modificación, aunque incidía en que los hospitales siguen siendo zonas de máximo peligro: “Las personas que acuden generalmente tienen más factores de riesgo para poder tener una complicación a causa del virus”.
Este anuncio llega después de las continuas peticiones de Más Madrid para la recuperación de la normalidad en el acompañamiento de los servicios sanitarios y educativos de la comunidad. El pasado jueves, el grupo registraba una Proposición No de Ley en la que solicitaba la vuelta a la presencialidad de la atención primaria, el acompañamiento y las sesiones de preparación al parto, entre otras.
Nada cambia en las aulas
Otra parte de la población que seguirá sufriendo restricciones son los niños. Los alumnos madrileños regresaron a las aulas a principios de septiembre pero poco ha cambiado su situación con respecto a la del curso anterior. La única novedad es que se han recuperado las ratios del curso anterior, pero los chavales deben seguir llevando mascarilla en clase y mantener las ventanas abiertas.
Para el inicio del nuevo curso, en materia educativa se plantearon tres escenarios posibles de presencialidad en los centros escolares dependiendo de los niveles de alerta, algo que no se ha visto modificado por el fin de las restricciones anunciadas por Ayuso.
Actualmente, los niños de Primaria e Infantil pueden jugar y relacionarse sin mantener estrictamente la distancia de seguridad, siempre con mascarilla para mayores de 6 años y solo dentro de su grupo. Los alumnos de ESO y Bachillerato, aún con asistencia total al centro, siguen teniendo que mantener la distancia de 1,2 metros entre ellos. En los recreos, los estudiantes están separados por cursos, y de la misma forma salen y entran al centro; e incluso, las tutorías y reuniones entre padres, madres y profesores se hacen de forma telemática. Para esta situación, sigue sin vislumbrarse esa vuelta a la normalidad preCovid que tanto ha celebrado Ayuso.