Un mando describe el control absoluto sobre los fondos reservados del jefe de la brigada política del PP: “Dale lo que pida”

Pedro Águeda

18 de marzo de 2021 18:14 h

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El comisario jubilado Felipe Lacasa ha descrito esta tarde en el Congreso de los Diputados el funcionamiento de los fondos reservados en la Policía en el periodo en el que él fue secretario general de su Dirección Adjunta Operativa (DAO), a las órdenes de Eugenio Pino. Lacasa ha explicado cómo Pino, el jefe operativo que el PP eligió para el Cuerpo cuando Rajoy llegó al Gobierno, tenía absoluto control y decisión sobre esas partidas y que no solo las dedicaba a las distintas unidades sino también a un grupo de policías escogidos por él y del que Lacasa ofreció uno por uno los nombres. No son otros que la primera línea de la brigada política del PP.

“Dale lo que le pida”, le decía Pino a Lacasa, “cajero pagador” de los fondos reservados entre 2013 y 2015, fecha de su jubilación, según él mismo se ha descrito. Esa es la expresión que Pino utilizaba para José Manuel Villarejo, Enrique García Castaño y el resto de investigados en la pieza 7 del caso Villarejo, la que investiga la Operación Kitchen: Andrés Gómez Gordo, José Ángel Fuentes Gago, Marcelino Martín-Blas y Bonifiacio Díaz Sevillano. Todos esos nombres fueron confirmados por Lacasa como perceptores de fondos reservados a decisión de Eugenio Pino, igualmente imputado. 

En el caso de los fondos reservados con destino al chófer de Bárcenas, Lacasa ha dicho que los recibía en un principio Villarejo y luego Gómez Gordo, el policía asesor de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. Ahí, el compareciente se ha contradicho en parte. “El señor Pino tenía su confianza depositada en profesionales de policía de distinta categoría”, ha asegurado Lacasa en referencia a esos miembros de la brigada política. Las entregas, ha añadido, se producían en presencia del receptor, de él mismo y en ocasiones de Pino y las secretarias.

En un primer momento, Lacasa había declarado que supo de la Operación Kitchen por la prensa y, probablemente, estando ya jubilado. Después ha reconocido que cuando veía el nombre de Sergio Ríos lo vinculaba a Bárcenas porque, según él, antes de que estallara el caso Kitchen ya salía el nombre del chófer en la prensa. También ha explicado que en una de las partidas que entregó se mencionaba a un “cocinero”, pero que entonces él no supo vincularlo. 

El comisario jubilado Lacasa ha declarado que pensó, como hipótesis, que ese dinero para el chófer era para una investigación acerca de que Bárcenas podría estar robando dinero al PP y que éste lo hubiera denunciado, si bien no ha aclarado cómo la Policía podría llevar a cabo una investigación así sin autorización judicial. Descartó, ha añadido, que tuviera nada que ver con la política. “Cuando la policía se mezcla en política, nos patina el embrague”, ha añadido. 

En todo caso, Lacasa ha declarado que “el dinero estaba muy controlado”, en referencia a los fondos reservados y que todos los que recibían fondos le firmaban un recibí. “Me parecía que el uso era el correcto”, ha añadido. La mayoría de los grupos le han agradecido su colaboración en contraste con el facultativo Miguel Ángel Bayo, el “hombre de los maletines” que compareció ayer y que le sucedió como “cajero pagador”.

A preguntas de Enrique Santiago, de Unidas Podemos, Lacasa ha admitido que una vez entregó dinero formalmente a Fuentes Gago para un viaje. “¿A Nueva York?”, le ha preguntado el diputado, a lo que el comisario jubilado ha respondido afirmativamente. Se refiere al viaje que el inspector jefe hizo a la ciudad estadounidense para intentar conseguir una declaración firmada contra Podemos de un exministro de Hugo Chávez para evitar en 2016 que el partido morado llegara al Gobierno. En una grabación publicada por moncloa.com, Fuentes Gago asegura al exministro venezolano que acude a él con un “mandato” de Mariano Rajoy.