El Consejo Fiscal ha nombrado este miércoles a un nuevo fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, que llega a esa plaza después de haber pasado por el Tribunal Supremo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y haber ejercido como fiscal de la Comunidad de Madrid. En su trayectoria destacan su denuncia contra el juez Elpidio Silva, al que logró apartar de la carrera judicial, su rechazo a acusar a Esperanza Aguirre de un delito por su huida de los agentes de movilidad o su enfrentamiento con la Fiscalía que ahora dirigirá por el caso Rato.
Su nombre ha sonado como favorito desde que se conocieron los aspirantes a dirigir Anticorrupción. La carrera sucesoria se abrió cuando, a comienzos del pasado mes de octubre, coincidiendo con el inicio del juicio de Gürtel, el fiscal jefe de Anticorrupción anunciaba que dejaba el cargo. Antonio Salinas, en ese puesto desde 2003, decía sentirse “cansado” tras trece al frente de una sección del Ministerio Público “lo suficientemente difícil y compleja como para añadir todavía otros dos años más en esas condiciones”.
Ahora, esa carrera a la que concurrieron siete candidatos se ha cerrado con la elección de Moix, cuyo nombramiento tendrá que pasar por el Consejo de Ministros. Actualmente ejercía como fiscal en el Tribunal Supremo, aunque sus actuaciones más relevantes se dieron como fiscal jefe de la Comunidad de Madrid.
Entre todos los aspirantes, Moix es una opción cómoda para el PP. Un fiscal “fácil”, como dice un compañero suyo de profesión, que ahora estará al frente de una plaza que se ocupa de los casos de corrupción más importantes.
En su currículum consta su labor como fiscal del caso que juzgó la huida de Aguirre de los agentes de movilidad en Gran Vía, que querían multarla por estacionar sin permiso. En contra del criterio del juez de la Audiencia Provincial y la acusación popular, Moix se negó a acusar a la expresidenta regional de un delito de desobediencia civil. Aseguró que se trataba únicamente de una falta.
Moix también vivió, al frente de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid, la etapa de constantes movilizaciones sociales. Cargó contra el 15M por “exteriorizar su ignorancia sobre los valores que deben inspirar la convivencia democrática” y rechazó la puesta en libertad de los manifestantes detenidos durante las Marchas de la Dignidad: “No se puede permitir que personas tan violentas estén en la calle y puedan seguir delinquiendo”.
Pero sus actuaciones más relevantes han estado relacionadas con dos banqueros: Miguel Blesa y Rodrigo Rato. Sobre el primero, su Fiscalía presentó una denuncia contra el juez Elpidio Silva, que envió a Blesa a prisión, por prevaricación y por un “retardo malicioso” en el proceso. Moix le acusó de “anteponer su voluntad al derecho” en el proceso que acabó con una inhabilitación de 17 años para Silva.
Moix también intervino cuando eldiario.es publicó los correos de la publicó los correos de la cúpula de Caja Madrid, que revelaron la existencia de las tarjetas black, y que dieron origen a la investigación judicial. El nuevo jefe de Anticorrupción aseguró que los mensajes fueron “ilícitamente obtenidos” por lo que su “mera difusión” podría tener encaje penal.
En cuanto a Rato, se enfrentó a la Fiscalía que ahora dirigirá por su detención. La ordenó él, en el marco de la investigación por blanqueo de capitales, cuando Anticorrupción había rechazado previamente abrir diligencias por lo “embrionario” de la investigación de la Agencia Tributaria. De hecho, la anterior fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, le quitó la competencia del caso y se la entregó a Anticorrupción, que ya se estaba ocupando del caso Bankia.
No ha trabajado antes en Anticorrupción
Moix se ha impuesto a otros seis candidatos habiendo sido el único que no ha pasado nunca por Anticorrupción. Todos los aspirantes ocupan actualmente un cargo en esa Fiscalía, una lista en la que destaca Belén Suárez, que ha ejercido como número dos de Salinas desde 2003 y ocupaba su puesto en funciones desde que dimitió.
Suárez, que recientemente se ha ocupado del caso Pujol, ha protagonizado una polémica con otra fiscal candidata a dirigir Anticorrupción, María Teresa Gálvez. Suárez firmó un escrito exculpando al presidente de Murcia de los delitos por los que se le investiga en el caso Púnica, en contra del criterio de Gálvez, fiscal en esa causa, y su compañera Gemma García. Estas hicieron pública su discrepancia, lo que les valió la reprimenda pública del Ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Entre el resto de aspirantes que no han conseguido la plaza están Alejandro Luzón, fiscal en el caso de las tarjetas black y en el proceso sobre la salida a bolsa de Bankia, o Antonio Romeral, quien recientemente ha solicitado la reapertura del caso de los papeles de Bárcenas, atendiendo la petición de Adade e Izquierda Unida.