Marcos de Quinto, el fichaje estrella de Albert Rivera como número dos por Madrid en su candidatura al Congreso, se ha convertido en un inesperado problema para la dirección del partido. Su incansable actividad en las redes sociales, especialmente en Twitter, ha provocado un sinfín de polémicas en los cinco meses escasos que lleva en Ciudadanos -primero como independiente y desde hace unas cuantas semana como militante-, por sus comentarios ofensivos y subidos de tono y los insultos con los que responde a quienes se lo afean.
Este fin de semana, el empresario, exvicepresidente mundial de Coca Cola, colmó el vaso de la paciencia de muchos usuarios al referirse a los migrantes del Open Arms que llevan en una situación angustiosa 19 días en alta mar sin poder desembarcar en ningún puerto, como “bien comidos pasajeros”. De Quinto se enzarzó después en la red con todo aquel que le afeó su comentario profiriendo insultos como“cretino”, “mantenido”, “imbécil” o “troll de mierda”.
A Rubén Sánchez, portavoz de Facua, le llamó “miserable”, por no condenar “el éxodo venezolano”.
Pese al estupor que causó su comportamiento entre un sector de su propio partido, la respuesta que ofreció el secretario de Organización de Madrid, César Zafra, fue justificar a De Quinto señalando que eran “tuits personales”. Sin embargo, el mismo Zafra hace tres años, cuando el exconcejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, se vio envuelto en una polémica por unos tuits de humor negro, aseguró que eran un “escándalo” y reclamó su dimisión.
La dirección nacional, por su parte, guarda un silencio significativo ante la polémica con De Quinto limitándose por ahora a asumir la respuesta de Zafra. Una de las pocas voces que reclamó que le desautorizaran públicamente fue el concejal de Ciudadanos en Las Palmas de Gran Canaria, Javier Amador, que pidió también que reprendiesen “los insultos” que profirió después. Ante las críticas, De Quinto borró algunos de estos tuits e incluso puso alguna frase a modo de disculpa, aunque solo logró avivar más la polémica.
También se mostró indignado con el empresario el exrival en primarias de Albert Rivera y de Ignacio Aguado, el economista madrileño Juan Carlos Bermejo, que destacó en Twitter que De Quinto “tendría que ser sancionado por el partido al incumplir el Código Ético de Ciudadanos que obliga a los altos cargos al respeto y al cuidado en el uso del lenguaje para poder regenerar y revitalizar nuestra democracia”. Además, su comportamiento incumple el artículo 2 de Código de Conducta que tienen los parlamentarios de Ciudadanos, que estipula que “en el ejercicio de sus funciones los diputados deben actuar con respeto hacia los demás miembros de la Cámara y a la ciudadanía en general, y con plena transparencia en su actividad pública”.
Un fichaje personal de Albert Rivera
Rivera fichó a De Quinto en las pasadas elecciones generales para ir de número dos por Madrid en sustitución del inspector de Hacienda, Francisco de la Torre, al que en 2015 encumbró del mismo modo como 'estrella' independiente. De la Torre llevaba tiempo sintiéndose ninguneado y a finales de julio acabó dimitiendo de todos sus cargos. Unos pasos que ya había dado previamente el secretario de Programas, Toni Roldán, lo que dejó libre el camino a Rivera para situar a De Quinto como portavoz económico en el Congreso. El empresario aún no ha ejercido como tal: en todos estos meses no ha dado ninguna rueda de prensa ni ha explicado las propuestas económicas de Cs.
En su rápido ascenso dentro del partido, De Quinto ha entrado por la puerta grande en la dirección de Ciudadanos al frente de la Secretaría de Talento y Capital Humano, de nueva creación, y situándose en la Comisión Permanente, el 'núcleo duro' de Rivera tras los cambios que el líder ha propiciado para sortear la grave crisis interna. Dado que se trata de una apuesta personal del líder, por ahora ningún dirigente de relieve se ha atrevido a criticar al empresario.
Pero entre algunos dirigentes existe malestar interno sobre todo porque llueve sobre mojado. Hay muchas muestras de las ostentaciones del empresario en su cuenta de Twitter y numerosos mensajes subidos de tono, comentarios que siempre desencadenan respuestas airadas de los usuarios. En su tuit fijado recomienda leer su libro en el que explica, dice, que no tuvo nada que ver con el ERE de Coca Cola que acabó anulado por los tribunales.
El empresario ha logrado desbancar en las redes al exportavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, con todo un récord de bloqueos en su haber, o a otros dirigentes de Ciudadanos, como Toni Cantó, que también ha protagonizado muchas controversias a cuenta de sus comentarios, o por sus ataques a dirigentes de otros partidos, haciéndose en muchas ocasiones virales.
De Quinto, que se define en su perfil de Twitter como “Pirata. Navego sin bandera”, en poco tiempo, ha logrado colocarse en el pódium de las polémicas. En su haber tiene frases como “el problema de este país es que todo el mundo quiere tener el trabajo a la puerta de su casa”, o “el ERE está quitando privilegios a liberados que cobran 110.000 euros y solo trabajan 13 días al año: lamento descubrírtelo”, como le dijo a un usuario que criticó los despidos de Coca Cola.
Durante estos meses, además, no ha parado de repartir mandobles a sus oponente de Unidos Podemos, a los partidos independentistas catalanes y al presidente Pedro Sánchez, tres de sus blancos preferidos. Aunque no siempre. A la exdirigente de IU, Cristina Almeida, le recomendó que se apuntara a los viajes del Imserso.
El ahora diputado por Madrid fue el penúltimo en hacer pública su declaración de bienes en el Congreso -aún queda el diputado de Vox Espinosa de los Monteros-. La tuvo que presentar dos veces porque la primera 'olvidó' algunos detalles y se ocupó de filtrarla a los medios antes de que se colgase en la página oficial de la cámara baja. Ahora se sabe que tiene un patrimonio de 50 millones de euros, un yate, 8 pisos y 19 vehículos. Según publicó Voz Pópuli, De Quinto fijo su residencia fiscal en Portugal para no pagar en España impuestos .
Otra de sus ostentaciones ha sido jactarse en las redes sociales de las botellas de vino que le regalan, como los portugueses Quinta do Vale Meao, que cada botella puede llegar a costar más 100 euros. Un diputado de Galicia en Común le replicó hablando de “sobornos” y de “prevaricación” por aceptar estos obsequios, lo que provocó una nueva respuesta airada del diputado de Cs.
Los regalos no estaban expresamente prohibidos en el Congreso, pero desde esta legislatura los diputados están obligados a declararlos al entrar en vigor el nuevo Código Ético que se redactó en la etapa de Ana Pastor a instancias del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO).
Ese código establece que “los diputados se abstendrán de recibir obsequios o beneficios que puedan ser razonablemente percibidos como un intento de influir en su conducta”. Según el texto sólo son aceptables los regalos de mera cortesía o aquellos personales de amigos y familiares, y los que reciban en viajes oficiales quedarán en manos de la Cámara.