A punto de comenzar diciembre de 2022, Mariano Rajoy sigue clavado en la curva de la moción de censura que terminó de forma abrupta con su mandato al frente del Gobierno y, de paso, con su carrera política. A los populismos que, según él, lo sacaron a empujones de la Moncloa en junio de 2018 ya le dedicó un libro de memorias, Política para adultos, en el que arremetía contra Podemos y Ciudadanos, claro. Pero también contra la PAH, Donald Trump, Black Lives Matters, incluso las primarias y el término España Vaciada.
Cuatro años y medio después, Rajoy ha acompañado a quien fuera uno de sus principales colaboradores en el PP, Esteban González Pons, en la presentación de su nueva novela, El escaño de satanás (España). Una ficción, en boca del autor, que “reconstruye la realidad para divertir y aguijonear la imaginación del lector”. Pero que al expresidente del Gobierno le ha servido, una vez más, para ajustar cuentas con un pasado que parece rememorar una y otra vez, como la niña de la curva a la que la leyenda sitúa siempre señalando el lugar en el que un accidente de tráfico la mató.
Pons ha presentado el libro este miércoles en un céntrico hotel de Madrid ante buena parte de la plana mayor del PP de hoy y de ayer: Alberto Núñez Feijóo, Cuca Gamarra, Miguel Tellado y Juan Bravo, de la actual dirección; José Luis Martínez Almeida (“en representación de Madrid”, según el autor y ante la siempre llamativa ausencia de Isabel Díaz Ayuso); María Dolores de Cospedal, José Manuel Soria, Isabel García Tejerina y Borja Semper como testigos del PP que fue; incluso algunos supuestamente apartados, como Teodoro García Egea. Y algunas estrellas ya en declive, como Pedro Ruiz.
El auditorio, lleno, esperaba con expectación los giros y dobles sentidos que Rajoy ha convertido en una seña de identidad. No falló a su afición. Entre “chisgarabises” y frases rotundas concluidas con un pretendidamente gallego “o no”, Rajoy ha elogiado al que fuera su vicesecretario de Comunicación, primero, y responsable del programa electoral, después.
“Es una novela y como cualquier obra de ficción no se ata a ningún tipo de exactitud, pero todo lo que se cuenta es cierto, parece cierto o es similar a la realidad. O no”, ha arrancado la presentación. Rajoy ha demostrado que se ha leído el libro, y que ha encontrado muchas analogías con lo que le ocurrió a él durante su permanencia al frente del Gobierno: una crisis económica provocada por una circunstancia exógena (una pandemia) que provoca una gran desafección “con los partidos tradicionales” y que culmina con el nacimiento de unos partidos extremistas que alcanzan el poder y destruyen las bases de la democracia liberal española por querer “arreglar España en un cuarto de hora después del estropicio de los partidos tradicionales”. No ha faltado en la lista de desagravios una referencia a Rodea el Congreso o la burla al lenguaje inclusivo.
Rajoy ha elegido los párrafos del libro que le vienen bien al relato que querría poder tener como expresidente del Gobierno. Una imputación judicial que luego se levanta “pero el daño mediático ya está hecho”. Sentadas en las primeras filas, Esperanza Aguirre, José Manuel Soria y Ana Mato. “Si me preguntasen si me volvería a meter en política, diría sí, sí y mil veces sí”, ha citado. “Pese a toda la miseria, conocí a personas buenas”, ha parafraseado.
En el libro, ha anticipado Rajoy, se producen unas elecciones con “varios candidatos” donde prodigan “periodistas dando órdenes a los políticos”, aunque luego los directores de las televisiones y los medios “no se hacen responsables de lo que allí se dice”. El expresidente ha comenzado ahora a hacer sus pinitos como cronista (deportivo), aunque de momento los textos los dicta por nota de voz, según confesó a los periodistas al final del acto.
Rajoy ha explicado que en el libro suceden “muchas cosas, algunas desternillantes si no fuera porque fueron ciertas”. “Me he divertido, y mucho. Me he reído. Es una novela, pero algunas páginas parecen un ensayo. Dice verdades como puños, describe situaciones que yo vi, es un libro valiente y merece la pena”, añadido. Eso sí, ha advertido, es “para mayores de 18 años, algunos capítulos pueden herir la sensibilidad del lector.
El expresidente ha concluido con una cita textual del libro: “No nos culpemos por haber sentido la vocación y la ambición, cuando los políticos dejen de tomarse en serio ocurre lo que va a ocurrir en España que los que no creen en la política ocupen el poder”.
González Pons, que se ha deshecho en elogios al que fuera su jefe, ha coincidido en que su novela “reconstruye la realidad para divertir y aguijonear la imaginación”. Y ha zanjado: “Miren al Congreso real esta mañana. ¿Vampiros, tumbas, lenguas cortadas, partidos radicales? ¿Pero qué ocurre en la novela de González Pons que no ocurra en la realidad?”.