El dirigente del Sinn Féin y ex viceministro principal norirlandés Martin McGuinness anunció hoy que abandona la política para recuperarse de un problema “grave” de salud.
El líder nacionalista, de 66 años, dimitió hace dos semanas de su puesto en el Gobierno autónomo de poder compartido entre protestantes y católicos, lo que provocó la caída del Ejecutivo y obligó a Londres a convocar elecciones regionales para el próximo 2 de marzo.
El “número dos” del Sinn Féin, excomandante del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) durante parte del pasado conflicto en el Ulster, explicó hoy que “tiene mucho en lo que reflexionar” y que no se presentará a esos comicios.
“La pregunta que me he hecho es si sería capaz de afrontar cinco o seis semanas de intensas elecciones. Enseguida llegué a la conclusión de que no estoy en condiciones físicas para aguantar esa campaña”, explicó McGuinness.
El dirigente republicano reveló que tenía pensado abandonar la vida política el próximo mayo, coincidiendo con el décimo aniversario de la formación de un Ejecutivo con el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), liderado entonces por el ya fallecido reverendo protestante Ian Paisley.
No obstante, no tuvo “otra alternativa” que adelantar esa decisión al pasado 9 de enero, cuando dimitió en protesta por la gestión de un escándalo financiero detectado en la política de energías alternativas del Gobierno norirlandés, encabezado por la líder del DUP, Arlene Foster.
“Dios sabe cómo acabará todo esto. Pero está claro que no solo se trata de un caso de incompetencia, sino que las acusaciones de corrupción son numerosas”, aseguró McGuinness.
Respecto a su salud, el político confesó que lleva meses luchando contra una “enfermedad muy grave” que le “ha pasado factura”, pero confió en que logrará recuperarse totalmente.
McGuinness informó de que el Sinn Féin anunciará la próxima semana el nombre de la persona que liderará al partido en las citadas elecciones autonómicas, en las que se espera que volverá a ser la segunda fuerza más votada, lo que le afianzará como el principal representante de la comunidad católica-nacionalista en la provincia británica.
Aunque se retira de la primera línea política, reiteró que, en cuanto recupere la salud, quiere seguir siendo un “embajador para la paz, unidad y reconciliación”.
“Siempre he creído que la reconciliación es la pieza clave del proceso de paz”, destacó el exdirigente del IRA, considerado, junto al presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, como uno de los arquitectos del proceso de paz norirlandés.