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La mayoría de los panameños reprueba pacto con indígenas por hidroeléctrica

EFE

Panamá —

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La mayoría de los panameños está en desacuerdo con el pacto al que llegaron el Gobierno y autoridades indígenas para la puesta en marcha de un proyecto hidroeléctrico que ha estado paralizado por más de año y medio a causa del rechazo de los aborígenes, reveló hoy una firma encuestadora.

El 52 % de los consultados mostró su reprobación al acuerdo que prevé beneficios para la comarca Ngäbe Buglé, vecina de la hidroeléctrica de Barro Blanco, y la salida de la concesionaria que ha construido la obra, Generadora del Istmo (Genisa).

El 34 % de los encuestados mostró su aprobación mientras un 14 % no supo o no respondió, reveló la encuestadora Dichter & Neira en una investigación para el canal local TVN, en la que no detalló los motivos del repudio mayoritario.

El pasado 22 de agosto el Gobierno y las autoridades de la comarca indígena Ngäbe Buglé firmaron este acuerdo tras año y medio de negociaciones por el rechazo de la comunidad a los efectos de la hidroeléctrica sobre sus territorios y por incumplimientos ambientales de la empresa.

Sin embargo, el consenso no ha podido entrar en vigencia porque el Congreso General de la Comarca lo rechazó el fin de semana pasado, y se necesita de su ratificación.

El pacto sacaría de la operación de la hidroeléctrica a Genisa, que había conseguido la concesión en 2007 y llevó el proyecto hasta el 95 % de avance, y lo pondría en manos de un tercero independiente, aún por definir.

Las acciones de Genisa se traspasarían a un fideicomiso en garantía del repago de los préstamos que obtuvo del Banco el Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Banco DEG de Alemania, y Banco FMO de Holanda.

Una vez pagados esos préstamos, se abriría la opción de que el proyecto pase a ser propiedad de una empresa del Estado en la que la comarca Ngäbe Buglé tendría una participación no menor de 51 %.

Además, el acuerdo suscrito contempla la creación de un fideicomiso al que el Gobierno aportaría el 15 % de los ingresos brutos que tenga el proyecto, recursos que se destinarían al desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas aledañas.

El Gobierno panameño suspendió las obras de Barro Blanco en febrero de 2015 y multó por violaciones a la ley ambiental a Genisa, que ha rechazado los alegatos oficiales y ha pedido respetar la seguridad jurídica.

Barro Blanco, que comenzó a construirse en 2011, proyecta generar 28,56 megavatios, cerca de 2 % de la capacidad instalada del país.

La encuesta fue realizada en mayores de 18 años a través de 1.200 entrevistas, entre el 15 y el 18 de septiembre pasados, con un error muestral de más o menos 2,9 %.