“Yo no me suelo quedar hasta muy tarde pero me han contado que desde este balcón, por las noches, se puede ver a familias que se sientan a cenar mientras les sirve un mayordomo. Eso también es sociología”.
José Felix Tezanos (Santander 1946) atiende a eldiario.es en su despacho del Centro de Investigaciones Sociológicas, a pocos metros del parque del Retiro y en una zona de Madrid en donde comparte vecindario con fincas que todavía conservan la entrada de carruajes. Para las fotos, el jefe de las encuestas públicas abre por primera vez la puerta de su balcón: “No soy fumador y la verdad es que nunca había estado aquí”.
Tezanos es consciente de la polémica que le acompaña desde su llegada al cargo y se defiende mostrando la galería de retratos que preside la sala de juntas de la entidad. “Ahí están Pilar del Castillo, Rosa Conde, el hermano de Cristóbal Montoro. En esta casa siempre ha habido presidentes vinculados a los partidos políticos”, asegura antes de empezar la conversación.
El presidente del CIS cree que casi cualquier cosa puede pasar después del 28 de abril. Desde una mayoría de PSOE y Podemos hasta un Gobierno de las tres derechas con Santiago Abascal de presidente. Según él, las encuestas solo sirven “para situar a la opinión pública cuáles son las dos grandes opciones virtuales”.
¿Por qué se habla de 'el CIS de Tezanos'?
Yo no soy el que habla del CIS de Tezanos. Algunos que piensen que con eso hacen daño a Tezanos o al CIS igual se equivocan. Ese intento de personalizar no se corresponde con la realidad.
Su llegada al CIS ha venido acompañada de la polémica. ¿Qué ha hecho usted para que esto suceda?
Yo creo que es una operación política muy vinculada a la crítica que quieren hacer a Pedro Sánchez, a sus nombramientos y a las personas que habíamos trabajado más con él.
¿Le está generado tensión en el día a día de su trabajo estar bajo esta lupa?
No es cómodo, pero lo entiendo. Yo en mi vida he falsificado un dato ni lo voy a falsificar.
¿Qué es la cocina de las encuestas?
La cocina es una expresión desafortunada para calificar una práctica que tiene justificación: el intento de estimar cuál va a ser el comportamiento electoral de los indecisos. Es arriesgado porque es intentar decir lo que no ha pasado. A veces puede deslizarse hacia las artes adivinatorias. ¿Qué es la cocina? Una serie de manipulaciones y procedimientos por los cuales cuando el ciudadanos dice A, una serie de cocineros dicen que el ciudadanos quiere decir B.
¿Sin cocina, cómo se pueden corregir problemas de sesgo en la muestra o el método empleado en una encuesta?
El método del CIS es el más científico de los que se aplican en España y en Europa en estos momentos. Hacemos las encuestas en el domicilio con una muestra bien hecha en todas las provincias, 390 puntos de muestreo. Es el único método que garantiza la representatividad de la muestra.
Insisto en mi pregunta. Si usted no hace cocina...
El CIS en los datos mensuales publica la información tal como sale. Ahora bien, cuando hay elecciones nosotros ya no preguntamos a los encuestados por quién votarían sino por quién van a votar un día concreto. Ahí nos dará unos datos ya no hipotéticos. Hay una proporción de respuestas que no te dicen a quién van a votar y eso puede llegar a ser hasta un tercio. ¿Cómo calculas tú la orientación de esos que todavía no saben a quién van a votar pero que acabarán tomando una decisión?
¿Me está diciendo que va a aplicar otra vez un método nuevo para la encuesta preelectoral que presentarán en unas semanas?
No es que sea un método nuevo. Todo el mundo está intentando estimar los modelos que permiten predecir el voto ahora, en el año 2019. Daremos la doble información; la objetiva y la probable, cayendo en el mismo riesgo en el que van a caer todas las casas de encuestas que nunca dicen cuál es el método que aplican. Nuestro método va a venir detalladamente explicado.
¿Siente que se la está jugando con esta encuesta?
Sin duda. Es un riesgo.
¿A qué se arriesga?
A equivocarnos, lo cual no es bueno ni para el CIS ni para la sociología en general. Hay parasociólogos que hacen quince proyecciones. Y claro, de esas quince alguna acierta. Y si hacen una el día que se han cerrado las urnas pues no te digo ya la probabilidad que tienes de acertar.
¿Está hablando de la encuesta de las andaluzas que realizó GAD3 bajo la dirección de Narciso Michavila?
Yo no estoy hablando de nadie. Yo estoy hablando de gente que lo que quiere es demostrar que ellos son muy listos.
Le digo lo de Michavila porque se detecta una tensión entre el presidente del CIS y el de una empresa como GAD3 que se dedica a lo mismo...
Yo no le conozco de nada y nunca se me ocurriría criticar a su empresa. No le conozco. Es un comandante de artillería. Me parece una profesión muy digna, igual que la de empresario que tiene actualmente. Pero creo que no es un experto.
Según los datos de su última encuesta, la suma de PSOE y Unidos Podemos sería del 47,8% de los votos. En 1982 con un porcentaje prácticamente idéntico, Felipe González obtuvo 202 escaños. ¿Estamos ante la posibilidad de que solo las candidaturas de Sánchez e Iglesias se acerque a los 200 escaños?
Si la única opción de la izquierda en este momento fuera el PSOE, podría ocurrir. Pero si va dividido en varios partidos y, a su vez, uno de esos partidos va dividido en varios subpartidos, es menos probable.
Que hay una mayoría progresista en estos momentos en la sociedad española es un hecho. Eso lo dicen todas las encuestas y los datos de adscripción ideológica. Hay una mayoría progresista de centro izquierda.
¿Usted cree que la llegada de Vox beneficia los intereses electorales del partido socialista?
No. Ni mucho menos porque llevan el debate de las necesidades políticas a parámetros propios del periodo de entreguerras y eso es terrorífico.
No le pregunto por la cuestión ideológica. Mi pregunta es en términos estrictamente electorales. Vox divide a la derecha y podría tensionar al votante socialista...
El problema ahí son las coincidencias: ¿Por qué se fotografían juntos?, ¿por qué gobiernan en Andalucía juntos? Ellos están en una competencia interna. Eso pasó también en el partido nacional socialista alemán: estuvo fragmentado en varias alas hasta que la famosa noche de los cuchillos largos una de las alas exterminó a los demás. Son tres caras de una derecha que está sesgada hacia las posiciones más extremas.
Por eso insisto en preguntarle si desde el punto de vista del partido socialista, electoralmente, la llegada de Vox supone una ventaja...
La llegada de Vox puede suponer una ventaja para el PSOE si hay una reacción de su electorado, si el electorado se moviliza para compensar lo que ha ocurrido en Andalucía. La izquierda se beneficia o no se beneficia si la gente vota. Si la gente no vota como ocurrió en Andalucía, entonces pueden ganar.
Antes de las elecciones andaluzas no había ese precedente...
Puede ocurrir que produzca un efecto vacuna. En este momento la mayor competencia que se está produciendo en España es a ver quién es más macho alfa, quién insulta más, quién descalifica, quién dice la mayor burrada sobre el presidente del Gobierno, quién propone la cosa más involucionista. Los tres líderes están compitiendo en ese terreno. Esto que le estoy diciendo es una opinión política, no un análisis sociológico.
Pues volvamos con la sociología. Con los datos que tiene usted ahora, ¿cuál es su previsión de cara a las elecciones del 28-A?
El resultado va a ser muy ajustado. Muy pocos votos pueden decidir qué ocurra al final.
Usted no duda que el primer partido va a ser el PSOE...
Hoy por hoy lo más plausible es que el primero sea el PSOE. Está concentrando votos y todo ese mensaje negativo que se lanzó sobre el PSOE y sobre Pedro Sánchez se ha disuelto. Pocas personas han sido tan denigradas en la vida política de España como Pedro Sánchez: algunos pensaban que era el peligro y el mal que si llegaba a La Moncloa todo se iría abajo. Ahora vemos que ese cliché que ha intentado construir la derecha más ultramontana de España sobre Pedro Sánchez se ha venido abajo.
¿Qué detectan sus encuestas sobre lo que le está pasando a Podemos?
Es un fenómeno curioso que se estudiará en los libros. Está por ver. Ha habido una descomposición desde el punto de vista de sus bases electorales.
¿Cómo ve a Ciudadanos? Hace aproximadamente un año algunas encuestas situaban a la formación de Rivera como el partido más votado y ahora está en discusión que puedan ejercer el sorpasso sobre el Partido Popular...
Eso fue una operación política. Lo que ha existido en España es una operación política de determinados empresarios, no muchos, vinculados a partidos políticos de la derecha que han intentado crear una especie de frente de apariencia de las encuestas.
¿Cómo ve la relación de fuerzas en el tripartito de la derecha?
Es incierto. De ese bloque extraño que han formado no sabemos cuál va a ser el primero. La historia demuestra que, en las competencias hacia la derecha, el partido que al final se impone es el más extremo. Ya lo vimos en Alemania en los años 30.
Pero en su última encuesta Vox solo tiene el 6% del voto...
Sí, pero tiene un voto oculto. En Andalucía nadie pronosticó a Vox más que entre uno o dos escaños. Y tuvo doce. Si se repite ese voto oculto, puede ocurrir de todo.
¿Se puede comer Vox al Partido Popular?
Puede ocurrir de todo porque ellos mismo le están alimentando.
Pero esto supondría que el líder de la oposición sería Vox...
Podría ocurrir.
¿Quién es el votante de Vox?
No lo sabemos porque todavía no tenemos recuerdo de voto. Lo sabremos después de las elecciones. Solamente lo tenemos medido en las elecciones andaluzas y ahí vemos que es un electorado heterogéneo. Hay una mezcla de elementos ultraconservadores, ultracatólicos con gente que quiere hacer un voto de castigo. Quieren darle a la democracia en donde más le duele a la democracia. Es una opción con un fuerte componente antidemocrático, que puede acabar tiñendo a toda la derecha española.
¿A estas alturas cree que el Partido Popular debería dar por perdida su mayoría en el Senado?
Es posible, pero no hay que olvidar que el PP tiene una estructura territorial potente y de redes y de intereses creados y demás que va a evitar que el PP se derrumbe totalmente. Pero no lo puedo decir con certeza.
¿Las opciones son entre un Gobierno de Sánchez o un tripartito de la derecha?
En la segunda de las opciones, habrá que aclarar si liderado por un partido o por otro. ¿Liderado por Vox, o liderado por quién?
¿Concibe la posibilidad en serio de que el Gobierno acabe en manos de un tripartito liderado por Vox con Santiago Abascal de presidente?
No es imposible. Si ellos están dispuestos como en Andalucía a apoyar al que más votos tiene, no es imposible. En el momento en el que tú pierdes la virginidad y aceptas formar parte de un Gobierno con Vox, pues ya te has convertido en equivalente y te has hecho a ti mismo intercambiable. Ellos se han metido en esa trampa y se han metido solos, igual que Ciudadanos, que puede caer mucho.
Es una probabilidad que existe. Pasó en Andalucía, que multiplicó los votos. Está todo abierto.
¿En qué medida cree que el movimiento feminista puede ser fundamental en estas elecciones?
Creo que va a ser muy importante. Las mujeres han tomado conciencia de que ellas pueden decidir. Si tienen capacidad para convertir su reivindicación en un voto útil van a dar un vuelco a las urnas.
Hasta ahora el voto femenino era un voto que se repartía por igual en todos los partidos. Ahora es la primera vez que puede ocurrir que algunos partidos tengan más de la mitad de los votos de las mujeres.
¿Cuánto calcula que va a ser el margen de error de las encuestas después de que se celebre el 28-A?
Creo que va a haber bastante posibilidades de que haya errores y vuelcos de última hora. Hay una cosa que no tiene estudiada la sociología. No sabemos qué criterios siguen los que toman su decisión de voto el último día. Lo único para lo que van a servir las encuestas es para situar a la opinión pública cuáles son las dos grandes opciones virtuales.
¿Pedro Sánchez le consultó a usted antes de convocar elecciones?
Yo jamás he dicho eso.
Pero usted sí dijo que el presidente consultó con muchas personas...
Sí, probablemente consultó. Pero es una decisión suya. Yo no puedo decir quién me consultó a mí. Consultó a muchas personas.
¿Sería ajustado decir que usted está en excedencia en la dirección del PSOE?
Sí. Yo presenté mi renuncia temporal. No voy a estar toda la vida en el CIS y es posible que vuelva a la ejecutiva, si la ejecutiva lo estima conveniente. Es un cese temporal en las funciones. Ahora, el CIS requiere de todo mi trabajo. Yo no paro.
Antes de que usted abandone esta casa, ¿preguntará el CIS por el rey?
El CIS indirectamente está preguntando continuamente por eso.
¿Cuándo preguntará el CIS directamente por la opinión que tiene la ciudadanía sobre la Casa Real?
Si en un momento determinado la opinión pública empieza a reclamar una república, el CIS tendrá que preguntar. Una pregunta específica sobre la Casa Real es igual que una pregunta específica sobre el código de la circulación.
No es lo mismo. El código de la circulación no da discursos en televisión sobre asuntos de Estado...
El rey siempre hace sus discursos con anuencia y con el sentido que le dice el Gobierno. No es un agente propio. Es una institución que no está puesta en cuestión en este momento.
Entiendo de su respuesta que una pregunta específica y directa sobre la opinión en torno a la Casa real no se va a producir por ahora...
No está previsto. Empezar a preguntar ahora y poner el foco en una cosa sería cuestionar y el CIS no tiene la función política de cuestionar a ninguna institución. Ni a esta ni a ninguna.