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Medina declaró en Anticorrupción que el primo de Almeida le dio el teléfono de la alto cargo que les compró el material

Luis Medina, uno de los comisionistas que hizo negocio con material defectuoso con el Ayuntamiento de Madrid, declaró en Anticorrupción que fue el primo de José Luis Martínez-Almeida quien les facilitó el teléfono de Elena Collado, la persona que centralizaba las compras de material y con quienes cerraron la venta de los test, mascarillas y guantes con precios inflados. “Yo le escribo a Carlos y él me dice, mira, te voy a pasar el contacto de esta persona”. La versión de Medina no coincide con la del alcalde.

Hasta ahora, Almeida había asegurado que Medina contactó con su primo a través de una persona conocida de ambos. Y ha reiterado que su primo le dio un email genérico del Ayuntamiento que se usaba para centralizar los procesos de contratación de material en situación de emergencia. Medina, sin embargo, asegura que escribió a Carlos Martínez-Almeida, cuyo contacto había conseguido a través de una conocida, y que este le da directamente el teléfono de Elena Collado y no un email. Es Collado quien trató con el socio de Medina, Alberto Luceño, todos los detalles de los contratos para la compra de material, que se negoció entre mensajes de WhatsApp y llamadas, y que reportó a estos dos empresarios seis millones de euros en comisiones.

En la declaración en la Fiscalía, a la que ha tenido acceso elDiario.es, Medina comienza diciendo que “conocía a alguien cercano al Ayuntamiento”, y que Alberto Luceño le había pedido previamente que le buscara un comprador para el material que podía traer desde China. Medina cuenta cómo se pone en contacto con el primo del alcalde, al que se refiere erróneamente como su hermano.

“Quien me pasa el contacto del Ayuntamiento es la directora de mi antigua universidad, me dice yo conozco bien al hermano del alcalde, Carlos. Me da su número y yo le escribo a Carlos, y él me dice mira te voy a pasar el contacto de esta persona...”. Medina aclara que esa persona es Elena Collado, alto cargo del Ayuntamiento y consejera de la Funeraria municipal, la empresa a través de la que se compró el material.

El fiscal Luis Rodríguez Sol le pregunta entonces por su relación con el alcalde. Medina niega que hablase con José Luis Martínez-Almeida del contrato en ese momento, y refiere solo un mensaje de agradecimiento. El fiscal le interrumpe, y le dice que en el sumario hay alusión a una llamada. “Bueno me llamó, no me acuerdo bien, para darme las gracias”, admite Medina, que insiste en que no tiene “ninguna relación con el alcalde”.

En los 40 minutos que dura la declaración, que tuvo lugar el 13 de abril de 2021, Medina se presenta como un comisionista internacional que no ha tenido ninguna intervención en la venta del material al Ayuntamiento, y que se limita a poner en contacto a Luceño –a quien conoce desde hace 15 años– con el consistorio. “No es delictivo, yo no tenía nada que ver, yo solo les puse en contacto”, resume al final de su declaración.

Medina afirma que pactó con Luceño llevarse un tercio de las comisiones, que otro tercio sería para el propio Luceño y el resto para la empresa de Malasia. Afirma que se enteró un día antes de ir a declarar de que su socio le había engañado y se había llevado mucho más dinero fijando él los precios: “Eso es lo que sabía hasta ayer por la tarde, que me entero de lo que este señor se ha llevado”. También se sorprende al ver que en los documentos que presentó ante su banco hay firmas falsas: “Yo me fio de este chico, la verdad es que llama la atención, soy un mero... yo solo he puesto en contacto a dos personas”, insiste, y responsabiliza de la elaboración de esos documentos a Luceño.

“No hay nada gratis”

A preguntas del fiscal, Medina dice que él no informó al Ayuntamiento de la comisión que se iba a llevar, pero que dio por hecho que sabían que “no hay nada gratis”. Asegura que al final solo se llevó un 10% del precio total y que eso entra dentro de los márgenes del comercio internacional. Justifica además que estaba haciendo negocios con otros países y que en “esa época las comisiones eran mayores porque había mucha demanda y muy poca oferta”.

Medina también resta importancia a que los test fueran defectuosos pero sí que dice que se alarmó al ver la mala calidad de los guantes que vendieron al Ayuntamiento, aunque también se justificó por ello: “Nadie veníamos del sector del material médico”. Insiste en que él se desentendió de los detalles del negocio y se limitó a cobrar su parte. “Me llamaba de vez en cuando Alberto [Luceño] para medio ponerme al día, pero tampoco me contaba muy bien las cosas”, insiste.

El fiscal también le pregunta por el destino final del dinero, a lo que Medina responde con un: “A mis gastos, a mis cosas”. El fiscal le insiste en que tiene que conocer a dónde fueron los fondos, y Medina admite la compra del yate, y dice que lo puso a nombre de una sociedad de Gibraltar porque aún no sabe dónde lo quiere tener amarrado; detalla también la compra de los bonos y algunas transferencias más. El fiscal le advierte de que parte de sus bienes pueden ser embargados; cuando el juez lo ha intentado, Medina ya no tenía dinero en las cuentas.

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Nuestros lectores fueron los primeros en conocer este nuevo caso de corrupción, porque fueron los periodistas de elDiario.es quienes destaparon esta exclusiva, una semana antes de que todos los demás medios se hicieran eco. No es la primera vez que ocurre: ya pasó con el contrato de mascarillas por el que el hermano de Ayuso cobró una comisión. También entonces elDiario.es fue el primer medio que lo contó.

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