“Yo es que llevo negociando toda mi vida” y “el presidente es consciente de la necesidad de hablar mucho y negociar”. Con estas dos frases y algunas otras muy parecidas, el nuevo portavoz del Gobierno ha puesto su cara más amable en su estreno ante los periodistas, pero ha huido ante la reclamación de mantener una conversación informal. “Ya tendremos días, os dejo”, ha dicho acelerando el paso y yéndose rápidamente. Antes había reconocido que la tarea hecha por la vicepresidenta era “muy difícil de llevar”.
Íñigo Méndez de Vigo ha dado una veintena de turnos de palabra aunque se han quedado varias manos levantadas. ¿Su explicación? Otra broma para salir del paso: “Hay que dejar a los amigos para otra vez que si no, no vuelven”. El portavoz, mucho menos rígido que la vicepresidenta, ha contestado a las preguntas leyendo las notas que llevaba preparadas aunque intercalando sus contestaciones con continuas bromas.
A la hora de vender el carácter dialogante del nuevo equipo, Méndez de Vigo se ha lanzado con entusiasmo. Igual que ha hecho a la hora de calificar la gestión del pasado gabinete y de las aspiraciones del nuevo: “El Gobierno confía en cumplir el objetivo de déficit del 4,6%. Y eso es una buena cosa. Hacienda ha informado también de cómo van los ingresos y van bien, incluso en una muy buena dirección”.
Méndez de Vigo se ha esforzado en subrayar su disposición y la de todo el equipo de Gobierno en negociar dada su minoría en el Congreso y ha insistido en el nuevo pacto de Educación al que pretende llegar dado su compromiso con Ciudadanos. Como se esperaba, se ha concentrado en que una futura subcomisión del Congreso abordará el pacto por la Educación para el que cuenta con el apoyo de Ciudadanos y en poner el foco en la congelación de las reválidas. Ha anunciado que próximamente se tramitará la orden ministerial.
La nueva cara del Ejecutivo ha desvelado que el principal consejo que el presidente les ha dado en su primera reunión ha sido el de la obligación de “hablar mucho y dialogar” y que a él en particular le ha pedido una buena relación con los periodistas. “Ayer me dijo que fuera amable con ustedes. No me dijo nada de si ustedes serían amables conmigo”, ha dicho entre risas.
Preguntado por si serán suyas todas las competencias en materia de Comunicación, lo que supone contactos a alto nivel con los principales responsables de los grandes grupos, Méndez de Vigo ha dicho que espera que así sea. Hasta ahora, la vicepresidenta y su jefa de gabinete, María González Pico, han sido quienes han realizado esa tarea, lo que ha provocado muchas suspicacias entre el resto de ministros. “Espero que pasen a ser de mi competencia”, ha respondido el portavoz.
Por el momento, la Secretaría de Estado de Comunicación ha pasado a ser un organismo autónomo y no ministerial, por lo que el BOE ha publicado su supresión en cuanto al tipo de organismo. En el próximo Consejo de Ministros se le catalogará como un departamento que dependerá en exclusiva de Rajoy y no de un ministerio.
Fuentes de Moncloa aclaraban que se publicará un nuevo decreto en una o dos semanas en el que quedará claro que no depende ni del ministerio de Presidencia ni del ministro de Educación sino que será controlado directamente por Carmen Martínez Castro y, de esta forma, por el jefe del Ejecutivo.