Las mentiras que ha dicho Cristina Cifuentes en su comparecencia sin preguntas
Forzada a dar alguna explicación verosímil tras cinco días de absoluto silencio por el máster con notas falsificadas, Cristina Cifuentes ha comparecido este lunes ante el PP madrileño y se ha presentado como víctima de ataques “feroces”. Entre otras cosas, ha anunciado una querella contra eldiario.es.
En su discurso, ha reiterado la versión que dio la universidad el primer día, cuando salió el rector con los dos profesores. Una versión, la del “error de transcripción de las notas”, que ya ni la dirección de la Rey Juan Carlos cree, por lo que ha abierto una investigación. Estas son las falsedades a las que ha recurrido en su argumentación.
CIERTO A MEDIAS. “En 2011-2012 me matriculé en un máster sobre financiación de las comunidades autónomas”. Es verdad que se matriculó en 2011-2012 y pagó las correspondientes tasas, algo más de 1.500 euros. Pero Cifuentes oculta que se volvió a inscribir en noviembre de 2012 para presentar el Trabajo Fin de Máster porque, contra lo que ha dicho, no había acabado. Pagó los gastos de secretaría, 6.11 euros, para poder presentarlo, como quedó reflejado en el sistema informático de la propia Universidad Rey Juan Carlos (abajo), tal y como publicó eldiario.es. Es decir, Cifuentes no lo aprobó todo ese mismo año, como dijo el rector en la rueda de prensa. La propia presidenta, en su primera versión a eldiario.es, admitió que se había dejado “2 ó 3 asignaturas”, una versión que luego ha eliminado de su discurso.
FALSO. “Al término de ese máster defendí el correspondiente trabajo”. O no lo defendió o, si lo defendió, suspendió, porque cuatro meses después volvió a pagar (los 6.11 euros arriba referidos) para defenderlo. Tras la publicación de estos registros de pago en secretaría, la Universidad Rey Juan Carlos anuncia que abre la investigación, confirmando así que ni la propia universidad lo tiene claro. ¿Por qué alguien se iba a matricular de una asignatura ya aprobada? El sistema informático no le hubiera dejado. Incluso queriendo creer la versión de la presidenta, tampoco es factible que defendiera “el correspondiente trabajo” porque el supuesto error informático le mantenía como no presentada en la asignatura de Pablo Chico: para presentar el Trabajo hay que tener todas las asignaturas aprobadas, como dice el reglamento de la propia URJC.
FALSO. “[Un trabajo] que fue objeto de consideración y calificación por un tribunal”. Si se defendió ante el tribunal que aparece en el acta que presentó Cifuentes, se trata de un tribunal ilegal que invalidaría ese notable. La normativa de la URJC es muy clara: un miembro de esa comisión evaluadora debe ser de otra universidad para asegurar la independencia de la evaluación. Además, los otros dos miembros deben ser funcionarios. Pues bien, su tribunal no cumplía ninguno de los requisitos.
FALSO. “Por un error informático ajeno a mi responsabilidad [...] se reflejó no presentados”. Esto es mentira según la primera versión de Cristina Cifuentes, que dijo a eldiario.es, literalmente, que Cifuentes “se dejó varias asignaturas, a las que no se presentó en primera instancia”. Hasta la Universidad Rey Juan Carlos está dudando de esta versión y por eso abre una investigación.
FALSO. “El propio profesorado hace las gestiones oportunas para subsanar el error”. Hemos conocido un mail que mandó Pablo Chico de la Cámara sobre la asignatura de 'Financiación de las comunidades autónomas'. Sin embargo, ¿dónde está el mail que pide cambiar de “no presentado” a “notable” el Trabajo Fin de Máster? No hay rastro. En cualquier caso, para cambiar en el sistema informático una nota tres años después del examen hay que abrir las actas, no se pueden cambiar ni por mail ni por teléfono. Una vez cerrada un acta solo se puede modificar siguiendo el procedimiento establecido por cada universidad, que pasa por procesos complejos que implican al decanato, secretaría y al propio profesorado. Todo esto deja un rastro y una documentación que en este caso no se ha presentado.
FALSO. “Y así lo han corroborado todos los documentos que he remitido”. Los documentos que aportó no demuestran que cursara verdaderamente el máster, y por eso tampoco la universidad los considera suficientes y abre una investigación. Las notas son el resultado de la presunta falsificación hecha por Amalia Calonge en 2014 y están en poder de eldiario.es desde el primer día. No las publicamos precisamente por su falta de relevancia. El pago de la matrícula sí queda acreditado, pero nadie ha puesto en duda que se matriculara o pagara.
El acta del Trabajo de Fin de Máster que ha presentado tiene un tribunal conformado de manera ilegal, de modo que más que aclarar su honestidad, la enturbia. El correo del profesor pidiendo que se cambie la nota, lejos de exculparla en el proceso, demuestra que se cambió una de las notas de manera absolutamente irregular.
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