La canciller alemana, Angela Merkel, instó hoy a impulsar el diálogo interreligioso al recibir en el Museo Judío de Berlín el Premio Abraham Geiger por su respaldo al florecimiento de la vida judía y al pluralismo en Alemania.
“Abraham Geiger fue un precursor del diálogo”, dijo Merkel evocando al rabino liberal que le da el nombre al galardón.
“Él era consciente de las similitudes entre las religiones, sus estudios sobre el Islam son ejemplares. Además, era consciente de que la fe necesitaba también reflexión y conocimiento”, agregó.
Merkel, en sus palabras de agradecimiento, resaltó la importancia de entrar en diálogo con otras religiones de cara al alto flujo de refugiados que está llegando a Europa y dijo que para ello había que ser consciente de las propias raíces religiosas y de los valores europeos.
“Sólo entendiendo las propias raíces religiosas se pueden entender otras religiones. El conocimiento de las religiones fomenta la tolerancia”, afirmó la canciller.
Merkel abordó también la preocupación por nuevas formas de antisemitismo que se escudan en críticas a Israel y las preocupaciones de la comunidad judía de que ese fenómeno sea importado con la llegada de refugiados de determinados países donde eso forma parte de la discusión pública.
“Entiendo esas preocupaciones y las tomaré siempre en serio, tenemos que enfrentar el fenómeno a traves de la integración y nuestro gran reto es lograr acercar a la gente que llega a nuestros valores”, dijo.
El premio, dotado con 10.000 euros, fue otorgado por el Abraham Geiger College, de la Universidad de Potsdam, que es un centro de formación de rabinos liberales
Merkel donó el monto del premio al programa “Dialogoperspektiven” (Perspectivas de diálogo) que se dedica precisamente a impulsar el diálogo interreligioso y el diálogo de las religiones con otras formas de ver el mundo.
Merkel insistió en su discurso en que la base del diálogo tienen que ser los valores de la constitución alemana que fueron una respuesta a la quiebra que representó la era nazi.
“Nuestra constitución nos permitió un nuevo comienzo y a la vez mantener la consciencia de nuestra responsabilidad por los horrores dle pasado”, dijo.
La canciller resaltó ante todo el artículo 1 de la constitución, que declara la dignidad humana como algo inviolable, y subrayó que es algo que vale para todos sin distinción de religiones o de niveles de formación.