La Mesa del Congreso de los Diputados, donde PSOE y Sumar tienen mayoría, ha aplazado este martes su decisión sobre si admite o no a trámite una proposición no de ley de Junts en la que insta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una moción de confianza en el Parlamento. La iniciativa se abordaba por primera vez este martes en el máximo órgano de decisión de la Cámara Alta, y las fuerzas del Gobierno se han planteado en las últimas horas tumbarla, aunque finalmente han optado por no calificarla y, por tanto, aplazar su posición, según han confirmado fuentes parlamentarias, para estudiar más a fondo su contenido.
Precisamente este lunes se conoció un informe de 14 páginas de los letrados del Congreso que aborda la conveniencia o no desde el punto de vista legal de que se admita a trámite la mencionada iniciativa, algo que es competencia exclusiva del presidente del Gobierno. Pero los servicios jurídicos no dieron una respuesta clara y terminaron por lavarse las manos y pasarle la patata caliente a los grupos parlamentarios representados en la Mesa.
“A la vista de los precedentes existentes, no cabe extraer una línea de actuación unívoca por parte de la Mesa. Partiendo de la premisa de que nos encontramos ante una proposición no de ley, el resultado de la votación de esta iniciativa, si fuera admitida y sometida al Pleno, carecerá de impacto jurídico alguno en la relación de confianza existente entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo”, apunta ese informe.
El escrito añade que, al no existir precedentes, “corresponde a la Mesa fijar un criterio, que probablemente servirá como referencia para la decisión en torno a la admisión a trámite de otras iniciativas de control en el futuro”.Eso sí, en el caso de ser admitida a trámite, los servicios jurídicos sugieren a Junts que reformulen su iniciativa. “Cabría solicitar al grupo parlamentario autor de la iniciativa la reformulación de la misma para reforzar el carácter exclusivamente político de la misma”.
Junts decidió presentar la iniciativa después de que su máximo líder, el expresident Carles Puigdemont, considerara la semana pasada que Sánchez “no es de fiar” por los incumplimientos de sus acuerdos. “Los avances son escasos, la descoordinación entre lo que se aborda en Suiza y la práctica del Gobierno es muy preocupante”, expuso el expresident, que resumió asegurando que la confianza entre el bloque que dio la mayoría a Sánchez “se ha roto”.
Someterse a una cuestión de confianza es una potestad que únicamente compete al presidente del Gobierno y que Junts no tiene forma de forzar. Pero la formación independentista se limitó a registrar la mencionada proposición no de ley para reclamar a Sánchez que vuelva a pedir el acuerdo del Congreso con el objetivo de abrir un debate sobre la confianza de los grupos que ya le mostraron apoyo en septiembre de 2023.