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El PSOE critica el “entusiasmo cero” de Díaz Ayuso y tilda su discurso de “ultraliberal”
“Si hay una palabra en la que hemos coincidido los tres partidos que acordamos esta Investidura –PP, Ciudadanos y Vox– es la palabra Libertad. Y será este concepto básico en nuestras actuaciones. Libertad, bajada de impuestos y eficacia en los servicios públicos: así se resume nuestro contrato con la sociedad”. El liberalismo fue el eje del discurso de investidura de Isabel Díaz Ayuso, que el pasado agosto se convirtió en la octava presidenta de la Comunidad de Madrid.
Tras el sermón de la candidata popular, que fue leído palabra por palabra durante toda su intervención, se escondía en gran parte el trabajo del principal asesor de la candidata popular, Miguel Ángel Rodríguez, exportavoz y exsecretario de Estado de Comunicación de los gobiernos de José María Aznar que, según ha trascendido este martes, ha sido nombrado jefe de Gabinete de Díaz Ayuso.
Rodríguez fue fichado en enero por el líder del PP, Pablo Casado, para que diseñara la campaña de Ayuso, una de las grandes apuestas electorales –y una de las más arriesgadas– del presidente de la formación conservadora para las autonómicas del 26 de mayo. Y en verano se convirtió en uno de sus principales asesores, tarea que ahora ve premiada por la presidenta madrileña, que le sitúa al frente de su oficina personal.
En los comicios Ayuso no ganó. Le superó el PSOE de Ángel Gabilondo. De hecho, en el historial de la candidata popular y, en consecuencia, en el de Rodríguez como su principal asesor, quedará la pérdida para el PP del puesto de partido más votado por primera vez en 28 años. La suma de los populares con Ciudadanos –con quienes han logrado un acuerdo de Gobierno de coalición– y Vox le convirtieron de todas formas en presidenta para hacer, como explicaba en su discurso, que “Madrid siga siendo una región con altas cotas de libertad y progreso social”.
Dirigentes del PP consideran a Rodríguez como uno de los principales muñidores del acuerdo de las tres derechas, una alianza soñada por su padrino político, Aznar, que Casado hizo suya nada más lograr la presidencia del partido, en julio de 2018. Como explicó en su día El Español, durante las negociaciones a tres en el domicilio del asesor popular en el municipio madrileño de Majadahonda se reunió varias veces el equipo más cercano de la nueva presidenta regional.
Como cachorro del 'aznarismo', Rodríguez se hizo conocido por su bronco tono y sus dificultades con la prensa en su época como portavoz del Ejecutivo, entre 1996 y 1998. El primer cargo político del consultor de Díaz Ayuso fue como colaborador de Aznar durante su mandato en Castilla y León, donde asumió el cargo de portavoz de la Junta de Castilla y León, con 22 años. Tras el nombramiento de José María Aznar como candidato del PP a las elecciones generales pasó a ser director de Comunicación del Partido Popular, con 24 años, entre 1988 y 1996.
Con Aznar como presidente del Gobierno fue nombrado secretario de Estado de Comunicación en 1996, cargo desde el que ejerció la portavocía del Gobierno. En 1998 el Gobierno le condecoró con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica y ese mismo año abandonó la política activa y pasó a ser presidente de la multinacional CARAT España (de 1999 a 2006), y a su vez ha colaborado para la fundación FAES que preside el propio Aznar.
De esa fundación provienen también algunos de los principales miembros de la actual cúpula popular como la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, o el jefe de Gabinete del propio Casado, Javier Fernández Lasquetty. El líder del PP impulsó la reconciliación con el 'aznarismo', que durante años estuvo apartado del partido por sus discrepancias con el expresidente Mariano Rajoy –a quien consideraban demasiado blando en sus postulados– también desde que ganó las primarias de 2018.
Tras la pérdida del gobierno del PP en 2004, las actividades principales de Rodríguez han sido el periodismo, la comunicación, el asesoramiento de imagen y la literatura, ya que es autor de seis novelas.
También ha colaborado con distintos medios de comunicación como tertuliano, donde siempre ha estado rodeado por la polémica. En 2011 fue condenado a indemnizar con 30.000 euros por un delito de calumnias al excoordinador del servicio de urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), Luis Montes, a quien llamó “nazi” en varios programas de televisión después de una campaña de persecución del PP que acusó al doctor de sedar ilegalmente a varios pacientes, causa por la que el médico fue absuelto en 2008.
Adalid del “liberalismo” y defensor a ultranza de las políticas privatizadoras del PP de Madrid, Rodríguez recibió en cambio cientos de miles de euros en ingresos por publicidad institucional por parte de los gobiernos madrileños de Esperanza Aguirre e Ignacio González para un proyecto frustrado de televisión que nunca vio la luz.
El hoy jefe de Gabinete de Ayuso se sitúa entre los grandes beneficiados entre 2006 y 2016 por el reparto de anuncios del Canal de Isabel II – que distribuyó 55 millones de euros en publicidad–, organismo público administrador del agua en Madrid gestionado directamente por el Gobierno de la comunidad. El proyecto frustrado de televisión por Internet –nuevatelevision.es– del exportavoz del Gobierno de Aznar recibió casi 600.000 euros del Canal de Isabel II.
El propio Míguel Ángel Rodríguez declaró sin embargo al diario Infolibre en 2016 que tuvo que cerrar su canal online “porque suponía mucho gasto”, pese a la inyección económica que recibió de la sociedad pública.
En mayo de 2013 Rodríguez fue detenido y puesto a disposición judicial después de provocar un accidente con su coche y cuadruplicar la tasa legal de alcoholemia. El hoy asesor de Ayuso golpeó con su coche a dos vehículos que estaban estacionados en el lateral izquierdo de una calle de Madrid. Después pegó un volantazo y chocó contra otro aparcado en el derecho.
Los policías sometieron a Rodríguez a la prueba de alcoholemia. En un primer control dio un resultado de 0,99 gramos de alcohol por litro de aire espirado; en el segundo, subió a 1,02. El límite legal es de 0,25 gramos. Tras la ola de comentarios generados por la noticia, el exportavoz del Gobierno de Aznar recurrió entonces a Twitter para disculparse por lo ocurrido. “En estas horas tan terribles necesito pedir perdón a las tres personas cuyos coches dañé ayer y a la sociedad por mi mal ejemplo”, escribió.
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