Los ministros de Defensa de la OTAN abordarán mañana en Bruselas el refuerzo de sus efectivos en el este de Europa y continuarán la preparación de nuevas fuerzas de despliegue rápido, en su primera reunión ministerial tras la cumbre de líderes aliados de septiembre pasado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, presidirá una reunión en que se hará un balance del plan de acción de disposición aliada, respaldado en la cumbre de Gales (Reino Unido).
Analizarán también las amenazas a la seguridad en el este de Europa con la “agresión” rusa en territorio ucraniano y con la pujanza del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
Los ministros evaluarán la preparación de la puesta en marcha de modo interino a partir de este año de una nueva fuerza de alta disponibilidad para defender a los aliados de cualquier amenaza, tanto en el este europeo como en Oriente Medio o el norte de África.
La decisión final sobre la concepción de esta unidad no se producirá hasta la próxima reunión de Defensa de junio.
Pero en esta ocasión se esperan los ofrecimientos de aliados para actuar como “nación marco” u organizadora de esta nueva fuerza, que se podría declarar plenamente operativa en la cumbre aliada prevista en Varsovia para mediados de 2016, según fuentes diplomáticas.
Fuentes aliadas apuntaron a Francia, Alemania o Reino Unido como posibles países que se ofrecerán a asumir el liderazgo rotatorio para esa unidad, cuyo objetivo será desplazar una brigada (entre 4.000 y 5.000 efectivos) en unos días, en lugar de semanas.
Para 2015, Alemania, Noruega y Holanda ya han anunciado que asumen el liderazgo de la fuerza interina.
Esta nueva unidad de alta disponibilidad mejorará a la actual fuerza de reacción de la OTAN (RNF), para la que este año España garantiza el componente naval y, el próximo, el terrestre.
Por otra parte, se prevé que los ministros aborden una nueva iniciativa, las “unidades de integración de fuerzas” de la OTAN (NFIU), pequeñas estructuras de entre 30 y 40 efectivos en Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, Rumanía y Bulgaria cuya tarea principal será “estar preparados para un refuerzo de tropas aliadas caso de necesidad en esos países”, dijeron fuentes de la Alianza.
Estarían compuestas de material “preposicionado”, equipos pesados (como combustible, raciones, equipos de protección) que, al estar ya sobre el terreno, permitirían un despliegue más rápido de las tropas que fueran llegando.
La OTAN va a empezar a preparar estas unidades, que se espera que estén operativas “a finales de año”, según las fuentes.
“Lo que vamos a tomar son medidas defensivas proporcionadas ante un cambio de la situación de seguridad”, dijeron fuentes aliadas.
Los ministros también abordarán en su almuerzo “de manera” informal los retos para su seguridad, aunque no está previsto que entren en profundidad en el debate sobre la posibilidad de armar al Ejército ucraniano para hacer frente con más garantías a los rebeldes prorrusos del este del país, según fuentes diplomáticas.
Stoltenberg ya dejó claro la semana pasada que la OTAN aporta “un apoyo político y práctico importante” a Ucrania para que defienda su soberanía e integridad territorial pero recordó que en tanto que organización no dispone de armamento, y por eso son los Estados miembros los que deben responder a esa cuestión.
El embajador estadounidense ante la Alianza, Douglas Lute, afirmó hoy que el debate sobre armar a Ucrania sigue a nivel interno en Estados Unidos y no previó que el secretario de Defensa de ese país, Chuck Hagel, vaya a anunciar mañana ante sus aliados ningún cambio de postura.
Además, insistió en la necesidad de evaluar los “beneficios y los costes” de tal decisión, algo que Rusia, que sigue negando la presencia de sus tropas en el bando rebelde en el este de Ucrania, ya ha avisado de que tendría “consecuencias irrevocables”.
Los ministros también asistirán a una reunión rutinaria del grupo de disuasión nuclear y de la comisión OTAN-Georgia, y agradecerán a ese país su alta contribución a la nueva misión aliada de formación de las fuerzas de seguridad afganas.
Igualmente le garantizarán más interoperabilidad y cooperación en ejercicios, así como un refuerzo de la oficina de la Alianza en Tiflis.