La decisión del Tribunal Supremo de avalar la exhumación de Franco ha sacudido la precampaña electoral. Por unanimidad, los jueces han decidido que el cadáver del dictador debe ser trasladado al cementerio propuesto por el Gobierno, Mingorrubio, en el barrio madrileño de El Pardo. Los partidos políticos han comentado rápidamente esta decisión, avalada por PSOE y Podemos, y fuertemente criticada por Vox. Las asociaciones de memoria histórica han celebrado el fallo judicial, aunque lamentan que, al final, Franco salga del Valle los Caídos para ser enterrado en un lugar público. En el horizonte, más allá de la sentencia del Supremo, está la configuración de las listas electorales del 10N, con la principal incógnita de cómo (y con quién) se presentará la formación de Íñigo Errejón.