La moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez que se empieza a debatir este miércoles en el Congreso de los Diputados ha profundizado la brecha que existe en la derecha española dividida en tres –PP, Vox y Ciudadanos– y ha sumido al principal partido de la oposición, el Partido Popular, en el desconcierto.
En medio de las presiones internas en direcciones opuestas –los principales barones apuestan por el 'no' mientras otros sectores abogan por la abstención–, tras la intervención de Santiago Abascal en el Pleno la dirección de Pablo Casado seguía sin revelar una decisión sobre el sentido del voto ante la iniciativa de la extrema derecha, y ni siquiera era capaz de aclarar cuál de sus dirigentes será el encargado de defender la postura del PP durante el debate en su turno de intervención que, según fuentes parlamentarias, llegará para los populares en la mañana del jueves.
“El PP no va a apoyar la moción de censura”, se limitaba a señalar el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, durante una rueda de prensa improvisada en el receso del Pleno.“Debatimos una moción que va a ser un fracaso para Vox y un triunfo para Sánchez. Hoy Sánchez sale reforzado”, señalaba el 'número dos' del PP. A su juicio, “lo que necesita España es el proyecto de Pablo Casado” porque “Casado vence a Sánchez en Europa, esa es la verdadera censura a Sánchez en Europa”. Para García Egea, “esto no es una moción de censura, es una tomadura de pelo”. “Su propia inutilidad la convierte en un espectáculo circense. Regala a Sánchez un magnífico marco para lucirse”, ha denunciado.
García Egea ha criticado el “oportunismo político” de Vox al que ha acusado de lanzar una moción “inoportuna porque con lo que está cayendo en España esto es una pérdida de tiempo y una falta de respeto”. “Supone una magnífica cortina de humo para Pedro Sánchez. Es una vergüenza para todos que hoy en el Congreso no estemos hablando de lo que realmente importa a los españoles. Algunos ven la política como espectáculo, el PP la ve como solución”, ha añadido, para concluir que la iniciativa de Vox “fortalece y polariza” al país y “es el único éxito del Gobierno de Sánchez en dos años de gobierno”. “Vox es la derecha que más conviene a la izquierda”, ha zanjado.
“En política nunca nada es definitivo y hay que estar preparado para todo” fue la consigna que repitieron una y otra vez este martes los distintos dirigentes del partido consultados por este diario acerca de la moción de Vox, para tratar de justificar así su opacidad ante un debate con el que el candidato a la presidencia del Gobierno, Santiago Abascal, pretende disputar al PP la hegemonía en el centro derecha y el liderazgo de la oposición al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
A primera hora del martes la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, daba a entender que sería el propio Casado quien intervendría durante la moción. Distintas fuentes del partido explican que este sería el procedimiento “lógico” para tratar de rebatir a Abascal y tras conocerse que por parte del Gobierno intervendrán tanto el presidente, Pedro Sánchez, como el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Por la mañana, en una entrevista en TVE, Gamarra aseguró que en las mociones de censura presentadas en el parlamento “siempre ha sido el presidente del partido” el que ha llevado “a cabo” la defensa de la posición de los populares. “No creo que vayamos a cambiar”, señalaba.
“Ni nos ocupa ni nos preocupa”
La dirección de Casado cuestionó minutos después las palabras de su propia portavoz parlamentaria y negó que estuviera tomada la decisión de que vaya a ser Casado quien defienda la postura del PP en el debate. “Oficialmente se conocerá en su momento”, aseguraron a este diario dirigentes de la más alta responsabilidad en Génova 13, sin especificar cuándo harán público quién será su portavoz durante la moción. Gamarra salió en rueda de prensa al mediodía, tras la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso, y también se desdijo de sus palabras de apenas unas horas argumentando que lo dicho en la entrevista de TVE respondía a “ese momento”.
“La moción de censura empieza mañana [por este miércoles], se desarrollará durante 48 horas y la estrategia es la que es. Y en política nunca nada es definitivo y hay que estar preparado para todo”, aseguró Gamarra que trató de esquivar con esos argumentos cada una de las preguntas de la prensa sobre quién será el portavoz del PP en el debate y cuál será el sentido de su voto. “Como muy bien dijo ayer [por el lunes] Casado, ni nos preocupa ni nos ocupa, y no es nuestra prioridad”, señaló sobre la moción de Vox, haciendo alusión a la indiferencia mostrada el lunes por el líder del PP, que con su falta de claridad prolongó el suspense sobre el posicionamiento de su partido.
Fuentes de la dirección de Casado insisten en que prefieren evitar “dar pistas” a sus adversarios políticos ante el debate de la moción de censura, que Vox justifica en la gestión del Gobierno de la pandemia, que también ha sido duramente criticada por el PP al acusar al Ejecutivo de “mentir” en las cifras de fallecidos, de provocar muertos y de tratar de instaurar una dictadura aprovechando la coyuntura de la pandemia. “Están pasando muchas cosas muy rápido”, remarcan esas mismas fuentes para argumentar que ante un escenario cambiante no deben aventurar cuál será su papel durante el Pleno.
Génova 13 trata de dejar claro, en todo caso, que no espera que ninguno de sus 88 diputados rompa la disciplina de voto durante la votación de la moción del jueves. Tampoco la de la exportavoz en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, que tras su fulminante cese por parte de Casado, el pasado agosto, trata de mantener el protagonismo con un canal de Youtube en el que el domingo lanzó el lema “no al no” para pedir a la dirección de su partido que no opte por rechazar la iniciativa de la extrema derecha.
Vox compara al PP con las “vacas que mugen mirando al Cantábrico”
Los diputados del PP, no obstante, no han podido mantener un debate interno con la dirección de Casado sobre la moción de Vox. Gamarra no les convocó a ninguna reunión específica para hablar del asunto y, a última hora del martes, esperaban la directriz de la dirección para saber qué tendrán que votar: un 'no' o la abstención. Algunos parlamentarios explicaron a este diario que esperaban una posible reunión del grupo para este miércoles, aunque la cita no está confirmada.
En Génova 13 temen que un 'no' a la iniciativa de Vox podría poner en riesgo las buenas relaciones con los de Abascal que les apoyan en distintos gobiernos autonómicos como Madrid, Andalucía y Murcia. También teme la dirección popular que esa negativa les enfrente a las terminales mediáticas que apoyan la moción de la extrema derecha, y entre cuyo público están exvotantes o potenciales futuros votantes del PP.
La abstención, en cambio, cuestionaría el enésimo intento por girar al centro emprendido por Casado en verano con la destitución de Álvarez de Toledo, y arrinconaría al partido a un bloque extremista en el que existe el riesgo de que Vox marque cada uno de los pasos de la dirección popular.
De momento, el partido de extrema derecha ya se mofa sobre el titubeo y la falta de claridad de la dirección de Casado ante su moción contra Sánchez. “El partido que antiguamente era el líder de la oposición ahora es simplemente un partido contemplativo, es como esas vacas que mugen mirando al Cantábrico contemplando el horizonte”, ironizó este martes el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.