Era el año 2003 y un entonces desconocido líder del PSOE saltó a los titulares al permanecer sentado durante el paso de la bandera de Estados Unidos ante la tribuna de autoridades. El eje fundamental de la campaña electoral de José Luis Rodríguez Zapatero fue el rechazo a la invasión de Irak perpetrada por el presidente nortemericano George W. Bush con el apoyo de la España de Aznar. El PSOE defendió que esa decisión era “coherente” con el rechazo social hacia la guerra y calificó de “desvergüenza” que Aznar convirtiera el desfile en “un acto partidista de apoyo a una guerra ilegal en Irak”. El desplante le costó una crisis diplomática con el Gobierno de Bush.
Mariano Rajoy dejó claro en 2008 que el desfile que conmemora el Día de la Hispanidad era un “coñazo”. Lo hizo al dejarse un micrófono abierto durante una reunión del Partido Popular. Mientras los medios gráficos grababan imágenes de recurso de los dirigentes del partido, Rajoy le comentó a Javier Arenas: “Este domingo tengo el coñazo del desfile... En fin, un plan apasionante”.
Los abucheos al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se convirtieron en la tónica habitual durante los últimos desfiles a los que asistió. Los gritos no pudieron ocultarse en 2011, último desfile con el líder socialista del PSOE en el poder, a pesar del dispositivo especial diseñado para blindar la tribuna de autoridades. Para intentar evitar el jaleo, no se anunció por megafonía la llegada de autoridades, se pidió respeto a través de las pantallas gigantes y se situó al público más lejos que en otras ocasiones. Todas las medidas de Defensa no pudieron evitar el griterío.
Hace un año el rey echó una reprimenda a Rajoy por las palabras del ministro de Educación, José Ignacio Wert. Al finalizar el desfile y, tras despedirse de las autoridades, Juan Carlos de Borbón buscó a Rajoy, le cogió por el brazo y se lo llevó aparte. En la conversación el rey criticó el empeño de Wert por “españolizar” a los alumnos catalanes. “Lo de españolizar a los catalanes del pobre Wert. Ya le he dicho que está muy mal lo que ha hecho”, le dijo Juan Carlos de Borbón. En las imágenes se aprecia cierta tensión en el dialogo. El presidente muestra un gesto serio y parece intentar explicarse.
El del rey no fue el único enfado durante un desfile. En el de 2007 la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, hacía aspavientos en una conversación con la entonces presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas. Las cámaras recogieron el momento y el periódico El Mundo reprodujo parte de la charla gracias a un experto en lectura de labios:
Fernández de La Vega: Es un abuso. Para mí... te digo que es una putada. Es igual... hay que tomarlo. [...] No me gusta, de una p... vez. Esto nos pasa por respetar el capítulo. Es una burla que te...
María Emilia Casas: Por mí, no te preocupes, te estoy diciendo que yo no puedo...
De La Vega: No puede ser, no puede ser.
Casas: Ya veremos, hombre.
De La Vega: Que para el mundo no será así...