Hay veces que en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros se ven trazos de los “dos gobiernos en uno” que Pedro Sánchez rehuía durante las negociaciones con Unidas Podemos tras las primeras elecciones generales de 2019. Cuando Sánchez y Pablo Iglesias rubricaron el acuerdo de la coalición eran conscientes de que iba a haber asuntos de los denominados de Estado en los que iban a chocar y así ha sido en los casi dos años y medio de vida del bipartito. La monarquía ha sido una constante y la política de Defensa se ha convertido en uno de los habituales en los últimos meses. Ese choque, esta vez por la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid dentro de un mes, se ha percibido de nuevo en las respuestas a los periodistas tras la reunión del gabinete de este martes en las que la aprobación del PERTE de economía de cuidados o la ley de regulación de servicios a la clientela han pasado a un segundo plano.
Nada más comenzar su intervención inicial, la portavoz, Isabel Rodríguez, ha destacado la “trascendencia histórica” de la cumbre en la que se darán cita todos los aliados y de la que Sánchez será el anfitrión. Esas palabras se producen un día después de que ningún representante de Unidas Podemos participara en el acto del 40º aniversario de la entrada de España en la alianza atlántica. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no acudió a ese evento y ha atribuido su ausencia a una cita médica. Sin embargo, en su equipo reconocían este lunes que no le apetecía participar en cualquier caso.
El encontronazo responde a la esencia de las formaciones que forman el Gobierno –históricamente IU y el PCE han combatido a la organización militarista que también Podemos rechaza– y en Moncloa intentan sortearlo restando importancia a imagen que pueda dar España ante los aliados por la posición que mantiene el socio minoritario. “En este último mes España está en la agenda internacional y es por la valoración que se hace desde otros foros de la política económica que está llevando a cabo este Gobierno”, ha dicho la portavoz al comenzar su discurso. “La imagen está más fuerte que nunca por el liderazgo que está imprimiendo el presidente en el seno de la UE”, ha respondido a la pregunta concreta de si las discrepancias dañan la acción exterior del Ejecutivo.
Yolanda Díaz ha dejado en el aire su participación en esa cumbre. “En cuanto conozcamos las agendas de aquí en adelante se las comunicaremos como hacemos todos los días”, ha contestado. Moncloa no ha difundido aún cuál será la participación del gabinete en esa cumbre cuyos preparativos han supuesto un trabajo ingente para los servicios del Gobierno desde hace meses. Después de esa contestación, la portavoz se ha pronunciado en términos similares, aunque ella sí ha dejado claro que hará lo que Sánchez indique. “Es un evento de muchísima trascendencia donde no solo existirán las reuniones sino una serie de actos que acompañan a esa celebración. Estaré donde determinemos con las agendas. Se siguen distintos criterios dependiendo de los foros y estamos a disposición del Gobierno y, en este caso del presidente del Gobierno, que es quien lidera la política exterior”.
No obstante, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha abierto la puerta a la participación de la formación en los actos de la Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid este mes de junio y ha explicado que, aunque su actitud sobre la Alianza sea “crítica”, esta “puede ser compatible con una representación institucional”.
Por su parte, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha eludido pronunciarse sobre la intención de Pedro Sánchez de aumentar a un 2% del PIB el gasto militar en los próximos años frente al carácter antimilitarista de IU. “Saben la opinión sobre esta materia de mi fuerza política, la historia, la genealogía, es evidente. Pero tienen que recordar que el compromiso absolutamente inquebrantable de IU es con el acuerdo de coalición y estoy absolutamente cómodo desarrollando ese acuerdo de coalición”, ha dicho el ministro, que ha calcado la respuesta respecto a las agendas para contestar a la pregunta sobre su presencia en la cumbre de finales de junio.
La vicepresidenta segunda se ha desmarcado, eso sí, de la crítica de Podemos respecto al desembolso de 37 millones de euros invertidos en los actos de la OTAN y que Podemos cuestionó por haberse adjudicado “a dedo”. “Este contrato fue aprobado en términos de legalidad en un Consejo de Ministros y el expediente está a disposición, por supuesto, de la sociedad española, e insisto, cumple con todos los requisitos de legalidad”, ha contestado Díaz tras asegurar que ella no se refiere a formulaciones de los partidos.