Moncloa trata de zanjar la polémica por la reforma laboral y asume que Trabajo “lidera” la negociación
Moncloa trata de zanjar la crisis más profunda que ha atravesado la coalición en sus 19 meses de vida al asumir que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sea quien lidere la negociación de la reforma laboral en el seno del diálogo social después de que la responsable del área económica, Nadia Calviño, le notificara que tomaba las riendas. Aquella comunicación provocó que Unidas Podemos exigiera la convocatoria de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición al considerar que se trataba de una “injerencia”. De la reunión salieron este lunes sin acuerdo, pero las conversaciones siguen y fuentes de la parte socialista del Ejecutivo apuntan a que pueda haber un entendimiento interno a lo largo de la tarde. Moncloa ha rebajado la apuesta y la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha asegurado que quien “lidera y representa” al Gobierno en la negociación con sindicatos y patronal es el Ministerio de Trabajo, pero ha defendido que tienen que participar otros departamentos también.
“No hay ningún problema en que en la mesa del diálogo social quien lidera y representa al gobierno es el Ministerio de Trabajo pero también parece razonable que en esa mesa (…) participen miembros de otros departamentos. No se entendería que una parte del Gobierno no formara parte del diálogo”, ha expresado la portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la misma línea que se había pronunciado minutos antes la propia Calviño. “No hay ningún tipo de inconveniente en que el Ministerio de Trabajo y el secretario de Estado de Trabajo [Joaquín Pérez Rey] lidere la mesa [de negociación] correspondiente a la reforma laboral”, ha apuntado la vicepresidenta económica en unas jornadas de la Asociación de Periodistas Europeos. “Lo importante es que haya coordinación para que tengamos el resultado deseado, que es una buena reforma laboral”, ha subrayado. “Confío en tenerla para final de año”.
La idea que ha trasladado la portavoz del Gobierno es que el Ministerio de Seguridad Social forme parte para abordar el mecanismo de los ERTE o el de Educación para aportar la visión de la formación profesional dual. No obstante, el conflicto fundamental estaba en la supervisión de Calviño, a quien Unidas Podemos considera el “lobo” que no se debe poner a “cuidar de las ovejas”. Fuentes gubernamentales explican que lo que están negociando ahora en el seno del Gobierno la composición de esa mesa de diálogo que, en todo caso, precisan que liderará Trabajo.
Rodríguez ha enviado, eso sí, un recado a Yolanda Díaz ante el temor de los socialistas de que capitalice en exclusiva el nuevo marco de relaciones laborales: “No creo que ningún miembro del Gobierno tenga nombre propio”. La portavoz ha asegurado que lo que concierne a la reforma laboral es un “triple” compromiso: el discurso de investidura de Pedro Sánchez, el acuerdo programático de la coalición y el acuerdo alcanzado con Bruselas para los fondos europeos. En ese marco, lo que planteó este lunes la vicepresidenta primera es que el global de la reforma laboral penda de la mesa de diálogo social para el Plan de Recuperación, que hasta ahora ha presidido Sánchez o ella misma.
“Máximo diálogo y mayor de los consensos”, ha repetido Rodríguez, que no ha aclarado, no obstante, si la parte socialista del Gobierno estaría de acuerdo en sacar adelante el nuevo marco de relaciones laborales sin acuerdo de los empresarios. “Nosotros preferimos un acuerdo de todos, que dé satisfacción a sindicatos y a empresarios. Nos gustaría alcanzar el objetivo de esta reforma laboral con todos: representantes de trabajadores y representantes de empresas”, se ha limitado a decir la portavoz, que ha insistido en que los intereses de sindicatos y empresarios sean “conjugables” así como los de los departamentos del propio Gobierno. En Moncloa se limitan a decir que hay una “oportunidad” para que haya un acuerdo y que se va a explorar al máximo esa vía, pero evitan decir en todo momento si se llevaría a cabo sin que la patronal esté en la jugada, algo que a priori perjudicaría la visión de Bruselas.
Ante las dudas que ha sembrado Unidas Podemos respecto a la ambición de los socialistas en la derogación de la reforma laboral, Rodríguez ha asegurado no hay ninguna divergencia entre los socios de la coalición. “Estamos alineados en cuanto al contenido”, ha afirmado. Sin embargo, no se ha pronunciado sobre la concreción de algunos aspectos que, según la vicepresidenta segunda, los socialistas rechazan ahora, como la primacía de los convenios de empresa sobre los sectoriales.
“Los asuntos concretos los tenemos escritos”, ha respondido la portavoz en referencia al acuerdo programático. “Este es un Gobierno que cumple”, ha agregado Rodríguez, que ha apostado, no obstante, por recuperar el diálogo social, que no existió en el caso de la reforma laboral del PP, y no entrar en las “cuestiones de matiz” que ha derivado a la mesa de negociación. Moncloa deja claro que la conversación con sindicatos y patronal la liderará Díaz pero que deberá “enriquecerse” con el resto de departamentos.
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