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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Críticas y alguna amenaza a la revista Mongolia por un cartel con la imagen de la Macarena de Sevilla

Que la revista Mongolia es satírica no es discutible. Que pese a ello sus contenidos -aquellos que no salen en su sección de noticias reales Reality News- se tomen a veces más en serio que, por ejemplo, lo acaecido en los últimos días en el Partido Popular respecto a Luis Bárcenas, tampoco.

El próximo jueves 24, parte del staff de Mongolia se trasladará a Sevilla para presentar la publicación en la Casa de la Provincia de la ciudad. Para anunciar el acto, han utilizado el siguiente cartel con la imagen de la Macarena:

El cartel no ha sentado nada bien al sector más religioso de la ciudad, tanto que hasta el propio alcalde sevillano, Juan Ignacio Zoido (PP), lo ha censurado:

Las palabras de Zoido, aun con la advertencia, son de las más amables que ha recibido la revista. Unos ejemplos:

La respuesta de Mongolia vino en forma, cómo no, de cartel y hace referencia al fajín del militar golpista Gonzalo Queipo de Llano -enterrado en la basílica de la Macarena- que tradicionalmente llevaba la imagen en las procesiones de la Semana Santa de Sevilla:

Las críticas han sido también alimentadas por medios de comunicación como el diario ABC, que ha publicado una información en la que denuncian que Mongolia ha hecho una “utilización indebida” de “la Semana Santa y sus imágenes”.

El abogado de la revista, Gonzalo Boye, ha asegurado que estudiarán si emprenden medidas legales o no contra el alcalde sevillano. “Nuestro cartel es penalmente inocuo pero lo que no es inocuo es que Zoido nos impute un hecho constitutivo de delito, el atentar contra los sentimientos religiosos”, ha afirmado.

Para Boye, el problema no son tanto las amenazas y las críticas que han recibido, sino la circunstancia de que el alcalde los haya puesto “en el disparadero”.

Sobre el futuro, el abogado de Mongolia ha explicado que quizás comiencen a centrarse “menos en vírgenes y más en sobres con contenido desconocido” ya que, en su opinión, no deja de ser una “cortina de humo” para distraer la atención de lo verdaderamente importante.