Cinco puestos en el Consejo de Ministros. El mismo número que en el anterior Gabinete, pero con características diferentes. Yolanda Díaz, líder de Sumar, mantiene una vicepresidencia y el Ministerio de Trabajo. Además, el Ministerio de Cultura va para el eurodiputado de los comunes, Ernest Urtasun; el de Sanidad para la líder de Más Madrid, Mónica García; el de Juventud e Infancia, para la portavoz de IU, Sira Rego; y un último para Pablo Bustinduy, que tendrá la cartera de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
Sumar incorpora de esta manera a los principales partidos de la coalición, excepto a Podemos. En los últimos días de la negociación, Díaz ofreció a los de Belarra el de Derechos Sociales a cambio de que estuviese liderado por el secretario de Estado y hasta el viernes miembro de su ejecutiva Nacho Álvarez.
Pero el partido rechazó esa oferta y pidió que fuese Irene Montero su persona para el Gobierno. Finalmente, esa cartera ha ido para un exmiembro de esa formación, que dejó en 2019, y que Sumar había incorporado a su equipo de campaña en julio: Pablo Bustinduy.
La apuesta de Podemos por Montero estaba ligada al Ministerio de Igualdad, que el PSOE tenía decidido recuperar. Sumar, a cambio, ha negociado el Ministerio de Sanidad, en el que Más Madrid coloca a su líder, Mónica García. Anestesista de profesión, el de García fue uno de los primeros nombres que sonaron para la parte de Yolanda Díaz del Gobierno, y se incorporará al Gabinete con buena parte de su equipo, como el diputado autonómico Javier Padilla.
Los comunes, por su parte, sitúan en Cultura a su eurodiputado, Ernest Urtasun, vicepresidente del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo y hasta ahora portavoz de Sumar.
Izquierda Unida, asimismo, entra en el Gabinete con Juventud e Infancia. Lo hace con su eurodiputada y portavoz federal, Sira Rego, vicepresidenta del grupo de La Izquierda en el Parlamento Europeo. La marcha de Urtasun y Rego de la Eurocámara supondrá que corra la lista y entren dos eurodiputadas de Podemos hasta el fin de la legislatura, en junio de 2024: Esther Sanz y Patricia Caro.
Además, se incorpora Pablo Bustinduy al frente de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Bustinduy es doctor en Filosofía por la universidad estadounidense New School for Social Research de Nueva York. Comenzó su andadura universitaria en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en Ciencias Políticas y de la Administración. Participó en el nacimiento de Podemos en 2014, partido que abandonó en 2019 tras la marcha de los que fundaron Más Madrid y cuando era el candidato a las elecciones europeas de mayo de ese año por Unidas Podemos: aquella lista, en la que iban Rego de dos y Urtasun de tres, la encabezó finalmente María Eugenia Rodríguez Palop.
Sumar se queda con cinco ministerios y consigue que todos esos departamentos tengan secretarías de Estado, algo que no ocurría en el Gobierno anterior. El Ministerio de Díaz, de hecho, contará con una más que hace cuatro años, una secretaría de Economía Social, así como cuatro direcciones generales: una de Trabajo, otra de Trabajo Autónomo, otra de Nuevas Formas de Empleo y una de Economía Social y Responsabilidad Social de las Empresas.
Díaz ha cerrado así un complejo puzzle para encajar dentro de su cuota en el Gobierno a las formaciones que componen Sumar. La coalición electoral que se presentó a las elecciones amalgamaba a una quincena de partidos, aunque solo Podemos, los comuns, Más Madrid e Izquierda Unida habían reclamado entrar en este nuevo ejecutivo.
Durante meses se especuló con que Sumar experimentase una reducción en su cuota de ministerios con respecto a los que había tenido Unidas Podemos. Al final ha mantenido cinco carteras, que le han facilitado a la vicepresidenta el encaje de su cuota.
Díaz finalmente no ha integrado a los de Ione Belarra, tras una oferta in extremis el pasado viernes para colocar a Nacho Álvarez como ministro de Derechos Sociales. La ausencia de Podemos en el nuevo ejecutivo tendrá sin duda efectos en el funcionamiento de Sumar como coalición y grupo parlamentario. El partido ya había anunciado que ejercería autonomía política si no entraban en ese ejecutivo. Su distanciamiento de Sumar se profundizará sin duda a partir de ahora.
La vicepresidenta ha incorporado en ese ministerio a Bustinduy, que puede considerar como cuota propia. Tras su salida de Podemos, el nuevo ministro se apartó de la política para volver a su carrera académica. Díaz lo recuperó hace unos meses para la campaña de Sumar, a la que Bustinduy se sumó como portavoz internacional. Aunque apenas apareció en la primera línea, salvo en el mitin de cierre de la campaña, se implicó en la redacción de la parte internacional del programa electoral.