En un momento en el que está más cuestionado que nunca, tras la aprobación de su reprobación en el Congreso de los diputados y en el centro de la polémica por las acusaciones del exministro de Industria José Manuel Soria de filtrar datos fiscales, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha admitido que “hay intereses en que me retire y había intereses en que no hubiera entrado en política”.
De esta manera, el ministro ha asumido que es el foco de una guerra política que busca defenestrarlo aunque ha asegurado que no dejará el cargo porque tiene responsabilidades que cumplir con la próxima negociación del techo de gasto y, posteriormente, los presupuestos de 2018.
“Tengo un trabajo que hay que ejercerlo con responsabilidad, lo que opinen uno u otros lo valoro y lo respeto pero yo me centro en el trabajo. Tengo una responsabilidad que voy a cumplir como lo he hecho toda mi vida. Si hubiera hecho caso a las opiniones de los demás me hubiera planteado hasta entrar en política en el año 93”, ha explicado Montoro.
Ante las preguntas de los periodistas sobre si tiene la confianza del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro se ha escudado en su presencia en el Consejo de Ministros para tratar de demostrar que Rajoy cuenta con él para su Ejecutivo. “Estoy participando en el Consejo de Ministros, estoy trabajando, estoy participando como miembro del Gobierno, esto tiene una clave”, ha argumentado Montoro.
Como en otras ocasiones, el ministro ha insistido en descartar las acusaciones de utilización de datos tributarios de terceros, como ha apuntado el exministro de Industria José Manuel Soria que le acusa de provocar su dimisión tras revelarle a Rajoy que la madre de Soria tenia una cuenta en Suiza. “No puedo dar ninguna información sobre ningún contribuyente, algo que no hecho durante todo mi periplo como ministro de Hacienda”, ha subrayado Montoro.
De todas maneras, el ministro se ha empeñado en rebajar la altura de sus problemas. “Llevo mucho tiempo en política, también he estado en la oposición. Esto de que te respaldan o no, no sé si es noticiable pero no va a cambiar mi posición”. Hasta ahora, Rajoy ha mantenido claramente el respaldo por un ministro que ha conseguido el acuerdo para sacar adelante los presupuestos de 2017, pese a que el Tribunal Constitucional tumbó su amnistía fiscal, que le valió la reprobación del Parlamento.
Montoro ha tratado de traducir la reprobación de los diputados como una acción del pasado que no afecta a su carrera política. “La reprobación es un acto democrático, que lo acepto. Ojalá no se hubiera producido, concierne a una acción del pasado, no tiene nada que ver con los presupuestos. Me han reprobado por el pasado pero estamos negociando por el futuro”, ha remachado el ministro.
Respecto a las informaciones que lo relacionan con actividades con su antiguo despacho Equipo Económico, el titular de la cartera de Hacienda ha descartado la necesidad de dar explicaciones: “No tengo que explicar ninguna actividad en la que no participo, si estoy fuera del despacho desde 2008 no puedo dar explicaciones”.