“Creo que con José Antonio [Moral Santín] ha ido también bien. Finalmente hemos quedado que influirá para que comparezca en la Comisión [de Control]”. Quien así se expresa es Enrique de la Torre, secretario del consejo de administración de Caja Madrid, en un correo electrónico enviado al presidente, Miguel Blesa, al que ha tenido acceso eldiario.es a través de una fuente anónima derivada por colaboradores de la Red Ciudadana Partido X. Moral Santín, catedrático de Economía y exdiputado regional de IU (1991-1995) llevaba de vicepresidente de la caja desde 1995, cuando llegó tras presidir Telemadrid.
De la Torre se estaba refiriendo entonces, en febrero de 2008, a la disputa que se estaba produciendo entre Blesa y el Ayuntamiento de Madrid por un lado, y el Gobierno de Esperanza Aguirre, por otro lado, por el control de la Caja y los cambios legales del Ejecutivo autonómico para impedir la reelección de Blesa, cuyo mandato tocaba a su fin. “(...) Hemos quedado en que pida (fue idea suya) informes jurídicos y comparativos [...] y meter la posibilidad del cambio de sector”.
¿Qué significa esto? Que Blesa y su equipo maniobraban para buscar argumentos legales contra la reforma de Aguirre: los miembros del consejo se elegían por sectores (ayuntamientos, impositores, Parlamento autonómico, entidades sociales...) y hasta entonces podían renovar sus mandatos cambiando de sector. Por ejemplo, Moral Santín fue elegido primero por la Asamblea y luego por el Ayuntamiento de Madrid. ¿Qué pasaba si se prohibía cambiar de sector? Que Blesa tendría que ser propuesto por la Asamblea como lo fue en 2003. Y la Asamblea de 2009, controlada por el PP de Aguirre, no tenía ninguna intención de reelegir a Blesa.
En estas maniobras se movía De la Torre, buscando efectivos para prolongar el mandato de Blesa: “Hemos considerado [Moral y él] esencial mantener la máxima reserva, pero que no puede obviarse este tema a los demás aliados (CCOO)”. Los “demás aliados” eran Francisco Baquero, responsable de Comunicación de Comfia (federación de banca de CCOO, que presidía su esposa, María Jesús Paredes) y Pedro Badía (representante de los trabajadores, también de Comfia). Los tres votaron a favor de la reelección de Blesa en 2003, junto con el PP, el representante de la patronal CEIM, el de la Confederación de Cuadros (mandos intermedios de la caja) y el de los impositores.
CCOO tenía en aquel entonces otros dos consejeros, en este caso no “aliados”, a través de su federación de Madrid, Rodolfo Benito y Juan José Azcona: ya en 2003 ambos se negaron a votar la reelección de Blesa, junto con el consejero de UGT, Gonzalo Martín, y los cuatro del PSOE (Antonio Romero, José María Arteta, Ramón Espinar, José María de la Riva), opuestos a un consejo en el que el PP colocó a Ricardo Romero de Tejada, salpicado por el tamayazo.
No obstante, con los meses crece la ansiedad de los máximos ejecutivos de Caja Madrid, al tiempo que desciende la sintonía con Moral. En julio de 2009, Ildefonso Sánchez Barcoj, entonces director financiero de Caja Madrid, escribe a Blesa: “Se vuelve a reunir [Antonio] Beteta [exconsejero de Hacienda y muñidor de la estrategia antiBlesa en la Comunidad] con los del pacto [PP, PSM y IU en la Asamblea]. Les ha dicho que puede que se amplíe con el PSOE [Ferraz]. Moral les ha pedido por favor que no nos informen ni a ti ni a mí, no vaya a ser que aceleremos algo. Este sí que es un pájaro”.
Para entonces, Moral, como el resto de consejeros de Caja Madrid, había sido colocado en sociedades participadas por la entidad. A él le tocó Mapfre, además de Cibeles (el hólding). Según publicó El País, Moral llegó a cobrar 522.000 euros en 2011 de Bankia-BFA. El conjunto del Consejo de Administración se embolsó unos 14 millones de euros.
Entre Mapfre y Caja Madrid, además del Ayuntamiento de Majadahonda y la London School of Economics habían creado en 2006 el Centro Internacional de Estudios Económicos y Sociales, “un centro superior interuniversitario de postgrado con la innovadora aportación de los conocimientos que investiga, asesora y divulga The London School of Economics and Political Science (LSE)”, según rezaba la nota de prensa.
En junio de 2009, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, puso la primera piedra del centro, cuya dirección recayó en Moral Santín.
La apertura estaba prevista para el curso 2011-2012, pero la crisis en Caja Madrid y Bankia ha dado un frenazo al proyecto, de futuro incierto. De momento, el Ayuntamiento de Majadahonda quiere revertir la cesión de los 17.000 metros de suelo del edificio en el monte del Pilar, que aún se encuentra en obras y cuyo presupuesto para levantarlo ronda los 12 millones de euros.
La crisis en Caja Madrid no sólo ha llevado a la agonía la sede de la London School of Economics en Majadahonda: Blesa está en un proceso judicial –el juez que le ingresó en prisión, también–, su sucesor, Rodrigo Rato, fue despedido como presidente de Bankia por el Gobierno a los dos años de llegar, que colocó a José Ignacio Goirigolzarri, tras intervenirla e inyectar 40.000 millones de euros.
Y, durante este tiempo, IU ha seguido manteniendo un asiento en el sillón del consejo de administración, tanto de la caja como del banco, hasta que Moral Santín dimitió de los cargos en mayo de 2012. Tras la admisión a trámite por parte de la Audiencia Nacional de la querella de UPyD y las citaciones como imputados a los consejeros de Caja Madrid, Moral quedó suspendido de militancia de IU mientras dure el proceso judicial.