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72 muertos y más de 300 heridos en un atentado suicida en un parque infantil en Pakistán

EFE

72 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en un atentado suicida en un parque de la ciudad de Lahore, la segunda mayor de Pakistán. “Un suicida hizo explotar las bombas que portaba en el parque Gulshan Iqbal cerca de una zona infantil en torno a las 19.00” hora local (14.00 GMT), explicó a Efe el portavoz policial del área, Mohamed Salim, que adelantó que la mayor parte de las víctimas eran mujeres y niños.

Un portavoz de los servicios de rescate de la ciudad, Jam Sajjad, explicó a Efe que el parque Gulshan Iqbal tiene una extensión enorme, con zona de actividades para niños y que en el momento de la explosión el lugar estaba lleno de familias que van a pasar allí la tarde los fines de semana.

Horas después del ataque, el grupo talibán Jamaat ul Ahrar asumió la autoría del atentado suicida y afirmó que el objetivo eran los cristianos que celebraban allí la Pascua.

“Reclamamos la responsabilidad del ataque contra los cristianos que celebraban la Pascua”, dijo el portavoz del grupo islamista Ehansullah Ehsan al diario paquistaní The Express Tribune. La organización terrorista indicó que este atentado forma parte de una serie de operaciones bautizadas como “Saut-ul-Raad” (la voz del trueno), que continuarán a lo largo de 2016.

“Hemos estado esperando esta ocasión. Queremos decirle al partido del Gobierno y al primer ministro que hemos aterrizado en Punjab y que le alcanzaremos”, afirmó el portavoz en una conversación telefónica con The Express Tribune.

El Jamaat ul Ahrar se escindió en 2013 del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP). En los últimos meses han reivindicado varios ataques, entre ellos el que causó 14 muertos en la entrada de un tribunal a principios de este mes en el norte del país.

El grave atentado se ha producido en un momento de cierto optismo después de que los atentados talibanes se hayan reducido tras el comienzo de una operación militar en las zonas tribales en 2014 que todavía continúa y en la que han muerto unos 3.500 insurgentes, según el Ejército.