Expertas, periodistas y mujeres agredidas han instado a cambiar el discurso mediático sobre las agresiones sexuales para “poner a la mujer en el centro” y hacer un “periodismo feminista y transformador”, que informe sin revictimizar a las mujeres ni situarlas como sujetos pasivos.
Lo han hecho en la presentación de la primera guía de “Recomendaciones para informar sobre las agresiones sexuales”, elaborada tras dos años de trabajo “entusiasta” por parte de 20 mujeres que han sufrido algún tipo de violencia sexual, once periodistas y expertas de diferentes ámbitos, incluyendo el legal.
Una de las coordinadoras de la guía, la codirectora del Máster de Género y Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Isabel Muntané, ha destacado que se trata de “un trabajo colaborativo” para “intentar cambiar los discursos que informan de las agresiones sexuales desde una mirada machista y misógina”.
Para Muntané, el hecho de que las recomendaciones las hayan redactado mujeres que han sufrido agresiones sexuales las dota de “mucha legitimidad”, y ha subrayado que estas mujeres “son víctimas en un momento dado, pasajero, luego son supervivientes”.
La psicóloga Ana Sández, una de las participantes en el proyecto, ha subrayado que es muy necesaria “una nueva narrativa” sobre las violencias que “atraviesan” a las mujeres y que “ponga luz sobre los factores sistémicos que provocan esta situación”.
“Estamos hartas que se nos presente como sujetos pasivos, que se ponga la lupa sobre nuestras acciones y no las del agresor: esta guía pone al alcance de los periodistas una herramienta para cambiarlo”, ha afirmado Sández.
La guía se estructura en tres bloques que abordan distintas perspectivas: Informar sobre las mujeres, informar sobre los agresores y las agresiones sexuales, y recomendaciones de lenguaje fotográfico y audiovisual.
Entre las recomendaciones, destaca situar las mujeres como sujetos activos, el rechazo de la revictimación con el abuso de la palabra “víctima”, evitar detalles morbosos de la agresión y no atribuir la responsabilidad a la mujer, cuestionando su reacción o la falta de lesiones físicas.
Otro recomendación recogida es explicar los procesos judiciales y su complejidad, informar sobre las dificultades a la hora de presentar denuncia y no alimentar el mito de las denuncias falsas, así como dar voz a las propias mujeres y entidades feministas.
En relación al trato de los agresores, recomiendan no presentarlos como hombres no integrados en la sociedad, ya que, según Muntané, “son hombres con una vida rutinaria, normal”.
“Los periodistas no pueden minimizar las agresiones sexuales, porque no son casos aislados, es un problema estructural, social y político”, ha afirmado la profesora universitaria, que ha lamentado que este tipo de información se incluya en las páginas de sucesos: “Tendría que estar en la sección de política o, al menos, de sociedad”, ha remachado.
El Ayuntamiento de Barcelona ha financiado económicamente el proyecto, y la concejala de Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, ha destacado el “gran poder de los medios de comunicación en la creación de imaginarios” y, consecuentemente, su papel a la hora de cambiarlos, aunque se ha preguntado si las universidades están formando a periodistas feministas.
Las recomendaciones han sido elaboradas con la participación de 20 mujeres de las entidades Surt, Creación Positiva y la Asociación para la Atención de Mujeres Agredidas Sexualmente (AADAS), coordinada por Muntané y Violeta García, de AADAS, y revisadas por expertas del ámbito periodístico, de atención, legal y de intervención.
“Hacen falta periodistas concienciados y formados, y aunque hasta ahora no había ninguna guía, ahora ya sí, no hay excusa”, ha concluido Muntané.