Las mujeres y los negros, pese a ser grupos mayoritarios en la población brasileña, sólo constituyen el 30,9 % y el 44,2 %, respectivamente, de los candidatos a las elecciones presidenciales, legislativas y regionales del 5 de octubre próximo, según un estudio divulgado hoy.
De los 25.919 candidatos postulados por 32 partidos para los diferentes cargos en disputa en octubre, tan sólo 8.008 son mujeres (30,9 % del total), mientras que 17.911 son hombres (69,1 %), de acuerdo con el perfil elaborado por el Instituto de Estudios Socioeconómicos (Inesc).
La representación de mujeres entre los candidatos no refleja un país en el que el 51,5 % de la población es femenina, de acuerdo con el Inesc, cuyo estudio también alertó sobre la baja representación de negros e indios entre los aspirantes a los principales cargos públicos del país.
El Inesc asegura que el porcentaje de candidatas se limita al mínimo de 30 % exigido por la legislación, lo que comprueba las denuncias de grupos feministas de que los partidos tan sólo incluyen a mujeres en sus listas de aspirantes para cumplir con la ley.
Excepcionalmente, sin embargo, tres de los once candidatos a la Presidencia brasileña son mujeres, entre ellas las dos favoritas al cargo: la presidenta Dilma Rousseff y la ecologista Marina Silva, que lideran las encuestas y figuran como virtualmente empatadas en una segunda vuelta.
La tercera candidata a jefe de Estado es Luciana Genro, aspirante por el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
De acuerdo con el Inesc, tan sólo un 44,2 % de los candidatos es negro o mulato, pese a que los afrodescendientes representan 53,1 % de la población brasileña.
“Con respecto a la cuestión racial y de género, las candidaturas siguen siendo mayoritariamente de hombres blancos”, dice el informe.
Del total de aspirantes, un 38,6 % son hombres blancos, un 30,0 % hombres negros, un 16,5 % son mujeres blancas y un 14,2 % mujeres negras.
De los once candidatos a la Presidencia, tan sólo Marina Silva se declaró como negra ante la justicia electoral.
En cuanto a los indígenas, hay 83 candidatos indios, el 0,32 % del total, en un país en que esta raza representa el 0,44 % de la población.
De los candidatos indios, 3 aspiran a senador, 24 a diputado federal y 51 a diputado regional.
Casi la mitad de los candidatos indios está inscrito en sólo tres de los 32 partidos: 16 fueron postulados por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), 12 por el izquierdista PSOL y 11 por el Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
El instituto considera que a partir de este año, en que los candidatos fueron obligados a declarar su género y raza al inscribirse ante las autoridades electorales, es posible luchar por una mejor representación de negros y mujeres, así como de grupos minoritarios, en la disputa por mandatos públicos.
“A partir de ahora, con esos datos oficiales, contamos con una herramienta concreta para presionar cambios en el sistema partidario, como ya fue conseguido para el género con la ley que reserva el 30 % de las candidaturas a mujeres. Sabíamos que había grandes desigualdades, pero no teníamos datos oficiales”, afirmó Carmela Zigoni, asesora política del Inesc.
El instituto también alertó que, de los candidatos, tan sólo un 6,8 % tiene menos de 29 años, un grupo que representa a casi el 50 % de la población brasileña.
“Eso ocurre porque muchas veces los jóvenes no comprenden el sistema político como representativo de sus demandas y buscan otras formas de organización política”, asegura la especialista.
Pero es precisamente entre los jóvenes en que hay mayor porcentaje de candidatos negros (45,4 %) y de mujeres (52,3 %).
“Eso muestra que hay una tendencia hacia una mayor equidad en las candidaturas”, según Zigoni.