El Centre Cívic Cotxeres de Sants estaba ya lleno antes de dar las siete. La gente entraba ordenadamente sin seguridad, ni mirar las mochilas. A menos diez anuncian que habilitarán la pantalla de fuera. Tras una redistribución lenta de los cuerpos y un murmullo de aprobación, el patio de las antiguas cocheras también se llena de gente. Tanto dentro como fuera, todos esperan que en pleno acto se sepa si Forcadell y compañía irán a la cárcel o no. De momento, la fiscalía ha pedido prisión incondicional.
Suena una versión de Nina Simone, que canta Jim Guthrie: I ain't got no home, ain't got no shoes / Ain't got no money, ain't got no class. Con diez minutos de retraso, empieza el acto organizado por Barcelona en Comú. Título: 'Hacer frente a las políticas de la confusión y el miedo: la justicia social como reto global'. Modera Laura Pérez Castaño, concejala del Distrito de Sants-Montjuïc. Starring: la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y la ensayista y activista canadiense Naomi Klein.
No ha empezado Naomi Klein y llega “el incidente”. El activista rumano Lagarder Danciu, famoso por reventar actos en defensa de los sinhogar, acusa a Ada Colau de ser una traidora porque “ha desalojado con la policía a homless people”. Lo sacan del recinto entre suspiros y abucheos. La alcaldesa pide que le dejen hablar, pero lo sacan de todas formas. “Es una persona muy implicada en temas de los sintecho -exlica Colau- Todo el mundo tiene derecho a ser escuchado”. Cuenta que ha sido recibido muchas veces por ella misma y otros responsables del ayuntamiento, pero es un tema dificil que empeora cada día. “La situacion ha sido violenta y no tenemos que hacer como que no pasa nada”, termina. “Como iba diciendo”, recupera Klein, el sistema no es perfecto, no es una utopía. El trabajo es mejorar cada día.
La alcaldesa habló de la “experiencia del municipalismo que estamos ensayando” como respuesta a “la falta de democracia de nuestras democracias formales” y al “capitalismo depredador que todo lo mercantiliza y que todo lo supedita a las leyes de la especulación”. Klein dice que la imágen más aterradora que ha visto en los últimos años ha sido la Torre Grenfell, “una tumba negra en medio del paisaje londinense en este barrio que se gentrifica rapidamente”. Para la canadiense, la torre quemada representa el secuestro criinal del espacio urbano. Como dice Ada, “sin acceso a la vivienda no tienes acceso a la ciudad”.
Se quiere saber qué aprendimos de latinoamérica, de la “venganza neoliberal en Brasil 2.0”. Klein lista entre sus debilidades la centralizacion del poder. “El liderazgo feminista dispersa el poder y por eso es menos vulnerable”. Después se habla de la doctrina del shock que está empleando el gobierno de Mariano Rajoy. Colau hace el discurso que todos están esperando. No se escucha ni el helicóptero que guarda barcelona desde el 1-0. Lo que está en juego no es sólo los derechos y libertades de los catalanes, sino los derechos y libertades civiles de la nación.
Klein compara la estrategia de RAjoy con la de Trump y no la encuentra muy diferente, porque los dos ofrecen una telenovela permanente para ocultar su propio record de corrupcion, su conducta inmoral. Cita a Cesar Aira: “Cualquier cambio es un cambio de tema”. Y comenta que en muchos aspectos, es peor que el propio Trump. “Que yo sepa -dice Klein- Trump no ha puesto en prision a ningun representante del gobierno estatal”.
En ese momento, el Supremo envía a Carme Forcadell a prisión con una fianza de 150.000 euros. Simó, Corominas, Ginó y Barrufet pagarán 25.000 euros. Nuet quedará en libertad.