El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió hoy de que su país no permitirá la presencia militar de Irán en Siria, en una entrevista concedida a la televisión estatal rusa “Rossía”.
“Israel no permitirá la presencia militar de Irán en Siria. Esto provocará una nueva vuelta de tuerca al extremismo y puede gestar un nuevo Estado Islámico (EI)”, dijo Netanyahu horas antes de la cumbre en Sochi (mar Negro) entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y sus colegas turco e iraní, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohaní, respectivamente.
El primer ministro israelí aseguró que los planes de Teherán son “desplazar a Siria decenas de miles de combatientes chiíes, divisiones enteras”.
“Y eso que Siria está poblada sobre todo por suníes. Sin duda, esa situación provocará reacciones, es inevitable”, afirmó.
Añadió que también es una amenaza para Rusia y “otros países en los que viven minorías musulmanas (suníes), que pueden reaccionar con actividades terroristas a la creciente presencia chií” en Oriente Próximo.
“Ese Estado (Irán) se propone abiertamente el objetivo de destruir Israel y dominar en Oriente Próximo. Creo que es malo tanto para nosotros como para los árabes. Es además malo para todo el mundo”, subrayó Netanyahu.
Fuerzas iraníes y milicias chiíes libanesas (respaldadas por Teherán) han participado activamente en el conflicto armado sirio, sobre todo en la campaña contra las organizaciones terroristas EI y Al Nusra.
Ahora que el Gobierno de Asad ha expulsado al EI de su último reducto en Siria y tiene el control de prácticamente todo el territorio, hay quién teme que en agradecimiento por la ayuda Damasco permitirá a Irán desplegar permanentemente a sus militares en el país árabe.
El futuro de Siria después de la guerra será de hecho el tema central de la cumbre que celebran hoy Putin, Erdogan y Rohaní, después de que tanto Rusia como Irán dieran ayer por prácticamente terminada la operación militar en el país árabe.