El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llega hoy a Londres para iniciar una visita de cuatro días al Reino Unido coincidiendo con el centenario de la declaración de Balfour, que sentó las bases para la creación de un Estado judío.
La primera ministra británica, Theresa May, se reunirá mañana jueves con Netanyahu en su residencia oficial del número 10 de Downing Street, después de que el pasado febrero la “premier” conservadora le invitase con motivo del histórico centenario.
Tras esa reunión bilateral, el jefe de Gobierno israelí mantendrá un encuentro con el titular de la diplomacia británica, Boris Johnson, con el que espera abordar asuntos de interés bilateral.
Netanyahu estará en Londres cuando mañana se recuerden los 100 años de la declaración de Balfour, la carta que mostró el apoyo del Reino Unido a la creación del Estado judío y que supuso el primer reconocimiento de una gran potencia al movimiento sionista.
Con motivo de este acontecimiento histórico, la primera ministra hablará en una cena de gala organizada en el palacete de Lancaster House, cerca del palacio de St. James', en Londres, en presencia del primer ministro israelí.
Además de Netanyahu, estarán en Lancaster House los descendientes de Lord Arthur Balfour y el barón Walter Rothschild, dos figuras vitales en la historia de Israel al haber intercambiado la correspondencia que cambió la historia y el mapa de Oriente Medio, pero con consecuencias hasta hoy para la población palestina.
Según los medios, May, cuyo Gobierno apoya la solución de dos Estados -el de Israel y uno palestino-, tendrá la difícil misión de utilizar las palabras más diplomáticas posibles sobre un evento que aún causa indignación entre los palestinos.
La declaración estaba contenida en una misiva fechada el 2 de noviembre de 1917 y enviada por el entonces ministro de Exteriores británico, el conservador Arthur Balfour, a Lord Walter Rothschild, el líder de la comunidad judío-británica, en la que se manifestaba el apoyo de Londres a un Estado para los judíos en Palestina, que por entonces era región otomana con minoría judía.
Esta declaración inició una intensa actividad diplomática que se formalizaría con el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947, que respaldó un Estado judío y otro árabe en Palestina, y la posterior creación del Estado de Israel.
Tras la aprobación de la partición de Palestina, el 14 de mayo de 1949 el Estado de Israel declaró su independencia, lo que provocó la guerra árabe-israelí de 1948 con los países árabes vecinos que se negaron a aceptar el plan de las Naciones Unidas.
La primera ministra Theresa May ha promovido las celebraciones por este centenario, aunque éstas no han sido bien recibidas por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que el mes pasado pidió al Gobierno británico que se disculpe por Balfour.
Para Nabil Shaath, miembro del comité central de la OLP, la carta de 1917 ha causado “dolor y destrucción” para los palestinos.
Shaath ha considerado que la forma de reparar este hecho histórico sería reconociendo un Estado palestino sobre el 22% de la Palestina histórica, incluidos Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.
Por su parte, el diputado palestino Mustafa Barguti ha calificado la misiva como “moralmente inapropiada” por haber ignorado el derecho de la entonces mayoría población palestina.
El primer ministro israelí estará en el Reino Unido en medio de las celebraciones, como una charla que ofrecerá el historiador Simon Schama, en el centro de Londres, sobre la decisiva carta de 67 palabras que llevó a la creación del Estado de Israel.
En los próximos días tendrán lugar eventos en todo el Reino Unido por este centenario, aunque será destacado el concierto que se celebrará el día 7 en el Royal Albert Hall, donde habrá un espectáculo de música, canto y de representación teatral.