Nueve días de noviembre: preparativos, ejecución y fuga del atentado a Vidal-Quadras
La acera de la calle Núñez de Balboa era ya un trasiego de uniformes y gestos descompuestos cuando el subinspector reparó en la rueda posterior izquierda de un viejo Volkswagen Golf de color negro. Mientras sus compañeros intentaban taponar la herida, él se agachó y comprobó que allí estaba incrustada la bala que acababa de atravesar el rostro de Alejo Vidal-Quadras. Eran las 13:40 del 9 de noviembre. Comenzaba una carrera frenética para trazar la trayectoria inversa del disparo y encontrar a quien había intentado matar al ex dirigente del PP catalán y después fundador de Vox.
31 de octubre. Un hotel junto a la autovía a Barcelona
En pocas horas, la Brigada de Información logró retroceder ocho días en la reconstrucción de los hechos, hasta el 31 de octubre. Ese día, un ciudadano tunecino se había registrado en un hotel a la salida de Madrid por la Autovía A-2. Es uno de esos lugares de paso que hay al pie de las grandes arterias de cualquier ciudad. Mehrez Ayari ha hecho la reserva a través de una plataforma web y ha entregado su auténtico pasaporte. Son sitios donde solo llama la atención quien da problemas.
Los investigadores creen que entre ese día y el 3 de noviembre, el presunto autor del disparo al político catalán se desplazó varias veces al barrio de Salamanca. No hace falta visitar Madrid para haber oído hablar de la calle Núñez de Balboa. Las televisiones conectaban a menudo con las protestas de sus pudientes vecinos contra el Gobierno por el confinamiento decretado durante el estado de alarma, en la pandemia del Covid.
El día del atentado, Ayari siguió a Vidal-Quadras desde que salió de casa. A las 12:37, la cámara de un establecimiento cercano recoge la figura de ambos. El presunto autor del disparo sigue a su víctima a diez, quince metros, mientras habla por el teléfono móvil, probablemente con alguien que también está en la zona, según cree la Policía. Vidal-Quadras se había puesto el chándal para caminar por el cercano Parque de El Retiro. El pistolero no le pierde de vista en todo el recorrido. Aguardará para disparar a que la víctima esté a pocos metros de su casa.
3 de noviembre. La base en San Fernando de Henares
Tres días después de su llegada a Madrid, Ayari se había alejado de la capital. Del Global Acis y Galatea, el primer hotel, se muda a San Fernando de Henares, a otro establecimiento situado a cien metros de una comisaría de la Policía Local. Allí pasa otros tres días.
El Goyma de San Fernando tiene 130 habitaciones y una recepción que comparte espacio con un bar abierto al público. Sus clientes son trabajadores, sobre todo de la construcción, las reformas, que llenan el hospedaje de lunes a viernes. El tunecino volvió a registrarse con su pasaporte real. Se alojó allí entre los días 3 y 7 de noviembre. Pero en San Fernando no estaría solo.
7N. 10:15 horas. La Policía da el alto al pistolero
La mañana del 7 de noviembre una patrulla de la Policía Nacional, parte de la seguridad del perímetro de La Zarzuela, da el alto a un individuo que está parado, junto a una moto, en el arcén. A pocos metros se sitúa el centro deportivo Puerta de Hierro. Los agentes contarán que se trata de un hombre que se explicaba en español con dificultad, pero que acertó a decirles que era un turista tunecino y que estaba alojado en un hotel de Madrid. Aseguró a los policías que la moto era de un conocido suyo de Málaga y que se había perdido al intentar hacer el cambio de sentido en dirección a Madrid. Tras su identificación, los agentes le dejan ir. Los investigadores creen que podría estar inspeccionando posibles rutas de huida tras el atentado.
Mehrez Ayari está en busca y captura dictada por las autoridades francesas por un homicidio cometido recientemente. Según fuentes policiales españolas, ese homicidio se enmarca en la delincuencia común, sin motivaciones políticas. Las mismas fuentes explican que la requisitoria de las autoridades francesas no había llegado a sus bases de datos en el momento en que la patrulla de la Policía Nacional procedió a la identificación del motorista cerca de La Zarzuela. O Ayari es un temerario o desconocía que Francia le busca: en los cuatro hoteles por los que pasó en Madrid se registró con su pasaporte verdadero. A los policías también se lo mostró.
8N. 4:40 horas. Reunión de madrugada
Ese mismo 7 de noviembre, 48 horas antes del atentado, un joven español se presenta sin equipaje en otro hotel de San Fernando de Henares y pide una habitación. Naraya Gómez tiene 26 años y vive en Lanjarón (Granada) aunque su última dirección declarada es Cortijo Beneficio, en la también localidad granadina de Orgiva. Se trata de una comuna naturista que la Policía ha vinculado en el pasado a la comunidad chií en España. El propio Naraya es un converso a esa rama del Islam.
“No pasó ni una noche aquí. No llegó a dormir. Se comportaba raro. Entraba, salía… Estaba muy nervioso”, explica a elDiario.es una empleada de Hontanares, otro pequeño y modesto hotel que utilizan trabajadores, principalmente de la construcción. La Policía ha constatado la presencia de Naraya Gómez en la zona donde se produjo el atentado a Vidal-Quadras en los días previos.
La madrugada del día 7, Naraya sale a la calle y regresa al hotel acompañado de otro hombre. Son las 4:40. La recepcionista les advierte de que si van a subir a la habitación el acompañante debe entregar su documentación. El visitante habla español con mucha dificultad. Naraya intercede oponiéndose a que facilite su pasaporte. “Si yo me identifico, tú también”, le dice el hombre que visita a Naraya. La recepcionista responde que ella no tiene por qué hacer eso y que si quiere se lo preguntan a la Policía. El visitante se altera, pero le entrega su pasaporte: Mehrez Ayari, tunecino, 33 años.
Naraya y Mehrez se encaminan a la habitación mientras este último farfulla en su torpe castellano. Diez minutos después salen. Se equivocan y abren la puerta de emergencia. De lejos piden perdón a la recepcionista. Ya no les volverán a ver por el Hotel Hontanares. La trabajadora asegura que avisó a la Policía del incidente esa misma noche y que no acudió ningún agente.
8N. 14:45. Ayari se acerca a Madrid en la última fase
El 8 de noviembre, Ayari se aloja en un hotel de Fuenlabrada. Llega a las 14:15. El lugar está a dos minutos en coche de donde aparecerá incendiada la moto utilizada para huir del lugar del atentado a Vidal-Quadras. Otra vez se trata de un establecimiento junto a una gran autovía, la A-42, si bien el hotel Cantueña tiene la peculiaridad de que alberga una discoteca que anuncia en grandes letras de neón un “showgirls”.
A las cámaras de seguridad propias del establecimiento se unen las de la gasolinera contigua. Ese día 8 de noviembre, Nayari se marcha con la moto y regresa al hotel a las 19:25 horas. El plan está cerrado.
9N. 13:34. “Han disparado a un hombre en la cara”
El 9 de noviembre es festivo en Madrid capital por su patrona, la Virgen de la Almudena. Por la mañana, la tensión política emite a un altísimo volumen. Se acaba de conocer el texto del acuerdo alcanzado por el PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez. Las acusaciones de “traición” al presidente en funciones se multiplican. En el distrito de Vidal-Quadras la derecha casi dobla a la izquierda en votos. Las primeras noticias del disparo al ex político del PP, luego fundador de Vox, disparan las especulaciones.
La sala del 091 recibe una llamada a las 13:34 alertando de que un hombre se encuentra herido a la altura del número 40 de la calle Núñez de Balboa tras haber recibido un disparo en la cara. Mahrez Ayari ha acelerado el paso cuando a Vidal-Quadras le quedan apenas 60 metros para llegar a su portal. Al ponerse a su altura por el lado de la derecha extiende el brazo y aprieta el gatillo. Lleva un casco puesto. A continuación, vuelve sobre sus pasos, cruza la acera y se sube a una moto BMW modelo C650 GT.
Los testimonios recabados por la Policía son confusos. Está claro que el hombre que se esconde tras el casco, presuntamente Ayari, vuelve a bajar Núñez de Balboa tras el disparo, en dirección a la calle Hermosilla. Cruza, se sube a una moto y huye. Un testigo protegido ve desde su coche cómo la moto circula por la acera y obliga a varios viandantes a apartarse para no ser atropellados. Otro testigo dice que ve al hombre con el casco junto a la moto unos segundos después de oír el disparo. Por el escaso lapso que transcurre entre que está de pie junto al vehículo y este arranca, los investigadores creen que el piloto podría ser una segunda persona que le esperaba con la moto en marcha.
La Policía Municipal acordona la zona. Un policía ha encontrado el casquillo del 9 milímetros Parabellum junto a la pared del número 42. Luego aparece la bala incrustada en la rueda del coche aparcado. Los viandantes han sido los primeros en atender a Vidal-Quadras. Unas imágenes captadas por vecinos y difundidas por Mediaset muestran a un hombre taponando la herida sin dejar caer al político, apoyado contra un contenedor de obra que todavía hoy hay en el lugar.
Llegan los servicios de emergencia y Vidal-Quadras no pierde el conocimiento en ningún momento. Sangra abundantemente. La bala le ha producido una doble fractura en la mandíbula. Se ha salvado por milímetros. Tras las primeras asistencias lo suben a una ambulancia acompañado de la Policía. Ya dentro, la víctima acierta a sacar su teléfono móvil y en él escribe: “EL RÉGIMEN IRANÍ”. Se lo muestra a una agente de la Comisaría de Retiro.
De inmediato se abre la línea de investigación que apunta a un atentado por encargo procedente de la república islámica. Vidal-Quadras es un aliado internacional de la oposición al régimen del país y el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní financió en sus orígenes a Vox, en cuya formación estuvo el político. La posterior identificación de Naraya Gómez, converso chií, refuerza esa hipótesis. Gómez utilizó a un joven de Málaga como intermediario para comprar la moto utilizada en la huida.
9N. 13:49. Mehrez y Naraya huyen con una garrafa
A las 13:49, Mehrez Ayari llega al hotel en la moto, pero no se baja. Da vueltas por la zona. Un Volkswagen blanco estaciona en el aparcamiento de la tienda de muebles junto al hotel. Ayari para su moto junto a él. Del coche se baja Naraya Gómez, que conversa con Ayari unos segundos y a continuación entra a toda prisa en el hotel de su compañero. Ayari abre el maletero y saca una garrafa, que guarda en el portaequipajes de su moto.
Son las 13:52. Han pasado 18 minutos desde la llamada al 091 avisando del disparo. Al menos Ayari ha tenido que ir directo con la moto desde el lugar del atentado a su hotel. O lo hizo solo o él y Naraya se han detenido a recoger el coche por el camino. El joven granadino pasa solo tres minutos en el hotel. Sale con una mochila a la espalda y una bolsa de plástico en la mano. Viste sudadera y pantalón oscuro. Lleva barba, exhibe una cadenita por encima de la sudadera y una gorra. Se monta en el coche y se marcha. Ayari hace lo propio en la moto.
9N. 14:09. Aparece incendiada la moto utilizada para huir
A las 14:09, la Policía Municipal de Fuenlabrada es advertida de que hay un incendio en un polígono industrial, a la espalda de un centro de reciclaje. Es un lugar apartado por donde no pasa nadie. A él se puede acceder sorteando una valla que el Ayuntamiento ha puesto para que grandes vehículos no puedan ir a tirar allí escombro. Las cámaras de seguridad del centro de reciclaje recogen a ambos en la zona próxima a donde minutos después aparece calcinada la motocicleta. Ya no volverán al hotel.
Doce días después, el 21 de noviembre, la Policía detiene a Naraya en su domicilio de Lanjarón (Granada). Se lleva arrestada también a su novia, una joven de nacionalidad británica. En Mijas se producirá una tercera detención, la de un joven de 22 años que recibió 400 euros de Naraya por comprar la moto de la huida. El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge envió a Naraya Gómez a prisión acusado tentativa de atentado terrorista. A su pareja y al chico de Málaga los deja en libertad con medidas cautelares. Mehrez Ayari, el autor del disparo, continúa huido.
La investigación está declarada secreta. Las piezas que va reuniendo la Policía no terminan de encajar y dificultan apostar claramente por una hipótesis. Continúa primando la pista que conduce a Irán, pero en contra de lo que se creía en un principio, Naraya Gómez, el converso chií, no sería el coordinador del ataque y estaría a las órdenes del tunecino huido. La Policía busca también a otros dos presuntos participantes en la organización del atentado, un ciudadano marroquí y otro venezolano, ambos con antecedentes.
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