Ana Beltrán, 'número tres' de la dirección del Partido Popular de Pablo Casado incumple los estatutos de su propia formación política a pesar de ser la vicesecretaria de Organización y, por tanto, la principal encargada de hacer cumplir las normas internas del partido en todo el país. Además de ocupar ese puesto en la Ejecutiva nacional, Beltrán es la presidenta del PP de Navarra y diputada en el Congreso de los Diputados por la circunscripción de Madrid. Estos dos últimos cargos son incompatibles, según los vigentes estatutos del partido, que siguen siendo los aprobados en el 18 Congreso Nacional del PP que se celebró en la capital en febrero de 2017, cuando todavía lo presidía Mariano Rajoy.
“La condición de Diputado al Congreso o al Parlamento Europeo es incompatible con el desempeño de cargos de Presidente o Secretario General Insular, Provincial o Autonómico del Partido y con los de Alcalde de municipios superiores a 20.000 habitantes, Presidente de Diputación Provincial, Consell o Cabildo Insular”, establecen los estatutos del PP en el apartado 'c' de su artículo 10, que recoge el régimen de incompatibilidades de los dirigentes populares.
El siguiente apartado de ese mismo artículo, el 'd', especifica que “los Presidentes y Secretarios Generales Provinciales e Insulares del Partido sólo son compatibles con cargos de representación institucional en corporaciones locales y provinciales, en Parlamentos Autonómicos y el Senado”. Es decir que, según la normativa interna del PP, Beltrán, al ser la presidenta del partido en Navarra, tan solo podría ejercer, además, de concejala de algún consistorio, diputada autonómica o senadora, pero en ningún caso de diputada en el Congreso, como es su caso. La vulneración de las normas internas por parte de Beltrán ya fue señalada por el diario Noticias de Navarra el pasado abril.
Pese a incumplir los estatutos, la propia Beltrán envió el pasado 3 de marzo una carta a todos los presidentes y secretarios generales provinciales en el que les instaba a cumplir la normativa interna. Su misiva se remitió a todos esos cargos ante el malestar interno generado en las distintas provincias con motivo de los respectivos congresos que se están celebrando desde principios de año por todo el país y en los que la dirección de Casado está intentando colocar a dirigentes afines con el objetivo de controlar el partido por la base en todos los territorios.
“Tras las consultas recibidas en las últimas semanas sobre el régimen de incompatibilidades regulado en nuestros estatutos he de recordaros que en lo que se refiere a las presidencias y secretarías generales provinciales, el artículo 10. 1 d) establece: 'Los Presidentes y Secretarios Generales Provinciales e Insulares del Partido sólo son compatibles con cargos de representación institucional en corporaciones locales y provinciales, en Parlamentos Autonómicos y el Senado'”, apuntaba la carta, que concluía así: “Se recuerda la necesidad de respetar lo estipulado en los estatutos para garantizar el correcto desarrollo de los congresos y asegurar el adecuado funcionamiento de la organización”. La misiva la firmaba Beltrán, que incumple los estatutos al acumular cargos incompatibles.
La carta se envió pocos días antes de que tuviera lugar el congreso del PP de Málaga, ya que la consigna sobre las incompatibilidades afectaba directamente al actual consejero de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, que era el candidato del presidente autonómico, Juan Manuel Moreno Bonilla, para liderar el PP de Málaga, algo que finalmente consiguió. Desde el equipo de Casado aseguraron entonces haber hecho una “excepción” para permitirle presidir la potente delegación malagueña, una de las más importantes del país por número de afiliados.
El conflicto entre el PP andaluz y Génova 13 no quedó ahí. Durante el congreso malagueño, Bendodo anunció durante su discurso que entre sus planes estaba nombrar como secretaria general de los populares malagueños a Patricia Navarro, actual delegada del Gobierno de Andalucía en Málaga. Entre el público que le escuchaba estaban la propia Ana Beltrán y el vicesecretario de Comunicación a nivel nacional, el también malagueño Pablo Montesinos, a quienes no gustó nada el anuncio del recién elegido líder del PP en Málaga por incumplir lo referido a la incompatibilidad de cargos, por lo que desde la dirección de Casado aseguraron que no aceptarían la designación de Navarro como 'número dos' de Bendodo a nivel provincial.
Un partido “a tiempo completo”
“Una excepción no puede ser la regla”, explicó entonces Génova 13, que sostuvo que la dirección nacional “necesita un partido a tiempo completo” y recordó que era “incompatible” su cargo como delegada de la Junta con ser la secretaria general del PP de Málaga. “Se trata de cumplir las normas”, añadieron, sin dar más detalles sobre por qué lo que permitieron para Bendodo no lo permitían para Navarro.
Antes de publicar este artículo elDiario.es se puso este lunes en contacto con el equipo de Beltrán para conocer si, en su caso, también se le dio un permiso específico para poder incumplir los estatutos al acumular dos cargos incompatibles –presidenta del PP de Navarra y diputada en el Congreso–. pero no hubo respuesta.
Solo una vez publicado, a primera hora del martes, fuentes de la dirección del PP enviaron la siguiente explicación sobre la situación de Beltrán: “Ana Beltrán ya era presidenta del PP de Navarra cuando accedió al cargo de diputada nacional. En esos casos el partido, en lugar de valorar duplicidades y nombrar gestoras provinciales o autonómicas cuando se produce la toma de posesión como diputado de alguien que ya es presidente provincial o autonómico, valora y valorará las posibles duplicidades y las excepciones en el momento en que se vaya a celebrar un nuevo Congreso, como ha sucedido y está sucediendo en otras partes de España. La decisión se adopta para priorizar la elección de presidentes a través de Congresos y de la participación de la militancia”.
En el artículo 10, punto 2, los estatutos del PP señalan que “la autorización de excepciones” en materia de incompatibilidades “que, en supuestos extraordinarios, puedan demandar los intereses generales del Partido serán aprobadas por el Comité Ejecutivo Nacional previo informe motivado de la Oficina”. Esa aprobación, en el caso de Beltrán, no consta oficialmente.