Cuatro ONG cristianas acusaron hoy de desidia a las autoridades alemanas frente a la “dramática” situación de acoso que sufren los solicitantes de asilo cristianos en los centros de acogida de toda Alemania por motivo de su religión.
El presidente de la ONG Open Doors Deutschland, Markus Rode, subrayó la necesidad de “actuar de una vez por todas” ante una situación que, dijo, “no es digna de este país” al referirse a los 743 casos de acoso a cristianos en albergues de refugiados documentados entre el 15 de febrero y el 30 de septiembre.
El informe de Open Doors incluye 743 encuestas realizadas a víctimas de acosos que van desde lesiones físicas (el 56 % afirma haber sufrido este tipo de persecución) a abusos sexuales (6 %), y amenazas de muerte, tanto contra ellos mismos como contra sus familias en sus países de origen (42 %).
“La situación en los centros de acogida en Alemania es inconcebiblemente dramática, pero prácticamente no es percibida así por la opinión pública”, lamentó.
Un total de 512 casos documentados se suman en el informe difundido por Open Doors Deutschland a los 231 denunciados ya en mayo por esta ONG, que parte de la base de que una “considerable” cifra de situaciones de acoso no han sido reportadas por las víctimas.
Una de las principales barreras para no denunciar es el temor a sufrir las consecuencias y a que las agresiones aumenten en “número, intensidad y dureza”, recordó Rode.
En la mayoría de los casos documentados (90,7 %), las agresiones fueron cometidas por otros refugiados de los centros y en un “porcentaje elevado” (el 28 %), por personal de seguridad de los albergues.
El 17 % de los acosados presentó una denuncia ante la policía y el 22 % lo hizo ante la administración interna del centro.
Según los encuestados, la policía no actuó en el 52 % de las denuncias y la administración interna no lo hizo en el 71 % de los casos.
En tanto, el 19 % no presentó denuncia ante el temor de que su proceso de solicitud de asilo se vea afectado negativamente o como ocurre en muchos casos, a que los agresores presenten una contradenuncia.
“El que por razones políticas y otros motivos minimiza, calla o utiliza para sus propios fines esta injusticia, alienta a los autores de las mismas en sus acciones y se convierte en cómplice del sufrimiento de los afectados”, advirtió Rode.
Por su parte, Paulus Kurt, responsable del grupo de trabajo para los refugiados del Consejo Central de Cristianos Orientales en Alemania (ZOCD), calificó de “catástrofe” que personas que buscan protección en Alemania tengan que vivir esta situación de acoso.
Por su parte, Volker Baumann, comisionado para los refugiados de la ONG Acción por los cristianos perseguidos y necesitados (AVC), habló de “miedo existencial” al referirse a los refugiados cristianos en Alemania.
Al mismo tiempo advirtió de que la intención de integrar a esta gente en muchos casos se verá truncada, y su esperanza inicial de encontrar seguridad en Alemania dará lugar a un sentimiento de odio hacia este país.
Existe un peligro “inmensamente grande” a que estos refugiados, en caso de ser expulsados a sus países de origen, regresen después a Alemania con “otro tipo de intenciones que posiblemente se pueden imaginar”, alertó.