Unos 700.000 ciudadanos huyeron de Sudán del Sur a campamentos de refugiados en Estados vecinos durante 2017 a causa de la guerra en la que está sumido el país desde 2013, informó hoy la ONU.
En un comunicado, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) aclaró que más del 70 % de esos ciudadanos escaparon del país en la primera mitad del año pasado, tras la reanudación de los combates en los estados de Alto Nilo (noreste), Yonglei y las regiones de Ecuatoria, en el sur.
La oficina de la ONU indicó que la mayoría de los civiles se fueron a Etiopía, Uganda, Kenia y Congo “por miedo a los asesinatos y ataques” a raíz de su etnia.
Según las estimaciones de las que dispone la organización, más de 4 millones de personas se han desplazado de sus lugares de origen en el país.
Entre ellos, 1,9 millones están residiendo en campamentos de desplazados dentro del país y más de 2 millones residen en campos de refugiados en países vecinos.
El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013 entre las fuerzas del presidente, Salva Kiir, de la etnia dinka, y las de su exvicepresidente Riek Machar, de la tribu nuer.
Ambas partes alcanzaron un acuerdo de paz en agosto de 2015 que llevó a la creación de un Gobierno de unidad nacional, pero en julio de 2016 rebrotó la violencia.
El nuevo acuerdo de cese de hostilidades entró en vigor el pasado 24 de diciembre, pero desde entonces el Gobierno ha denunciado que han continuado los ataques y se han formado nuevos grupos armados.