Naciones Unidas condenó hoy el ataque contra una mezquita de la ciudad de Québec, en Canadá, y confió en que el país responda de manera unida para rechazar “cualquier intento de sembrar la división”.
“Confiamos en que Canadá y los canadienses, que han demostrado tanto liderazgo en la promoción de la diversidad y la tolerancia, se unan para rechazar cualquier intento de sembrar división en base a la religión”, dijo Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.
Dujarric dijo que la ONU está siguiendo de cerca la investigación de este “horrible ataque”, al que se refirió como un “aparente acto de terrorismo”.
Además, transmitió en nombre de la organización condolencias a las familias de las víctimas y deseó una rápida recuperación a los heridos.
Seis personas murieron en el ataque perpetrado en la noche del domingo y otras ocho resultaron heridas, de las que cinco se encuentran en estado crítico.
Las autoridades canadienses están investigando el suceso y han detenido a un sospechoso.