El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, defendió hoy a la Corte Penal Internacional (CPI) al decir que “no hay alternativa” para perseguir los crímenes más graves y que lo contrario implica aceptar impunidad.
“Simplemente no hay alternativa, sin ella, no habrá asunción de responsabilidad y miles de crímenes quedarán impunes”, afirmó en un diálogo informal con los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Sudáfrica, Burundi y Gambia anunciaron recientemente que a pesar de haber firmado y ratificado el Estatuto de Roma y, por lo tanto, estar sujetos a la Corte Penal Internacional, van a retirarse y quedar fuera de la jurisdicción del tribunal, alegando que éste es parcial y colonial por juzgar sólo a africanos.
Además, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó hace quince días revocar la firma de Rusia del Estatuto de Roma, la base legal que creó la Corte Penal Internacional.
“Estas retiradas son una traición a las víctimas que han sufrido violaciones graves de sus derechos humanos”, valoró Zeid.
El alto comisionado de las Naciones Unidas urgió a las partes a reconsiderar su decisión y cumplir con lo que acordaron mediante la ratificación del Estatuto de Roma.
Namibia y Uganda han expresado también su deseo de dejar el tribunal, camino que podrían seguir Chad y Yibuti, según han dejado entender sus mandatarios.
Asimismo, indicó que no sólo los que ya están dentro de ellas o a punto de entrar deben permanecer, sino que instó a los países que aun no son firmantes del Estatuto de Roma a que lo hagan y se adhieran a “este esencial tratado”.
Potencias como Estados Unidos, China o Israel tampoco están bajo la jurisdicción de la CPI porque no han ratificado el estatuto.