La oficina de ONU Mujeres no es necesaria en España. O eso considera el Gobierno, que ha instado al cierre de la oficina que este organismo mantenía en España desde hace cinco años. “ONU Mujeres tiene sentido en los países donde tiene que impulsar políticas que aquí ya existen. No existe ningún conflicto”, dice el secretario general de Cooperación, Gonzalo Robles, quien aseguró a eldiario.es que el Gobierno prefiere relacionarse directamente con la sede de Nueva York: “Nos parece más inteligente tener a alguien en el lugar donde se toman las decisiones”.
Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presumía en julio de la apertura de una plataforma del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Las Palmas de Gran Canaria para ayudar a los programas de alimentación en el Sahel. “Es un honor poder contribuir a la lucha contra el hambre, algo que pone en evidencia que nos encontramos en un cruce entre distintos continentes que podemos aprovechar”, dijo entonces la vicepresidenta.
Ante la pregunta de si el Gobierno prefiere también relacionarse directamente con las sedes de otras agencias de la ONU presentes en España -como la OIT o FAO- en lugar de con sus oficinas en España, Robles asegura que se trata de “papeles distintos”. “Con ONU Mujeres tendremos la misma relación que hay con el resto de países europeos, que no tienen oficina, ¿por qué tendría que ser diferente aquí?”, dice.
Un representante de ONU Mujeres en Nueva York también se pronunció ayer al respecto del cierre de la oficina, un cierre que, según confirmó, se produjo por voluntad del Ejecutivo: “El Gobierno español prefiere comunicarse directamente con nuestra sede de Nueva York”. El organismo señala que el cierre de la oficina no implica en ningún caso que se acabe la relación con España -que califica de “fuerte” y “positiva”- , sino que ésta estará “en línea” con la que mantiene con otros países donde no hay sede.
Cuenta con 78 oficinas de diferente rango repartidas por todo el mundo. Uno de los objetivos de Michelle Bachelet era extender en lo posible la red de delegaciones por todo el mundo. La de Madrid era una oficina de enlace, sin el llamado acuerdo de sede, que otorga un reconocimiento similar al de una embajada, lo que la hacía más vulnerable a los vaivenes políticos. El organismo está presente en países como Japón, Marruecos, Etiopía, Bélgica, India, Suráfrica, Ecuador o México, aunque cuenta con programas en muchos otros, desde Afganistán hasta China.
Pero una cosa son las buenas palabras oficiales -especialmente en un organismo como la ONU que busca mantener buenas relaciones diplomáticas con los países- y otra, el trasfondo. La propia presidenta ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, expresó en julio en una conversación privada con un grupo de expertas su preocupación por la situación de la igualdad en España, según confirman fuentes conocedoras de la reunión a eldiario.es.
“Están eliminando las estructuras de igualdad, es un cambio de modelo. El personal de ONU Mujeres recoge información de los países que luego llega al más alto nivel dentro del organismo, es una información que sirve para fijar posición y que desde luego se tiene también en cuenta a la hora de repartir fondos para programas”, explica una experta de la ONU que prefiere no revelar su identidad.
Izquierda Unida presentó ayer una proposición no de ley en el pleno del Congreso y en las comisiones de Igualdad y de Cooperación en la que insta al Gobierno a que pida a ONU Mujeres que mantenga su estructura en España. “Se trata de una decisión totalmente arbitraria del Gobierno. Es un varapalo a las políticas de igualdad, además del prestigio que suponía para España”, señala la diputada de IU y portavoz en la Comisión de Igualdad, Ascensión De las Heras.
IU ya registró a finales de octubre una pregunta parlamentaria -que aún no ha sido contestada- en la que pedía al Ejecutivo que aclarara si la oficina de ONU Mujeres iba a tener que abandonar España antes de finales de 2012. De las Heras explica que la pregunta respondía a la preocupación que comenzó a surgir por las primeras informaciones que apuntaban la posibilidad del cierre de la oficina de Madrid.
La estructura y el personal de ONU Mujeres es reducido. De hecho, es uno de los pocos organismos de las Naciones Unidas que no tiene un presupuesto fijo asignado sino que depende por completo de las aportaciones de los países donantes. Hasta hace poco, España era uno de los principales donantes de varios organismos de la ONU, entre ellos este.
El secretario general de Cooperación, Gonzalo Robles, arguye que durante los primeros nueve meses de legislatura el personal de ONU Mujeres en España no se comunicó ni con él ni con el secretario de Asuntos Sociales. “¿Cuál era entonces el beneficio de tenerlas aquí”, se pregunta Robles.
Recogida de firmas
Organizaciones feministas han iniciado una campaña de recogida de firmas para protestar por el cierre de la oficina y pedir su reapertura. “Esta decisión, como otras, demuestra que la crisis financiera es utilizada por el Gobierno como pretexto para desmontar mecanismos de igualdad social y de género, ya que la oficina no suponía coste alguno para España, al alojarse en la Oficina Mundial del Turismo y financiarse con los fondos corrientes de ONU Mujeres mundial. Puede que para el Gobierno 'lo mejor' sea comunicarse o incomunicarse con ONU Mujeres en su sede en Nueva York, para quienes queremos que las normas internacionales y nacionales de igualdad no sean papel mojado, sino algo cercano y presente en nuestras vidas, no lo es”, dicen en la carta que dirigirán al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y a la ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Ana Mato.