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Pablo Crespo: “Creo que los partidos políticos no se financian de manera legal”

El 'número dos' de la trama Gürtel, Pablo Crespo. / Marta Jara

Gonzalo Cortizo

Pablo Crespo, el número dos de la trama Gürtel, ha pasado tres años en prisión preventiva en relación a su participación en las empresas de la trama de Francisco Correa. En la actualidad, está esperando la celebración del juicio. Ahora, ha decidido dar el paso de empezar a hablar con los medios de comunicación. En este contexto recibe a eldiario.es en un céntrico hotel madrileño. Es la primera entrevista, pero no será la única. Crespo se ha cansado de callar y asegura sentirse un chivo expiatorio.

El que fue lugarteniente de Francisco Correa defiende la legalidad de sus actos y afirma que sus empresas prestaban servicios por los que recibían un pago a precio de mercado. Crespo, que fue número tres del PP gallego cuando Manuel Fraga gobernaba Galicia, pone en duda la legalidad de los sistemas de financiación de los partidos. Él lo ha vivido de cerca, y reconoce haber participado en entregas de dinero en efectivo al tesorero del PP sin que mediase recibo ni mayores aclaraciones sobre la procedencia de las donaciones.

¿Por qué ha estado usted tres años en la cárcel?

He estado tres años injustamente encarcelado porque ni el caso ni los hechos lo merecían. Pero esa es la realidad. Ahí he estado 1.090 días. Si todo ese tiempo en prisión es muy duro para cualquiera, estar en la cárcel preventiva y sin juicio es extraordinariamente duro e injusto. No sólo para mí, para cualquier persona. Ya me habría gustado a mí que la Fiscalía se hubiera ocupado de defender los derechos del acusado en mi caso como lo ha hecho con Miguel Blesa.

¿El juicio lo espera con ganas o con miedo?

Espero con muchísimas ganas el juicio, y miedo ninguno. Miedo solo tengo a la injusticia.

¿Qué ha hecho esos 1.090 días entre rejas?

Soy una persona metódica. Lo he llevado con bastante dignidad y he podido no solo estar entretenido sino ayudar a mucha gente allí dentro. En prisión hay gente que pasa mucha necesidad, sobre todo en el aspecto jurídico, y yo en el ámbito de los recursos penitenciarios he podido ayudar a mucha gente.

¿Se siente cabeza de turco en este proceso?

Yo creo que, sin duda, nosotros somos los chivos expiatorios de una operación que nació en los despachos políticos del Ministerio del Interior en el año 2006 y que fue perfectamente planificada por sus ideólogos. Se desató el 6 de febrero de 2009, cuando nos metieron en los calabozos de Moratalaz mientras el señor Garzón se dedicaba a un fin de semana de gatillo y alegría con sus amigotes, entre los que estaba el ministro de Justicia en aquel momento y el comisario jefe de la Policía Judicial, como ya se sabe.

En prisión ha estado acompañado de Francisco Correa. ¿Ha tenido que cuidarle?

Lo que he sido para Francisco Correa es un apoyo, igual que él lo ha sido para mí. Es la relación de dos amigos en medio de una gran desgracia.

¿Por qué ha decidido ahora salir a los medios y hablar después de tanto tiempo?

Creo que es el momento de empezar a pelear los informes policiales, los informes de la Agencia Tributaria, las acusaciones muchas veces infundadas y sin base que se han hecho y, sobre todo, a combatir lo que es el impacto mediático que este caso ha tenido, y es bueno que la gente sepa la verdad.

¿Qué es el caso Gürtel?

Es el caso de un grupo de empresas que tenían como principal cliente al Partido Popular y que se han visto envueltas en un escándalo de unas dimensiones absolutamente desproporcionadas. Nosotros no somos las empresas Gürtel. Somos un grupo de empresas normales y corrientes, como tantas otras en este país.

¿Que su cliente principal haya sido el PP les ha complicado la vida?

Como lo que se iba buscando era la financiación irregular del Partido Popular... O la relación del señor Correa con determinados cargos del Partido Popular. Si no hubiera habido esta relación, toda esta cuestión se habría limitado a una inspección de la Agencia Tributaria por temas fiscales que se habría resuelto en ese seno, como sucede día a día con muchas otras compañías que tampoco son tramas organizadas.

¿Siguen existiendo sus empresas?

Las empresas han sido clausuradas por orden de Baltasar Garzón. Los trabajadores se han ido todos al paro, muchos de ellos imputados sin ningún tipo de responsabilidad. Bajo la tutela judicial las empresas no existen por no decir que se les ha causado un importante perjuicio patrimonial.

¿Qué relación tiene usted con el señor Camps?

Yo no conozco al señor Camps, lo he visto solo dos veces en mi vida, en una de ellas él estaba en la sala de vistas del TSJ de Valencia y yo fui a declarar como testigo. Ni lo trato ni tengo relación con él. La persona con la que tenía relación en Valencia era el señor Álvaro Pérez, pero ninguna relación extraña como se ha dicho.

Camps dice que se pagó sus trajes. ¿Miente?

No.

Cuando a usted le llegaba una factura de un bolso Louis Vuitton a Rita Barberá, ¿qué pensaba?

Son gastos que se hacen en las relaciones comerciales con clientes. Pero debo matizar que jamás hemos hecho un obsequio a un cliente como contraprestación a algún trabajo que nos hayan otorgado o a algún concurso público que hayamos ganado. En el ámbito de cualquier compañía, los obsequios son algo normal.

Ya, pero el PP no es una empresa. ¿No comprende que a la gente le puede parecer desmedido ese listado de regalos a cargos públicos?

Puedo comprender que en función de los titulares que se den, genere más o menos escándalo. Que un bolso de lujo o un reloj puedan parecer un escándalo dependerá mucho del volumen de negocio que ese cliente tenga con la compañía. Eso es una cuestión absolutamente relativa. Y, repito, ningún obsequio se ha hecho a cambio de nada.

No eran solo regalos de representación. ¿Pagarle a Ana Mato el cumpleaños de los niños entra en la normalidad de esa práctica empresarial? ¿Esto cómo se explica?

El señor Sepúlveda era en aquel momento secretario del área de organización del Partido Popular y yo no puedo afirmar que eso se le haya regalado a él. La señora Mato ha negado saber que eso fuera un obsequio que no se hubiera pagado y el señor Sepúlveda ha reconocido que su señora no sabía nada de ello. Era una relación entre una empresa proveedora de servicios a un partido y uno de los representantes de la compañía [en referencia al PP] que en este caso era el señor Sepúlveda. Como podríamos haber tenido ese detalle con el director comercial de Endesa, porque nos daba eventos.

¿Que Ana Mato no sepa nada ni del Jaguar, ni de los pagos de la fiesta de cumpleaños de sus hijos es comprensible?

Yo puedo entender que en función de cómo se presente la noticia haya gente que no lo comprenda. Hay mucha gente que cuando decide cambiar de coche le comenta a su pareja si lo financia o si le hace un descuento el concesionario. Hay otros que han decidido comprar un coche y no le explican a su pareja cómo lo compran. O nadie se lo pregunta. Puedo entender a la gente que tenga dudas sobre eso, pero también puedo entender lo que han dicho la señora Mato y el señor Sepúlveda.

Hablemos de Aznar. Hemos sabido que las empresas de la trama regalaron servicios al expresidente en la boda de su hija. ¿Por qué?

Matizando que yo me incorporé con posterioridad, yo sí sé que el señor Correa y el señor Agag eran muy amigos en esa etapa. Lo cierto es que el señor Correa fue testigo en la boda del señor Agag, lo que ya da medida de la amistad que tenían. Yo eso lo encardino en el típico obsequio de boda que se hace con los medios propios de una de las compañías del amigo. ¿Puede parecer caro, mucho, poco? Ubíquelo usted en el ámbito de la boda, en el ámbito de una amistad y en la facilidad que tienen determinadas personas para hacer un regalo utilizando sus propios medios.

Ahora Alejandro Agag dice que el señor Correa era un invitado más a su boda.

Si el señor Agag lo dice, yo poco más puedo decir. Él era invitado y era testigo.

¿Les están negando en el PP quienes antes estaban cerca de ustedes?

Cada persona en la vida responde de sus actos y sus valores personales y su actitud determina su personalidad. Yo jamás he negado a un amigo, por mal que le fuera. El señor Correa y yo mismo hemos tenido muchos amigos en el Partido Popular. El señor Correa se ha codeado con gente de mucho nivel y, sin embargo, cuando falleció su padre con él en prisión, en el entierro de su padre había 14 personas. Creo que si no le hubiera sucedido lo que le sucedió, habría sido un entierro muy concurrido. La vida es así.

Centrémonos en Rajoy. ¿Le pagaron un viaje de lujo a Canarias?

Yo recuerdo que al finalizar las elecciones de 2004, desde Génova nos pidieron algún tipo de servicio que no sé si era relacionado con el señor Rajoy directamente o con su familia. Lo que no recuerdo es si eso está pagado o no, pero, en cualquier caso, a buen seguro la policía debe tener información de eso. Si han analizado hasta de canto los papeles de la compañía, me imagino que eso estará.

¿No sabe si se le regaló ese viaje a Rajoy?

No lo recuerdo porque son muchos datos y mucha documentación la que hay de la época. Pero, repito, si está sin pagar, tiene que figurar en algún informe de la policía.

Usted es de Pontevedra. Fue secretario de organización del PP en Galicia. ¿Cuál ha sido su relación con el presidente del Gobierno?

Yo le conozco, pero no he tenido una relación personal con el señor Rajoy. Lo conozco como nos conocemos todos los que somos de una ciudad pequeña.

¿Y su padre?

Mi padre tuvo una relación directa con Rajoy en la etapa en la que ocupó la vicepresidencia de la Xunta de Galicia. Concretamente fue su jefe de su gabinete.

Cuando usted era número tres del PP gallego pagó 21 millones de pesetas en metálico al tesorero del PP Álvaro Lapuerta. ¿Era normal en el PP pagar esas cantidades en metálico?

Al menos en aquella etapa lo era. Yo creo que la financiación de los partidos es posible que haya sido poco trasparente. Es algo en lo que coincide casi todo el mundo y supongo que, en esa medida, el Legislativo tendrá que regular eso de alguna forma si la actual no parece satisfactoria. En aquella época, sí era normal recibir donativos en efectivo. Es cierto que yo le entregué, en mi papel de secretario de Organización del partido, 21 millones de pesetas al tesorero nacional del PP, concretamente a Álvaro Lapuerta.

¿Álvaro Lapuerta le dio un recibo por aquel pago?

No. Ambos éramos conscientes de cada una de las posiciones respectivas y no era necesario.

¿Quiénes eran los empresarios que le entregaron ese dinero?

Ahí ha habido donativos de todo tipo. No sólo de empresarios. Había donativos de particulares también. Los hechos a los que se refiere esta información de revestir alguna tipología delictiva estaría prescrita, por lo tanto el hecho de que yo mencionara a esos empresarios solo serviría para añadir mala fama a gente que lo ha hecho con absoluta claridad en aquel momento para ayudar al Partido Popular. Al igual que lo hicieron con el Partido Popular no le quepa ninguna duda que lo han hecho con otros partidos políticos.

Le pido sinceridad en la siguiente respuesta. ¿Se financian los partidos políticos estrictamente de acuerdo con la ley?

Yo creo que no. Pero creo que esa es una materia que excedería del ámbito de esta entrevista e incluso del ámbito de determinados temas que yo he de declarar en su día en sede judicial.

¿Cuál es su experiencia con el señor Bárcenas?

Le conocí en mi primera etapa como secretario de Organización del partido en Galicia. Él era el gerente nacional y, por tanto, la persona con quien había que entenderse. Siempre he tenido la mejor impresión de él. Me asombra que ahora se le denoste, porque recuerdo que la misma impresión que tenía yo del señor Bárcenas era la que tenía unánimemente todo el partido. Resulta chocante que ahora alguna gente lo trate como un apestado.

¿Le han sorprendido las noticias que señalan que Bárcenas llegó a atesorar 47 millones de euros en Suiza?

Sí, pero no más que los que aparecen en la lista Falciani. Hay muchos españoles en esa lista, algunos que han llegado a acumular más de 2.000 millones de euros sin que yo sepa que ninguno haya pasado por prisión.

En cualquier caso habría que dejar que el señor Bárcenas se explique sobre el origen de ese dinero.

¿Ustedes también operaban desde Suiza?

Hemos trabajado con entidades suizas, sí.

¿Por qué?

Las entidades suizas siempre han tenido fama de serias y rigurosas en la gestión de patrimonios. Nosotros nos hemos dejado asesorar en esa materia.

¿Se han dejado asesorar por Arturo Fasana?

Fasana era nuestro gestor de patrimonios en Suiza y tenía un mandato profesional de gestión de patrimonios.

Explíqueme quién es Arturo Fasana.

Es uno de los titulares de uno de los despachos de gestión de patrimonios más prestigiosos de Suiza. Es bastante conocido en España, por lo menos de grandes fortunas. Nosotros éramos los pobres de la casa.

¿Me está diciendo que ustedes hacían lo que hacen muchos españoles?

Yo creo que hay muchísimos españoles que han tenido o tienen dinero en Suiza. Pero es que eso en sí mismo no es ilegal. Hay libertad de movimiento de capitales. Cuestión distinta es el aspecto tributario.

¿Qué es la “cuenta soleado”?

Era una cuenta gestionada por Fasana donde se recibía cualquier cantidad destinada a las cuentas que gestionaba este despacho. Era una de las puertas de entrada a Suiza del dinero español.

Se ha publicado que el rey utilizó también la cuenta soleado.

Yo no lo sé.

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