Pablo Echenique ya es el nuevo secretario de Organización de Podemos. Así lo ha decidido el máximo órgano entre asambleas del partido, el Consejo Ciudadano Estatal, por unanimidad.
Echenique, señalado para el cargo por Iglesias, ha llevado a debate al Consejo un documento con las líneas generales de la nueva estructura que quiere para el partido. Un documento en el que su autor está trabajando desde que fue designado para el cargo y en el que han colaborado los responsables de Organización de las diferentes comunidades autónomas, según ha explicado a eldiario.es el propio Echenique. “No es una propuesta solo mía. Mi experiencia está en Aragón y no conozco el funcionamiento en otros sitios”, asegura en conversación telefónica.
Una de las ideas principales que defenderá Echenique es la descentralización de la gestión interna de Podemos. Algo que ya avanzó en la rueda de prensa que ofreció cuando fue señalado por Iglesias para el cargo. Una idea, además, que cuenta con un amplio consenso dentro del partido. Tanto Sergio Pascual como Íñigo Errejón han defendido la necesidad de poner en marcha este proceso. El número dos del partido ha mostrado su disconformidad con la destitución de Pascual, considerado un hombre próximo a él, pero sostiene que en este asunto no hay diferencias importantes en la dirección, lo que incluye al propio secretario general.
Esta descentralización arrancará con una modificación de la estructura de la propia Secretaría de Organización. Según explica Echenique a eldiario.es su equipo lo integrarán los secretarios de Organización regionales. “No quiero poner gente”, asegura. “Los territorios deben tener autonomía y no debemos duplicar estructuras”.
El líder de Podemos en Aragón mantendrá sus competencias en la región. Y su cargo de diputado autonómico. Su idea por tanto es trasladar la Secretaría de Organización a Zaragoza. Sobre el equipo del que se rodeará, todavía no lo tiene pensado. “Habrá servicios mancomunados y apoyos a los territorios, pero no quiero que la formación de equipos afecte al buen funcionamiento del partido en Aragón”, señala.
Echenique defiende que la actual estructura de Podemos esté muy centralizada en Madrid. Es, además, lo que mejor se acopla a la “maquinaria de guerra electoral” surgida de Vistalegre. “Al principio era inevitable que la organización estuviera centralizada porque no había órganos autonómicos y los recursos estaban en Madrid y no había otra manera”, reconoce. Desde principios de 2015 el nivel territorial madura y se consolida, con recursos humanos y económicos propios, así que cada vez es menos lógico que ciertas competencias o procesos se gestionen de forma centralizada. Es ineficaz“, zanja.
Esto se cristalizará en “una transferencia de procesos y capacidades del nivel central al autonómico”. Y en un fortalecimiento del nivel municipal, que es “la más cercana a la ciudadanía pero la peor dotada”.
Echenique cree que lo organizativo debe supeditarse al interés político. Algo nada habitual en los partidos en España. “Uno debe plantearse qué tipo de organización quiere cuando decide para qué”, asegura. Una idea que también defiende el secretario político del partido, Íñigo Errejón. Precisamente que el número dos de Podemos es, al contrario que ocurre tradicionalmente, el responsable de Política, no de Organización.