- Las diferencias por cuestiones técnicas y organizativas llevaron la bronca interna al Hemiciclo, pero un pacto de última hora las solventan
Este miércoles 1 de febrero a las 23.59 se cierra el plazo para registrar las candidaturas a las primarias que determinarán la futura dirección de Podemos. Y si nada lo remedia, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón confrontarán sus propuestas políticas y organizativas, así como sus listas al Consejo Ciudadano, la dirección estatal del partido. Los referentes de las principales candidaturas han tomado las riendas de las negociaciones para lograr ese “amplio acuerdo” que permitiría llegar a la II Asamblea Ciudadana con una lista unitaria.
La tensión ha ido en aumento en las últimas horas en el seno del partido. Las diferencias políticas entre Iglesias y Errejón quedan recogidas en los documentos que ambos hicieron públicos hace semanas. Pero nadie estaba avanzando en un acuerdo entre ambos. Sus principales negociadores, Irene Montero y Pablo Bustinduy, se habían emplazado a una reunión que, según han confirmado varias fuentes, el martes todavía no se había producido.
El motivo: el bloqueo del equipo técnico. Especialmente en dos cuestiones: el orden en el que aparecería en la cabina de votación los elementos a votar (documentos, Secretaría General, Consejo Ciudadano y Comisión de Garantías) y las normas que regirán la elección de este último órgano.
Ese bloque se solventó a última hora del martes, tal y como ha adelantado eldiario.es.
Este segundo es el principal escollo ante la posibilidad muy real de un enfrentamiento en unas primarias con un resultado muy incierto. En caso de futuras disputas en la interpretación de las normas, es este tribunal interno el encargado de dirimir.
El bloqueo en las conversaciones ha llevado incluso a incumplir el acuerdo alcanzado con las empresas externas que colaboran con Podemos en sus primarias. El protocolo establece que tanto el partido como la empresa deben ejecutar una serie de acciones en unos plazos determinados y tasados. Todo está medido para que las garantías del proceso sean máximas y que ambas partes tengan claro en todo momento en qué está trabajando el otro.
El pasado lunes vencían varios de estos plazos eminentemente técnicos. A las 10.00 debía publicarse en las cuentas oficiales de Twitter y Facebook de Podemos un enlace a una web donde cualquier persona puede consultar este protocolo. Es la manera de que todas las personas que participan en el proceso puedan comprobar la integridad del mismo.
El tuit no se produjo. Tampoco llegó al día siguiente, día 31. Si se revisan los time line de ambas redes, ninguna cuenta oficial lanzó el mensaje sin el que el desarrollo de Vistalegre 2 no podría continuar.
Diversas fuentes de todos los sectores de Podemos consultadas por eldiario.es confirman que dicho tuit sí se lanzó. También un post en Facebook. Pero duró unos instantes. Fueron borrados inmediatamente. Y las contraseñas de dichas cuentas, cambiadas, según ha confirmado este medio de tres fuentes independientes.
El tuit apareció en otra cuenta de Podemos. Una muy secundaria, de un círculo de un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha.
El enlace lleva a una web que recoge el “estado del proceso electoral de Vistalegre 2 que realiza el partido político Podemos”. En la página se puede consultar, además, el documento en el que está todo el protocolo firmado entre Podemos y las empresas que participan en el proceso.
La página de estado confirma que uno de los eventos recogidos en el protocolo no se ha cumplido en tiempo y forma. En concreto, el A6. La acción, según el documento, consiste en “publicitar en las redes sociales (al menos sus cuentas oficiales de twitter y facebook) la dirección de la PÁGINA DE ESTADO del PROCESO ELECTORAL indicada en el anterior comentario” (sic).
El acuerdo alcanzado el martes por la noche solventaba estos problemas y establecía un nuevo protocolo de relación del Equipo Técnico de Podemos con las empresas.
El ambiente por estos movimientos fue subiendo a lo largo del martes hasta las tres de la tarde. Al inicio del Pleno en el Congreso, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón protagonizaron lo que ambos han calificado de “apasionado” debate o “conversación animada”. Lo cierto es que ambos mantuvieron un intenso intercambio de palabras que se zanjó cuando Irene Montero, compañera de escaños de ambos, les alertó de que estaban siendo fotografiados. Era tarde: las imágenes ya volaban hacia las redacciones de los medios.
No hay imágenes grabadas del momento ya que en ese instante la ministra de Empleo, Fátima Báñez, subía a la tribuna y la cámara del Hemiciclo no apuntaba hacia los escaños. Las televisiones no tienen al Pleno, solo los fotógrafos.
Ambos han querido mantener un tono diferente a su llegada al Congreso este miércoles por la mañana para la sesión de control al Gobierno. Iglesias ha asegurado que “hay tiempo todavía” para alcanzar un acuerdo con el número dos del partido. “Hasta el último minuto hay que intentarlo”, ha añadido Íñigo Errejón.
“Tenemos que seguir trabajando en la dirección de buscar el mayor número posible de acuerdos, aunque finalmente no hubiera acuerdo de listas”, ha dicho Iglesias en los pasillos del Congreso.