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Pablo Iglesias insiste en un referéndum en Catalunya como elemento “imprescindible” para apoyar al PSOE

 

“Me voy a dejar la piel en conseguir un Gobierno de progreso”. Hasta cuatro veces lo ha repetido este lunes Pablo Iglesias. Y ha añadido, en referencia al líder del PSOE, Pedro Sánchez: “Deseo de corazón que sea mi presidente”. El secretario general de Podemos ha presentado en el Congreso de los Diputados un amplio documento con el que quiere volver a situarse a él y a su partido en el centro de las negociaciones para formar un Gobierno de coalición con el PSOE e IU. La propuesta insiste en la necesidad de designar un Ejecutivo “proporcional” a los votos recibidos, mantiene como “imprescindible” la celebración de un referéndum en Catalunya y establece las bases programáticas del nuevo Gobierno, así como la estructura que tendría.

Iglesias iniciará esta misma semana una ronda de contactos con todos los partidos de la Cámara, incluido Ciudadanos. Podemos levanta así el veto que había levantado contra el partido de Albert Rivera. “No cuento con él para formar Gobierno, pero sí para que, por responsabilidad, opte por la abstención”, ha asegurado. Hasta el momento, Iglesias se había negado a negociar un Gobierno con Pedro Sánchez mientras éste negociara con Ciudadanos.

Las conversaciones del líder de Podemos irán en tres niveles, según ha explicado. El primero, con las fuerzas que participarían activamente en el Gobierno. Primero quiere verse con Pedro Sánchez, a quien ha conminado a que se siente con él antes del jueves. Ese día le llegará el turno al diputado de IU Alberto Garzón. El viernes, Iglesias se reunirá con la vicepresidenta de la Generalitat y dirigente de Compromís, Mónica Oltra.

En un segundo nivel, Iglesias se verá con los líderes parlamentarios de los grupos a los que aspira a convencer para que apoyen desde fuera, ya sea con un voto a favor o una abstención, la investidura de Pedro Sánchez. Se trata de PNV, ERC, Democràcia y Llibertat (Convergència), Ciudadanos y el resto de partidos con representación. Por último, y por “cortesía”, el secretario general de Podemos quiere reunirse con el presidente del PP, Mariano Rajoy.

El secretario general de Podemos ha comparecido ante los medios acompañado por su responsable económico, Nacho Álvarez, y la responsable de Programa y número tres del partido, Carolina Bescansa. Ambos han participado en la elaboración del documento junto a una veintena de personas tanto del partido como de las confluencias y expertos ajenos a la formación. Iglesias ha mencionado a algunos: Irene Montero, Carolina Bescansa, Ramón Luque, Yolanda Díaz, Rodrigo Amirola, Xavi Domènech y Jorge Verstrynge, entre otros.

“Mantenemos la oferta de formar un Gobierno de coalición en España, y por eso presentamos este documento de más de 100 páginas”, ha señalado Iglesias. “Ofrecemos un Gobierno con una base electoral de más de 11 millones de votantes. Pensamos que un Gobierno en solitario significaría debilidad. Frente a la provisionalidad, estabilidad; frente a lo de siempre, Gobierno de cambio. El momento histórico requiere que nos pongamos de acuerdo”, ha insistido el líder de Podemos.

Iglesias también ha remitido personalmente el documento a los sindicatos CCOO y UGT; al presidente de la patronal, Joan Rosell; al de Jueces para la Democracia, y agentes de la sociedad civil. Con ellos, en principio, no se esperan reuniones.

Estructura de Gobierno y eje programático

El documento está estructurado en dos ejes principales, tal y como se había avanzado. Una primera parte programática, en la que responde a la propuesta que lanzó la semana pasada el PSOE. Y una segunda en la que se establece un organigrama del nuevo Gobierno, así como un reparto de competencias y un sistema de nombramientos de determinados altos cargos institucionales consensuado.

Pablo Iglesias se reserva para él la vicepresidencia única de un Gobierno que encabezaría Pedro Sánchez. El reparto de los 15 ministerios que propone Podemos sería proporcional. Iglesias no ha querido definir cuántos ni cuáles deberían ser para cada uno de los integrantes del Ejecutivo de coalición. “No toca hablar de sillones. Ya lo veremos cuando toque hablar de Gobierno”, ha señalado.

Lo que sí explica bien el documento es cuáles serían las competencias de la Vicepresidencia que ostentaría Pablo Iglesias. Bajo su mando estaría una secretaría de Estado de Lucha contra la Corrupción y Crimen Organizado, una de las principales novedades de la propuesta de Podemos y la “medida más ambiciosa” adoptada en democracia en este sentido. “Esperanza Aguirre sigue en el Ayuntamiento de Madrid”, ha recordado el secretario general de Podemos. “No se puede tolerar que quienes han amparado y nombrado a los corruptos sigan en las instituciones. No queremos más casos Aguirre, Rita Barberá o Gómez de la Serna”, ha zanjado.

En el organigrama presentado por Podemos desaparece el Ministerio de la Presidencia, que quedaría imbricado dentro de la Vicepresidencia. Así, Iglesias controlaría el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el CIS y el BOE. Además, tendría bajo sus órdenes a las secretarías de Estado de Comunicación y de Relaciones con las Cortes, además de una Subsecretaría de Estado de Presidencia. 

En el marco programático, los objetivos del nuevo Gobierno serían “priorizar a las personas en situación crítica; lograr empleo digno y con derechos; reversión de los recortes en servicios sociales; regeneración democrática y contra la corrupción; e impulsar una nueva transición en el ámbito social, institucional y territorial”.

En el ámbito territorial, Podemos establece un Ministerio de la Plurinacionalidad, Administraciones Públicas y Municipalismo. Sería una de las bases de la “segunda transición” que lglesias aboga por poner en marcha y que, entre otras medidas, pasaría por modificar el artículo 2 de la Constitución en aras del reconocimiento de la realidad plurinacional y a la celebración de un referéndum en Cataluña.

Una consulta que, según apuntan, deberá contar “con todas la garantías democráticas, jurídicas y logísticas” que “permite y ampara” el artículo 92 de la Constitución española, que establece que “las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum”.

Según especifica el partido de Pablo Iglesias, la pregunta de este referéndum debe ser “única y clara” y tener como objetivo fijar la posición de la ciudadanía catalana sobre el futuro político de Cataluña. Este es, a día de hoy, un elemento “imprescindible” para formar un Gobierno de progreso.

“La memoria económica”, ha afirmado Iglesias, “demuestra que las propuestas son viables en lo económico. En lo que respecta en la formación del Gobierno hemos optado por los pesos y contrapesos, y con lealtad: presidido por la fuerza política con más votos, Pedro Sánchez; la segunda consecuencia es que la vicepresidencia política caiga en la segunda fuerza más votada. Las garantías tienen que ver con los elementos programáticos y con las personas”.