Más de 120.000 votos. Es la frontera entre el éxito y el fracaso marcada por Pablo Iglesias para que la consulta que ha convocado entre los inscritos de Podemos sobre su futuro político y el de la portavoz parlamentaria, Irene Montero, tras la polémica suscitada por la compra de una vivienda en Galapagar (Madrid) y que se celebra hasta el próximo domingo. Así lo ha sostenido en una entrevista en la cadena Ser en la que ha lamentado las críticas del alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, y las ha contrapuesto a sus apoyos hacia su compañero de partido: “Él no tiene que ser igual. Si quiere criticar o pedir el voto contra mí tiene todo el derecho y seguirá contando con mi apoyo para ser el alcalde”.
El secretario general del partido ha recordado en una entrevista en la cadena Ser que el récord de participación se produjo en las primarias de Vistalegre 2, la Asamblea Ciudadana que el partido celebró en febrero de 2017. Entonces participaron 155.190 personas y Pablo Iglesias recibió el apoyo de 128.742 de ellas. “Me gustaría que hubiera más de 120.000 votos. Creo que sería espectacular”, ha señalado.
Iglesias ha reconocido que “una participación baja sería un fracaso absoluto” que les “obligaría a dimitir” a él mismo y a Montero. Por el contrario, “una participación alta sería un éxito”, ha asegurado.
El diputado ha negado que la decisión sobre su futuro tenga que tomarla él mismo: “Un dirigente no tiene la capacidad de autoevaluarse. La pregunta de si nos hemos equivocado y si eso implica que dejemos el acta la van a tomar los que nos dijeron que estuviéramos aquí”. Y ha reiterado que de la consulta no depende si renuncia o no a su nueva casa. “No se decide sobre el chalé, esa es mi decisión. Los inscritos tienen que decidir si con nuestros actos somos dignos de representar a Podemos. Los inscritos tienen la posibilidad de mandarme a mi casa. Eso no se ha visto nunca en ningún dirigente. Como a ninguno se le ha preguntado el tipo de interés”.
Preguntado sobre si se ha planteado dimitir, Iglesias ha asegurado que “hay momentos difíciles” en los que se plantea “si merece la pena”. El secretario general de Podemos ha zanjado: “Si los inscritos me siguen apoyando me voy a dejar la piel. Yo me siento más fuerte que nunca para ganar las elecciones”.
Respuesta al Kichi: “Yo le he defendido siempre”
Iglesias también ha respondido al alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, quien criticó a Iglesias y Montero por comprarse la vivienda de Galapagar y se puso a él mismo como ejemplo contrario al señalar que está orgulloso de vivir “en un piso de currante” con su pareja, la líder del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez.
Las palabras de Kichi han motivado una dura respuesta por parte del cofundador y exdirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien le acusó de “intentar crecer” con el asunto del chalé y de quienes dijo: “No son revolucionarios, son revoltosos”.
Este mismo miércoles, el alcalde de Cádiz publica una carta en un periódico local en la que asegura que él también ha visto como los medios de comunicación han publicado “columnas en las que se toqueteaba la vida de toda mi familia incluidos mis hijos”. “Nada de eso perturba mi vida, de momento, por eso quizá no he sentido la necesidad de irme lejos”, señala en respuesta a la justificación de por qué Iglesias y Montero sí han optado por mudarse a la sierra de Madrid.
Y zanja el regidor, en referencia a la polémica suscitada por la nueva casa de Iglesias y el, cree él, malestar que ha generado dentro del partido: “La gente está dispuesta a perdonarnos que nos equivoquemos con casi todo, que nos pasemos de rojos, que nos quedemos cortos de rojos, que nos pasemos de puros, que asumamos contradicciones, pero difícilmente nos van a perdonar que nos equivoquemos de bando”.
“Yo he salido a defender a Kichi siempre”, ha sostenido el secretario general, quien ha dicho que no se ha planteado renunciar a la vivienda. “Cuando le dio una medalla a una virgen de madera, no lo entendía pero yo no era el alcalde, no estaba en su piel. No creo que se haya hecho un fervoroso católico”, ha asegurado. “Cuando le vi tragar saliva delante de Jordi Évole cuando le puso lo que decía antes de ser alcalde y después de serlo sobre las fragatas, salí a defenderle”.
Iglesias también ha recordado cuando Izquierda Anticapitalista saludaba a la nueva República catalana y que Kichi renegó de su organización “por ser alcalde. Y le defendí”. Por último, ha desvelado que la asamblea de parlamentarios a favor del derecho a decidir que se celebró en Zaragoza él quiso que fuera en Cádiz. “Me dijo que no se podía permitir” que fuera allí, por lo que se trasladó a Aragón.
Iglesias ha zanjado: “Yo le he defendido siempre. Él no tiene que ser igual. Si quiere criticarme, votar contra mí o pedir el voto contra mí, tiene todo el derecho. Y seguirá contando con mi apoyo para ser el alcalde”.