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Pablo Iglesias dice que el Sahara es “un divorcio entre la casta y los españoles”

EFE

Madrid —

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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha participado hoy en la 39 Conferencia de Apoyo al Pueblo Saharaui donde ha dicho que la cuestión saharaui es “un nuevo ejemplo de divorcio entre la casta política y los intereses de la mayoría de la población”.

“Porque la población española es prosaharaui, pero quienes nos han gobernado parece que son pronegocio, que ésa es su única patria”, ha señalado en la inauguración de esta cita que se celebra hoy y mañana en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Iglesias ha explicado que las encuestas “muestran que más del 90 por ciento de la población española está a favor de la independencia del Sahara, pero parece que algunos partidos prefieren representar los intereses de una minoría”.

En nombre de su formación, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional, especialmente a la UE y el Gobierno español “para que asuman su responsabilidad” y ha exigido “que se cumpla la legalidad internacional y los derechos humanos”.

“España sigue siendo administrador y soberano del Sahara Occidental, así que jurídicamente Marruecos está invadiendo un territorio colonial español y explotando ilegalmente sus recursos”, ha añadido.

El líder de Podemos se ha preguntado “¿qué más tiene que pasar para que la comunidad internacional intervenga?” y ha subrayado que el pueblo saharaui “ha sido un ejemplo mundial de dignidad, de lucha pacífica, de aguante y de paciencia”.

Ha criticado también la actitud de la comunidad internacional que “no solo está haciendo vejación de sus funciones, no solo es irresponsable sino que además, está jugando con fuego”.

“Hoy en día existe un riesgo de radicalización inminente, tanto en los campamentos como en los territorios ocupados y especialmente entre la juventud saharaui, precisamente en una zona geopolítica inestable”, ha advertido.

Por último, ha indicado que “no es ya una cuestión de tener razón, de legalidad ni de mayorías”, sino que es un asunto de “dignidad, de legitimidad y de justicia”.