“Ni Marchena, uno de los suyos, ha visto financiación ilegal en Podemos”. Así ha despejado Pablo Iglesias las acusaciones lanzadas en solitario por el PP durante su comparecencia en la comisión de investigación del Senado sobre la financiación de los partidos. Iglesias ha recurrido a las múltiples decisiones judiciales que han archivado todas las denuncias por supuesta financiación ilegal del partido, algunas firmadas por el magistrado Manuel Marchena, a quien el propio PP propuso para presidir el Tribunal Supremo.
El secretario general de Podemos ha leído y releído una docena de autos judiciales en su larguísima comparecencia en el Senado ante cada insinuación del portavoz del PP Luis Aznar, quien ha mostrado su impaciencia de forma continua durante toda la sesión. “Me sobran todas las sentencias judiciales”, ha espetado Aznar visiblemente molesto por la estrategia dilatoria de Iglesias.
“Usted y yo tenemos bastante claro que Podemos no se ha financiado ilegalmente”, le ha indicado Iglesias. “Nadie podrá afirmar que nos hemos financiado ilegalmente. Así lo acreditan las resoluciones judiciales”, ha insistido.
Tras dos horas y media de comparecencia, la presidenta ha decretado un receso de cinco minutos cuando tan solo se le habían planteado cinco preguntas al líder de Podemos. En ese tiempo, el compareciente y los senadores, tanto el portavoz del PP como la presidenta de la comisión, han tenido tiempo de ver vídeos de la televisión venezolana, recitar fragmentos de La venganza de don Mendo, y hablar sobre la integración de la Fundación Cánovas del Castillo en FAES.
“Estoy para responder sobre la financiación de Podemos”, ha señalado Iglesias a preguntas sobre sus trabajos pasados. Ante una pregunta directa de Aznar sobre si trabajó para el Gobierno de Venezuela, el líder de Podemos ha respondido tajante que “no”.
Iglesias ha recordado que entre los jueces que han archivado las múltiples denuncias contra Podemos estaba Manuel Marchena, a quien el PP había conseguido colocar en la Presidencia del Tribunal Supremo. Solo un whatsapp remitido por el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que hacía explícitas las maniobras de su partido para colocar a Marchena echaron por tierra la jugada.
Aznar, que no ha rechazado el contenido de dicho mensaje de móvil, se ha limitado a señalar que “todo el mundo sabe que ese whatsapp no es de Cosidó”.
El líder de Podemos también ha sacado a relucir la policía política organizada por el Gobierno de Mariano Rajoy, bajo las órdenes de Jorge Fernández y el propio Cosidó, para torpedear las investigaciones judiciales contra el PP y fabricar pruebas falsas contra sus rivales políticos, en concreto contra Podemos y el independentismo.
Algunas de esas pruebas falsas, ha asegurado Iglesias, son las que este jueves ha esgrimido Luis Aznar de forma reiterada, como el falso documento sobre un supuesto ingreso en un banco de las Islas Granadinas de dinero proveniente de Venezuela.
El recuerdo de las conclusiones que aprobó la comisión de investigación en el Congreso sobre esta policía política ha provocado el enfrentamiento más duro entre Aznar e Iglesias. “Una comisión concluye que ustedes utilizaron la policía para fabricar pruebas falsas. Y usted ha sacado una de esas pruebas falsas”, le ha espetado Iglesias.
El portavoz del PP en la comisión ha programado varios vídeos para emitir durante la comparecencia de Iglesias, en los que el líder de Podemos, antes de saltar a la política, hablaba sobre Venezuela y glosaba los logros del Gobierno de Hugo Chávez.
“No comparto algunas cosas que dije en el pasado y la situación en Venezuela es nefasta. Rectificar en política está bien”, ha asegurado el líder de Podemos. “Estaré encantado en cualquier espacio de debate político de debatir cosas que pude decir en el pasado y en las que me equivoqué”, ha concedido.
El PP recurre a falsas acusaciones de pederastia
Tras el receso, el PP ha cambiado de estrategia. Durante cinco minutos. Su portavoz, Luis Aznar, ha comenzado a preguntar a Iglesias de forma concreta sobre los ingresos de Podemos y el sistema de crowdfunding que ha empleado el partido de forma habitual.
Iglesias ha desgranado los datos certificados por el Tribunal de Cuentas y ha admitido que en su informe sobre las elecciones europeas de 2014 aconsejó a los partidos legislar sobre el micromecenazgo. Aznar ha lanzado preguntas técnicas a Iglesias que este ha respondido asegurando que Podemos cumple la ley en todo momento, sin dar muchos más detalles.
El portavoz del PP, sin embargo, ha regresado a la idea original de la comparecencia: ligar a Podemos con Venezuela. Y, otra vez, se ha encontrado con el muro de las sentencias judiciales. Y con el rechazo de Iglesias a sus acusaciones: “Podemos no ha recibido directa ni indirectamente financiación de un gobierno extranjero”.
La segunda parte de la comisión ha sido mucho más bronca que la primera y ha terminado con Aznar olvidando completamente el motivo de la comparecencia de Iglesias.
El portavoz del PP se ha indignado cuando el líder de Podemos ha recordado el paso por los tribunales, y la cárcel, de destacados miembros y exmiembros del partido de Aznar. Pese a las sentencias judiciales que así lo atestiguan, Aznar ha acusado de “falso” a Iglesias. Este, después, le ha espetado: “Miente usted como un bellaco”.
El cierre de la comisión ha rozado el esperpento cuando Aznar ha sacado a relucir una falsa acusación de pederastia lanzada contra un militante de Podemos en Burgos. También ha lamentado las contradicciones políticas de Iglesias, le ha acusado de instigar el 15M y los escraches y, pese a no haber aportado prueba alguna, ha dado por acreditada la financiación ilegal de Podemos. Algo que, como ha recordado durante casi cuatro horas Pablo Iglesias, la Justicia española no ha logrado demostrar todavía.