El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha pedido a los dirigentes estatales de su partido que eviten mirar al pasado y centren el debate que arranca este sábado en el Consejo Ciudadano del partido en el “difícil” futuro que les espera y que estará marcado por dos elementos centrales: consolidarse como oposición parlamentaria y construir un “bloque histórico” con los aliados electorales y sociales. “Unidos Podemos ha venido para quedarse y será una fuerza política esencial”, ha asegurado en su informe ante el máximo órgano entre asambleas de Podemos.
Iglesias ha hecho balance de los dos años y medio largos de existencia de Podemos. Tras reiterar, como ya hiciera el lunes pasado en los cursos de verano de El Escorial, que la hipótesis populista ha fallado, al no lograr el poder desde fuera de las instituciones, el secretario general se ha felicitado por lo logrado. “Queríamos pasar de no existir a gobernar. Y hemos estado a 'esto”, ha concedido.
“Hemos podido ser víctimas de nuestra propia lucidez”, ha ironizado, para proseguir: “Hemos conseguido cinco millones de votos, 71 diputados, un bloque histórico con la izquierda histórica que mantuvo la decencia programática, y con la plurinacionalidad. No es poco para dos años de existencia habernos colocado donde nos hemos colocado”.
El secretario general ha pedido a la dirección estatal de Podemos evitar centrarse en el pasado y pensar en el “difícil” futuro que se abre para ellos tras el nuevo ciclo político que comenzó con el recuento electoral del 26 de junio. Iglesias ha considerado que ni la confluencia con IU ni la campaña electoral explican por sí mismas el resultado de hace dos semanas. El secretario político, Íñigo Errejón, y la de Análisis Social, Carolina Bescansa, presentarán también sendos informes específicos sobre ambas cuestiones. Será ya en privado, sin la presencia de los medios de comunicación.
Relación con el PSOE
Iglesias ha apuntado que el sector “progresista” de la política española se lo reparten PSOE y Unidos Podemos. Una será la fuerza del sur y la otra del norte, las ciudades y los jóvenes. Un punto de partida que, como ya ha señalado en otras ocasiones, les permite soñar con ser hegemónicos en el corto o medio plazo.
“La correlación entre Podemos y PSOE dependerá de coyunturas y decisiones, pero se va a estabilizar”, ha señalado. Este mismo sábado, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han cruzado críticas. Mientras el líder socialista ha señalado que Podemos está en declive, Iglesias le ha calificado de “patético” por no centrarse en Mariano Rajoy.
En su informe, Iglesias ha señalado que PP ,PSOE y Unidos Podemos han “demostrado tener asideros sociales en España que llaman a pensar que van a ser estables”. Y ha anticipado que la fuerza política que lidera “ha venido para quedarse”. “Ganamos elecciones en Euskadi y Cataluña, tenemos resultados espectaculares en Navarra. Crecemos en los lugares más desarrollados y somos la fuerza política preferida por los menores de 45 años. Unidos Podemos ya está ahí y va a ser una fuerza política esencial”.
El futuro: un bloque histórico
“Nosotros ya no somos solo Podemos”, ha espetado Iglesias. El secretario general cree que han pasado de ser “la traducción político-electoral del 15M” a un reto mayor: “un desafío de liderazgo” en Unidos Podemos “Nos lo han reconocido compañeros de viaje [en referencia a IU y Equo] y aliados de formaciones de las naciones sin Estado [en referencia a En Comú y En Marea] y eso implica revalidar ese liderazgo”.
Iglesias ha asegurado que la nueva fuerza política que se está fraguando debe contar no solo con elementos partidistas, sino sociales también. “Si aspiramos a ser la referencia o el motor de ese espacio político complejo y plural , y es uno de los grandes aciertos estratégicos, deberemos asumir el desafío de construir un bloque histórico con los movimientos populares”, ha señalado. “Los movimientos sociales y populares son imprescindibles”, ha zanjado.
Iglesias ha ofrecido un esquema de por dónde debería construirse ese futuro. En primer lugar, “definir cómo diseñamos un trabajo parlamentario que nos puede convertir en aquello que no hemos querido ser”. El secretario general cree que habrá que conjugar el “convertirse en una fuerza política de oposición parlamentaria para gobernar” con el reto de “seguir siendo sexys”.
En segundo lugar, es necesario “definir la relación con los aliados, que no siempre comparten diagnóstico”. Iglesias ha explicado que hay una “enorme cercanía con En Comú” en el análisis de lo ocurrido pero ha señalado diferencias con fuerzas como Anova.
El tercer punto será “desarrollar un programa de gobierno creíble” que deberá mantenerse en las fronteras del “marco geopolítico” español y que seguirá siendo de “corte socialdemocracia”. “Hay que ocupar la centralidad programática”, ha señalado.
Iglesias ha apelado a huir de algunas prácticas de los últimos dos años, especialmente la ausencia de otras voces y caras en el partido. “Padecimos de cesarismo político porque era lo único que se podía hacer”, ha señalado en referencia al abuso de su propia imagen desde las elecciones europeas de 2014. “Lo hemos superado, tenemos capacidad para no depender de nadie pero siguen faltando movimientos populares.
Por último, Iglesias ha pedido promover una “nueva cultura” donde disputar la “verdadera guerra ideológica”. “Hace falta un amplio debate con los productores culturales y construir una cultura alternativa”.