El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado este martes su preocupación por que se pudiera dar un “pin de independencia educativa” al presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, y ha apostado por dejar la educación “al margen de la miseria política”.
García-Page, que este martes ha presidido el Consejo de Gobierno itinerante en Fuensalida (Toledo), ha criticado el pin parental que ha planteado Vox, del que ha dicho que es “una historia que se ha inventado” esta formación “a modo de trampa al PP”.
A preguntas de los periodistas, el presidente del Ejecutivo autonómico castellanomanchego ha cuestionado este veto de los padres y se ha preguntado qué pasaría si esta “educación a la carta”, según la ideología de cada padre, “se lo permitiéramos a Torra”.
En este sentido, ha dicho que si algo que se enseña en España es inconstitucional, “ahí están los tribunales para reclamarlo” y ha agregado que “no ha habido en toda la democracia ni un solo problema con lo que se enseña”.
El presidente castellano-manchego, que ha puesto de manifiesto su confianza en los profesores, ha remarcado que en España “no ha habido conflictividad”, a la vez que ha confesado que le asusta esta “actitud provocadora” y ha advertido de que “creando problemas donde no los hay, es imposible pensar en un pacto de Estado sobre educación”, que, en su opinión, se debe quedar “al margen de la basura y miseria política”.
“Bastante poco hemos hecho en el resto España por que en Cataluña se corrijan los defectos que se están enseñando, que hablan de una España que les roba, como para que encima se lo legalicemos con pin”, ha lamentado el presidente de Castilla-La Mancha, quien ha defendido que la educación es “para todos igualitaria”.