Los ministros del Interior de Francia y Alemania, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maiziere, hicieron hoy un llamamiento conjunto en favor de que se mantenga el apoyo de la Unión Europea (UE) a los países de entrada de inmigrantes en el bloque comunitario, en particular Grecia e Italia.
Los dos ministros dijeron estar de acuerdo en que se debe apoyar el programa de reubicación de personas en necesidad, el establecimiento de “hot spots” (centros de identificación) y los controles de seguridad en las fronteras externas de la UE, incluido en los aeropuertos.
Su petición se produce en un momento en que la cuestión migratoria se percibe con posiciones encontradas en la UE, tal y como quedó reflejado en la cumbre de Bratislava del pasado 16 de septiembre.
Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa mantienen su oposición a todo mecanismo obligatorio de reparto de refugiados, mientras que Grecia e Italia han mostrado su insatisfacción por los pocos avances sobre la cuestión registrados en el encuentro.
El comunicado de Cazeneuve y De Maiziere giró en torno a las principales prioridades de sus respectivos países sobre seguridad y migraciones.
En esa nota destacaron que en la reunión de ministros del Interior de la UE de los próximos 13 y 14 de octubre renovarán su petición de que haya una legislación comunitaria sobre las comunicaciones codificadas.
Reclamaron asimismo un refuerzo en las informaciones que se comparten a nivel europeo para mejorar la lucha antiterrorista, y un simulacro de gran amplitud para antes de finales de año de la nueva Guardia Europea de Fronteras y Costas, para que pueda estar plenamente operativa “cuanto antes”.