Los ministros del Interior de Francia y el Reino Unido, Bernard Cazeneuve y Amber Rudd, anunciaron hoy el compromiso de reforzar la cooperación entre sus dos países para afrontar la presión migratoria en Calais y mejorar su combate en materia antiterrorista y de seguridad.
Su encuentro en París, el primero desde el nombramiento de Rudd en julio, evidenció que una colaboración eficaz es “crucial para luchar mejor contra la amenaza común del terrorismo y del extremismo” y los desafíos vinculados con los flujos migratorios hacia Europa.
Los dos titulares se comprometieron de cara a los próximos meses a elevar la seguridad en Calais de los puertos y del eurotúnel, y a responder eficazmente a los desafíos humanitarios que presenta la instalación a las afueras de la ciudad del campamento de inmigrantes.
Su comunicado apuntó que en esa instalación hay cerca de 7.000 personas, pero una estimación policial revelada este lunes por el diario “Le Figaro” eleva esa cifra a cerca de 10.000.
París y Londres se comprometieron a permitir la entrada en territorio británico de niños no acompañados demandantes de asilo en caso de que les sea conveniente, y a garantizar el retorno de inmigrantes irregulares sin necesidad de protección, como ya ha sido el caso de más de 2.700 desde 2015.
Asimismo, acordaron una colaboración más estrecha para asegurar la represión de las actividades de los grupos criminales organizados. Según su nota, en 2015 se desmantelaron 28 filiales de inmigración ilegal, y otras 28 en lo que va de año.
Los dos países vieron también esencial reforzar su acción antiterrorista, con el compromiso de incrementar los vínculos entre sus servicios de inteligencia y de una colaboración más profunda en materia de radicalización.
El intercambio de información entre todos los Estados miembros, en su opinión, se mantiene como una prioridad, y se debe garantizar la interacción entre las bases de datos europeas e internacionales y la mejor explotación de las herramientas existentes.
Los dos ministros instaron a reforzar las fronteras exteriores gracias a ese mejor flujo de datos y a la aplicación cuanto antes de la directiva europea sobre el registro de pasajeros aéreos (PNR).
Ambos países, según el comunicado, piden a los países que no lo hayan hecho que ratifiquen el convenio de Budapest sobre el cibercrimen, se comprometieron a compartir “las buenas prácticas” sobre el cifrado de informaciones, y a adoptar lo antes posible la directiva revisada sobre armas de fuego.