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El Parlamento Europeo les ha cerrado las puertas a Carles Puigdemont y Toni Comín. Los dos electos el pasado 26 de mayo han acudido este miércoles por la tarde al “Welcome Village” de la Eurocámara y se han encontrado con que, a diferencia del resto de eurodiputados españoles, ellos tenían una cruz junto a su nombre en la lista.
Y esa cruz ha significado que al resto de electos les han dado una acreditación mensual sin tener el acta, pero a Puigdemont y a Comín, excepcionalmente, les han negado esa acreditación y les han pedido el acta, que no se recoge hasta el 17 de junio.
A raíz de esto, PSOE, PP y Ciudadanos –que también había pedido que no se dejara entrar a Puigdemont– han solicitado por escrito al Parlamento Europeo que detenga y reinicie este proceso de acreditaciones temporales hasta “que los diputados estén en posesión de su acta”. El Parlamento lo está estudiando, porque podría implicar que los eurodiputados ya acreditados tuvieran que devolver su credencial hasta que tengan el acta. “Se pide reiniciar el proceso, una vez que los eurodiputados enseñen el acta de diputado, que emite la junta electoral central de cada país”, informan fuentes de Ciudadanos. Es decir, “parar la acreditación provisional hasta que llegue listado oficial”, explica el PP.
“Es una petición de acuerdo con la propia comunicación del Parlamento”, explica el PSOE, “que dice que solo se podrá iniciar los trámites hasta que la Junta Electoral haya transmitido la lista definitiva o provisional. En el caso de España, la Junta Electoral Central no ha remitido lista alguna, por lo tanto no se puede iniciar ningún trámite administrativo. Y eso es lo que hemos transmitido por escrito”.
La decisión de impedir la entrada a Puigdemont y Comín, proviene de la cúpula del Parlamento, del presidente, Antonio Tajani, y del secretario general, Klaus Welle, y ha impedido que puedan entrar en el edificio de la Eurocámara. Según la institución comunitaria, la Cámara se reserva “el derecho de no facilitar la entrada” a nadie hasta “asegurarse que la persona ha obtenido el acta”. Puigdemont y Comín residen en Bélgica, y la justicia española les reclama por rebelión a raíz del 1-O, pero hasta el momento las euroórdenes han sido rechazadas por la justicia belga.
Al resto de eurodiputados, además de esa acreditación, que posteriormente es reemplazada por una permanente a partir de la constitución de la Cámara, el 2 de julio, se les ha dado una cuenta de correo electrónico y la documentación de bienvenida, y se les ha hecho la foto oficial.
“¿Cómo es posible que el resto haya podido hacer los trámites y nosotros no?”, se ha preguntado Puigdemont a la puerta del Parlamento, y ha lamentado que se extienda “a las instituciones europeas los estándares de violaciones de derechos que ya se dan en España”.
El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ha explicado: “Es una medida de fuerza, y vamos a elevar una queja a la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, y a los tribunales belgas. Además, hemos requerido a Tajani y Welle la orden dada a la seguridad del Parlamento para impedir la entrada de Comín y Puigdemont. También les hemos pedido que no borren las imágenes de las cámaras de seguridad”.
“Están recurriendo a métodos propios de un matón”, ha añadido Boye: “Es una salida desesperada, de portero de discoteca. Las sedes son inviolables, pero ellos no tienen impunidad y los hechos son delictivos”.